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Anatomía de Twitter
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

No hagas caso a Ayuso y apaga la luz

Las quejas de la Comunidad de Madrid por la orden de apagar los escaparates de noche para ahorrar energía iluminan las redes

Medidas ahorro energetico
El Teatro Real de Madrid, con la iluminación exterior apagada, la noche del miércoles.JUAN BARBOSA
José Nicolás

El vídeo dura poco más de un minuto. En él, un grupo de jóvenes pasean de noche por las calles de Montpellier (Francia) apagando los interruptores de los escaparates de establecimientos cerrados al público. Está acompañado de un mensaje claro y directo: Éteignez la lumière! (”¡Apagad la luz!”). El vídeo tiene casi ocho millones de reproducciones, y el tuit ha sido compartido por cerca de 20.000 personas.

Apagad la luz. Eso mismo quiere que hagamos el Gobierno ante la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. Para ahorrar, el Ejecutivo aprobó un decreto que desde el miércoles desconecta la iluminación de los edificios públicos, obliga a apagar los escaparates de los comercios a partir de las diez de la noche y regula los termostatos. Algunos países europeos ya han tomado medidas similares. Sin embargo, hay comunidades autónomas donde la decisión no ha caído del todo bien. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien en abril redujo un 10% los trenes de Metro alegando que había subido la tarifa de la luz, se pronunció radicalmente en contra de las medidas del Gobierno. “Madrid no se apaga. Esto genera inseguridad y espanta el turismo y el consumo. Provoca oscuridad, pobreza, tristeza”, tuiteó. Ahora, afirma, recurrirá el decreto al Constitucional.

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Olvida Ayuso que lo que debe generar seguridad es el alumbrado público, no el de las tiendas del centro de las ciudades. La iluminación nocturna de establecimientos cerrados es absurda, supone malgasto energético y causa contaminación lumínica. En esta línea tuiteaba el periodista Álvaro López: “Apagar las luces innecesarias de una ciudad por la noche no solo es útil por ahorro, sino una ayuda para quienes sufren cómo un letrero filtra la luz hasta su habitación”. “Ese gas ahorrado no es para Sánchez, es para nuestra industria: para mantener producción y empleo. Qué les va a contar a los comerciantes de Madrid cuando la industria tenga que parar, entremos en recesión y caiga el consumo. Antes perjudicar a los madrileños que arrimar el hombro”, dice @Javi_Gutierrez_ a Ayuso, quien también preguntaba en su tuit por el ahorro que se aplicaría el Gobierno a sí mismo.

Sobre la tristeza que causaría el apagón de escaparates, Herrero Keytel (@juanpologarca1) recuerda la orden de la Comunidad sobre las residencias de ancianos en los momentos más duros de la pandemia —también lo recuerda cada día en esa red social el periodista de Infolibre Manuel Rico—: “Dice doña @IdiazAyuso que apagar las luces de los escaparates produce mucha tristeza, no como dejar sin oxígeno y sin asistencia médica a mayores en residencias, que produjo una gran alegría”. “La mayor parte de los habitantes del planeta no tienen aire acondicionado ni calefacción. Pero aquí mucha gente se indigna porque, ante una situación mundial alarmante (cambio climático, guerras) piden ajustar el termostato y apagar luces innecesarias en las ciudades”, resume en un hilo el fotoperiodista Olmo Calvo.

Las reacciones del Gobierno de Ayuso no quedaron ahí. Como si de un juego de niños se tratara y no de una crisis energética mundial, el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo regional, Enrique Ossorio, aseguró que las medidas resultan inaplicables porque no se fija cuánto tiempo debe estar apagada la luz de los escaparates, que si se apagan unos segundos, se cumple el decreto. ¿Dónde queda el sentido común? ¿No son conscientes de que no se trata de un capricho, sino de algo necesario para que las reservas de gas europeas aguanten hasta el invierno?

Quizá esto no sea más que otra provocación. Como dijo José Luis Sastre en Hoy por Hoy, la prensa pone mucho el foco en Ayuso, sí, pero porque gobierna, porque su discurso se traduce en políticas e impacta en el de su partido, que hoy encabeza las encuestas electorales. Mejor no hacer caso a las ocurrencias trumpistas de Ayuso y apagar la luz.

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Sobre la firma

José Nicolás
Trabaja en la sección de Opinión, es uno de los encargados de sus contenidos digitales y escribe en 'Anatomía de Twitter'. Es graduado en Periodismo por la Complutense y máster en Periodismo de Datos y Nuevas Narrativas en la Universitat Oberta de Catalunya. Antes de su llegada a EL PAÍS trabajó en Onda Regional de Murcia y Cadena SER.

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