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Columna
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¿Por qué en México no se puede comprar el álbum del Mundial femenino?

En países cuyos equipos masculinos no clasificaron al Mundial de Qatar 2022, los coleccionistas pudieron comprar el tradicional álbum de Panini. Entonces, ¿por qué los varones sí y las mujeres no?

Jugadoras de la selección de Colombia antes de su partido contra Inglaterra
Jugadoras de la selección de Colombia antes de su partido contra Inglaterra.CARL RECINE (REUTERS)
Andrés Rodríguez

Una niña, de unos cinco años, viste la playera del América, equipo de Ciudad de México y conoce el deporte que le apasiona. Le pide a su padre ir a buscar el álbum de Panini de la Copa Mundial Femenina de la FIFA. “Vamos a ver si lo conseguimos”, le dice el padre, Raúl H. Cohen. ¿Por qué? No es porque la selección mexicana no haya logrado la clasificación al torneo de selecciones más importante del mundo. Es porque este álbum no lo venden en cada esquina como pasa con el álbum varonil. Solo se puede comprar en las tiendas oficiales de la empresa editora, pero a México no ha llegado.

“Recorrimos tres [tiendas] hasta que logramos encontrarlo. Por desgracia a México no llegó el álbum que todos conocemos de estampitas intercambiables que trae los grupos, posters y demás detalles que se suele encontrar en el varonil”, relata Cohen en un video en TikTok. Panini, solo ha comercializado en México una versión alternativa de su tradicional álbum. Uno con tarjetas. Argentina y Colombia, cuyos equipos sí fueron seleccionados para la competición, corrieron con la suerte de poder contar con el libro de estampas en sus países.

Sin embargo, este no es un precedente, ya que en países como Bolivia o Venezuela, naciones cuyos equipos masculinos no clasificaron al Mundial de Qatar 2022, los coleccionistas —niños y adultos—pudieron comprar el tradicional álbum. Entonces, ¿por qué los varones sí y las mujeres no?

El Mundial Femenino de 2023 es una cita histórica de “primeras veces” por distintas razones. Es la primera vez que 32 selecciones se enfrentan en un campeonato binacional, que tiene como sedes a Australia y Nueva Zelanda. Asimismo, la FIFA por primera vez garantizará un salario a todas las jugadoras participantes en el mundial, quienes recibirán al menos 30.000 dólares, monto que sube a medida que las selecciones clasifican a las siguientes rondas. Doce de las 32 entrenadoras son mujeres, siendo la cifra más alta de la historia.

En esta versión, también ser madre y jugar al fútbol es por primera vez compatible y un derecho, siguiendo el precedente establecido por el máximo organismo del balompié en 2020, que estableció que no se puede rescindir el contrato de ninguna jugadora que quede embarazada. Por esta razón la cita futbolística de Oceanía es el Mundial con más jugadoras que son madres de la historia, 11 en total, ya que las federaciones les han permitido viajar con sus hijos y sus cuidadores. Otro dato que no es menor, es que la brasileña Marta da Silva se convirtió en la primera futbolista en disputar seis mundiales.

Sin embargo, la FIFA, a pesar de todo lo anterior citado, batalló para poder vender los derechos de transmisión de la competencia. Cuando faltaban dos meses para la ceremonia inaugural, que fue el 20 de julio, el Mundial corría el riesgo de no ser transmitido debido a la falta de interés por parte de las televisoras. Ni el atractivo futbolístico de Marta, una histórica por dónde se la vea, o el hecho que Australia y Nueva Zelanda reúna a todas las ganadoras del Balón de oro, como la estadounidense Megan Rapinoe, la española Alexia Putellas o la sueca Ada Hegerberg, fue un aliciente.

La FIFA pidió justicia y respeto para el fútbol femenino, ya que las ofertas de algunos mercados “no reflejan el valor del juego”. “Ofertas de solo 1 al 3% en algunos mercados, comparadas con las de la Copa del Mundo masculina del año pasado. Más beneficio, igual a más inversión en el fútbol femenino”, publicó el pasado 31 de mayo en Twitter Bryan Swanson, director de relaciones públicas de la FIFA.

Las televisiones públicas de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España argumentaron que la oferta a la baja que emitieron fue debido a los horarios matinales y la dificultad para obtener un retorno económico satisfactorio. Los partidos de Francia se jugaron alrededor de las 12 del mediodía, mientras que en España como a las 9.30, en la mañana. En cambio, en Latinoamérica, dependiendo la región, los juegos inician entre las tres y siete de la mañana, un argumento que podría ser válido, si es que el Mundial de Corea y Japón, en 2002, no hubiera tenido una franja horaria de transmisión similar. Hace más de 20 años no le pusieron peros, ¿hoy sí son válidos?

Una publicidad de uno de los patrocinadores de la selección de Francia, con ayuda de inteligencia artificial y postedición, ha mostrado que jugadoras como Sakina Karchaoui o Eugénie Anne Le Sommer son igual de buenas que Antoine Griezmann o Kylian Mbappé.

Pero para que el fútbol femenino siga creciendo y mejorando aún más es necesario invertir. “La realidad es que mucha gente habla de igualdad, pero cuando viene el momento de poner el dinero en la mesa no hay mucho”, lamentaba la senegalesa Fatma Samoura, secretaria general de la FIFA, en conversación con EL PAÍS el pasado 11 de mayo.

Se debe ir más allá de una tablet, un abrazo y un beso. Este fue el cuestionado y criticado reconocimiento que la selección colombiana de mujeres recibió de su federación por la histórica campaña que están realizando, alcanzando los cuartos de final por primera vez en su historia. La afición mostró su desaprobación frente al premio que la Federación Colombiana de Fútbol le entregó a las jugadoras por haberse clasificado a octavos de final, considerando que la selección masculina recibió 12 millones de dólares en 2018 por el mismo logro.

“Queremos una cosa muy simple, que los esfuerzos que la FIFA está haciendo para equilibrar el fútbol femenino con el masculino, sea algo que también hacen nuestros socios. El fútbol femenino no solo se puede desarrollar con la FIFA, para jugar necesitamos valorizarlo”, complementaba Samoura

Marta da Silva, una de las mejores de la historia, lo recalcaba tras caer eliminada con Brasil en lo que será su última participación en un Mundial. En conferencia de prensa, con lágrimas en el rostro —claramente emocionada—, recordaba que creciendo no tenía una ídola de fútbol femenino, porque “ustedes no mostraban el fútbol femenil”, les dijo a los periodistas presentes.

“Hoy tenemos nuestras propias referentes. Esto no hubiera pasado si nos hubiéramos detenido ante los primeros obstáculos. Es una lucha continúa, que no comenzó conmigo, sino con muchas atrás. La gente nos pide que nuestra generación continúe haciéndolo, inspirando cada vez a más jóvenes. Es lógico que estoy muy feliz de ver todo esto”, agregaba da Silva. La última imagen poderosa la acaba de dejar Sam Kerr, capitana de Australia. Después de ganar el partido más histórico de su vida y clasificar para las semifinales, le regaló su camiseta a una niña súper emocionada.

Puede que las jugadoras de este Mundial no tuvieran referentes a los que parecerse, pero ahora han cambiado la historia y ellas son un símbolo para millones de niñas. Solo falta que el álbum Panini del próximo Mundial pueda comprarse en todas partes.

Una niña recibe una playera de una jugadora de futbol.
Una niña recibe una playera de una jugadora de futbol.CORTESÍA

Un documental: ‘Copa 71′, sobre el primer Mundial que jugaron las mujeres

Por Almudena Barragán

Este nuevo documental es narrado por las pioneras que participaron en el primer mundial femenino, celebrado en 1971. La primera edición se celebró en Italia y participaron en él Inglaterra, Alemania, México, Italia, Austria, Suiza y Dinamarca. El torneo fue presenciado por multitudes récord y sin embargo fue borrado de la historia del deporte hasta ahora. La segunda edición se celebró en México ese mismo año. La selección mexicana llegó a semifinales y obtuvo la mejor clasificación que un equipo mexicano haya tenido en un Mundial. Aquel partido en el Estadio Azteca de Ciudad de México reunió a cerca de 100.000 espectadores. Ambos torneos fueron organizados por la Federación Internacional de Futbol Femenino (FIFF) sin embargo, la FIFA nunca lo reconoció. El documental está dirigido por Rachel Ramsay y James Erskine y producido por Venus y Serena Williams. Se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) este septiembre. Aquí puedes ver el tráiler.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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