Amoríos en Semana Santa

“Ten cuidado con las redes sociales. Siempre te lo digo”. El aviso es de un amigo que acostumbra a procurar por el bien de los demás, y llega después de uno de esos casos espeluznantes de personas pilladas en falta. Hace años, cualquiera con una vida algo licenciosa temía salir de refilón en una fotografía en el diario, de bulto en las noticias del informativo o cruzar sin darse cuenta en un directo en el último rincón del país… Más de una vez alguien ha dibujado un círculo en la esquina de una imagen de una grada de fútbol, donde pequeño, borroso pero inconfundible, se distingue al culpable: “Eres tú y estás con otra”.

El último destape involuntario, que deberán descubrir por ustedes mismos (aquí no somos acusicas), lo ha provocado Twitter. En realidad, el o la community manager de un equipo de baloncesto (hasta aquí las pistas) que al felicitar la paternidad de uno de sus jugadores, con foto incluida, desveló más cosas de las que creía. Ese hombre que lucía junto a su lustroso retoño y su pareja era también el novio “hasta ayer mismo” de la hermana de una usuaria de Twitter. Y desde hacía tres años. Al leerlo un escalofrío recorre la espina dorsal: tremendo enredo, que por suerte salpica a otros.

El club borró el mensaje, pero el mal ya estaba hecho. No han faltado bromas de mal gusto en la red social de Elon Musk, que ha vuelto al mítico pájaro después de unos días del perro Doge como símbolo. Qué fácil es reírse de la desgracia ajena. “A mí el Merlosplace comparado con esto me parece nada”, escribió un usuario, en referencia a otro sainete destapado por videconferencia en pandemia. A cualquier boomer de bien, le sonará más a Melrose Place, esa mítica serie, donde un puñado de treintañeros compartían cama y urbanización, con rupturas, crisis y traiciones… Una versión salsera y subida de tono de la legendaria Sensación de Vivir.

No solo los espías gozan de dobles (o triples) vidas. Las historias de hombres (la estadística casera a vuelapluma indica que ellos lo hacen más) con dos hogares a los que volver, dos familias a las que abrazar y dos perros a los que pasear existen desde siempre. Del tipo más ilustrado, véase François Mitterrand, a tu amiga, que todavía no sale de su asombro: resulta que su novio guaperas, médico de profesión, con el que se veía entre operación y operación, llevaba años casado con otra. Suerte que los nuevos hippies del poliamor borrarán toda la gracia de la que se reviste el engaño, construirán una sociedad anodinamente honesta y arrebatarán a Twitter, a Telecinco y al bar del pueblo la posibilidad de seguir viviendo de las miserias ajenas.

Y todo ello en Semana Santa, unos días festivos, con la sensibilidad a flor de piel en una sociedad católica no practicante. Incluso el más ateo mira con desconfianza el trozo de carne en el plato en Viernes Santo. Hasta Dios, Twitter y TV3 se alían para unir a una pareja imposible: el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, del PP, y Teresa Rodríguez, ex-Podemos y portavoz de Adelante Andalucía. “Se puede hacer humor de todo. También de la Semana Santa. Pero no con tantísima malaje, ignorancia y andaluzofobia”, escribió Rodríguez en Twitter sobre un gag del programa de la televisión pública catalana Està passant, donde se mofaban de la Virgen del Rocío. “Es una falta de respeto a Andalucía, y a miles de andaluces y sus tradiciones. Espero que para pedir perdón sepan hacerlo mejor”, tuiteó Moreno. Toni Soler, el director del espacio y presentador, le sacó rápido de dudas: “Puedes esperar sentado”. Típico amorío de Semana Santa que dura dos días.