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España pide a México “acelerar” la relación bilateral en vez de tomar una pausa

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, insiste en que las declaraciones del presidente López Obrador son “injustificadas”

Elías Camhaji
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda de prensa en Madrid este 14 de febrero.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda de prensa en Madrid este 14 de febrero.Chema Moya (EFE)

España prefiere acelerar la relación con México en vez de tomar una “pausa”. Ese es el mensaje que ha mandado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda de prensa en Madrid este lunes. Las declaraciones de Albares se producen después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijera la semana pasada que lo mejor era “pausar” las relaciones entre ambos países “para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista”. Albares ha buscado reducir las tensiones de los últimos días, pero ha insistido en que los dichos del mandatario están “injustificados”.

“Lo que tenemos que hacer es acelerar nuestras relaciones”, ha dicho Albares, en una conferencia conjunta con su homólogo de Países Bajos, Wopke Hoekstra. “En este momento, las relaciones no están pidiendo una pausa, están pidiendo que los Gobiernos acompañemos lo que no deja de ser una aceleración año a año desde hace por lo menos 15 o 20 años”, ha insistido.

Las declaraciones que hizo López Obrador en su conferencia de prensa diaria provocaron sorpresa en España por el tono y porque no se había ventilado ningún conflicto público en la relación bilateral. “No queremos que nos roben, así como los españoles no quieren que les robe ningún país”, dijo el Ejecutivo el miércoles pasado. Apenas a finales de enero, el Gobierno de Pedro Sánchez había dado su beneplácito a la propuesta mexicana para la Embajada en Madrid, Quirino Ordaz, exgobernador opositor del Estado de Sinaloa, aunque la aprobación tardó meses más de lo previsto. El país latinoamericano discute una nueva reforma eléctrica que privilegia el papel del Estado mexicano en detrimento de inversiones extranjeras en el sector.

Albares tuvo ese miércoles una llamada telefónica con el titular mexicano de Exteriores, Marcelo Ebrard, y dijo que la conversación fue en buenos términos. Ambos coincidieron en la toma de protesta de la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, el 27 de enero. “Siempre que nos hemos cruzado hemos tenido encuentros muy cordiales”, dijo el ministro español.

Un día después, López Obrador descartó una “ruptura” y dijo que se trataba de una “protesta fraterna”. El mandatario se ha quejado directamente del papel de empresas españolas como Repsol, OHL e Iberdrola: “Abusaron de nuestro país y de nuestros pueblos”. Algunos sectores critican que el conflicto bilateral ha surgido de la nada para desviar la atención de otros cuestionamientos y que ha sido una herramienta del presidente para reivindicar su proyecto de gobierno a dos meses de una cita crucial: el referendo sobre revocación de mandato.

Las críticas son similares a las que hubo después de que el jefe de Estado mexicano mandara en marzo de 2019 una carta al Rey para que pidiera disculpas por los excesos cometidos durante la conquista. Formaciones políticas en los extremos políticos de ambos lados de Atlántico han entrado al tema, en algunos casos para intentar capitalizar la polémica. Las declaraciones, sin embargo, no han derivado en ninguna acción diplomática formal y Albares ha dicho que no se baraja ninguna otra medida más que el diálogo que ya se ha entablado.

El diplomático ha dicho que el rechazo a las declaraciones de López Obrador se fundamenta en que “el Gobierno español y la sociedad española no han hecho nada para motivarlas”. “No responden a la realidad de la relación entre dos pueblos hermanos con lazos de todo tipo, que van desde lo cultural y lo lingüístico hasta lo humano y lo económico”, ha agregado.

Albares ha comentado que las relaciones son “buenas” y ha citado cifras bilaterales de inversión e inmigración, así como a un “pasado común”, para enfatizar en las similitudes que unen a ambos países. El ministro dijo que unas 7.000 empresas españolas tienen presencia en México, destacó que las inversiones mexicanas en España rondaron los 25.000 millones de euros y que las empresas mexicanas eran bienvenidas.

“El Gobierno de España va a defender a sus ciudadanos, a sus empresas y el buen nombre de España ante cualquiera y ante cualquier situación”, ha zanjado Albares. A pregunta de este diario, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha dicho que por el momento no contempla hacer comentarios.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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