_
_
_
_
_

Paula Camarós, matrona: “Vivimos en una cultura en la que parir es presentado como un evento doloroso, peligroso y dañino”

La divulgadora y creadora de un centro para la maternidad acaba de publicar su primer libro, ‘El poder de crear vida’, con el que propone dar todas las respuestas que una mujer necesita para vivir el embarazo y el parto de forma consciente y empoderada

Paula Camaros partos
Paula Camarós, matrona y divulgadora, acaba de escribir su primer libro.Héctor Vila

Dicharachera, siempre con una sonrisa dibujada en la cara, hiperactiva en redes sociales, esposa, madre de dos hijos y matrona. Una matrona que explica las cosas para que todo el mundo lo entienda, con un lenguaje fácil y cercano, pero siempre teniendo como base el rigor científico. Así es Paula Camarós (Madrid, 34 años). Ella divulga e informa principalmente sobre bebés, partos y maternidad, pero también se ocupa de parejas, de hijos y de los problemas del día a día. Es una todoterreno. Quizás por esta personalidad emprendedora llega a conectar tan bien con un público que no hace más que crecer. Actualmente, tiene la nada despreciable cifra de 231.000 seguidores en su cuenta de Instagram.

Como si Camarós hiciera pocas cosas en su vida, ahora, además, acaba de publicar su primer libro, El poder de crear vida (Planeta). En sus páginas, esta matrona da información para afrontar “el que será uno de los mayores retos de la vida de una mujer”. Y admite que, a pesar de estar inmersos en la era de la información, seguimos desconociendo muchísimas de las realidades que rodean al parto y a la maternidad.

PREGUNTA. Otro libro más de maternidad a añadir al mercado, pero en el suyo hay algo más. ¿El qué?

RESPUESTA. Sí, añade algo más. Hace más de seis años que me lancé a divulgar en mi canal de YouTube y en redes sociales y me ha dado la oportunidad para explicar la obstetricia con términos adecuados a un lector u oyente que no sea sanitario. Cuando decidí escribir El poder de crear vida me propuse dar todas las respuestas que una madre necesita para vivir el embarazo y el parto de forma consciente y empoderada. La información es poder, siempre lo digo, y en este caso, leer mi primer libro les va a aportar ese conocimiento y calma que necesitan para afrontar el que será uno de los mayores retos, a mi parecer, de sus vidas.

P. La profesión de matrona está cada vez más visibilizada, ¿considera que ha puesto su granito de arena en eso?

R. Así lo siento y me siento orgullosa por ello. Las matronas hacemos una función primordial en la atención de la mujer embarazada, así como en el seguimiento del recién nacido hasta sus primeros 28 días de vida. Me formé en el Reino Unido, país pionero en parto respetado en el que aprendí que otra maternidad y manera de nacer era posible. Tras varios años allí me propuse acompañar a las familias y ser parte de su historia aquí, en España. Poder ayudarlas a traer a su bebé al mundo en entornos respetados y humanizados fue mi motivación para abrir en 2017 mi centro para la maternidad, Baby Suite [en él, sugiere acompañamiento a las futuras madres desde el minuto cero].

P. ¿Cree que algunas mujeres no se fían de ser acompañadas por su matrona en el parto y quieren a toda costa un ginecólogo?

R. No considero que sea un tema de no fiarse, opino que es más un tema generacional. En España tenemos profesionales maravillosos, pero también a algunos que no se actualizan y que siguen ejerciendo desde el “siempre se ha hecho así”. Por otro lado, muchas veces me topo con mujeres muy desinformadas, fruto de llevar su embarazo por dos vías (pública y privada) sintiendo que más citas es mejor, cuando esto es contraproducente para mamá y bebé. Sumado a esto, las matronas escasean en España, siendo imposible ofrecer un servicio con un ratio 1:1 como en muchos otros países que lideran las listas.

P. ¿Existe alguna alternativa a la anestesia que puede paliar el dolor durante el parto?

R. El abanico que podemos ofrecer a las mujeres para aliviar el dolor es amplísimo. Desde el plano no farmacológico —como la hidroterapia, inyecciones de agua estéril o hipnoparto— hasta medidas intermedias —como el Entonox o gas de la risa— u opciones farmacológicas como, por ejemplo, la anestesia epidural. Por tanto, la anestesia es una opción más para la mujer y tiene que ser informada de todas las que están a su alcance.

P. ¿En qué consiste, por ejemplo, un hipnoparto?

R. En el hipnoparto se forma y se prepara a la mujer para que afronte el proceso de parto como un evento natural, fisiológico y calmado. Se hace gracias a técnicas que fomentan la gestión de la activación física, la relajación muscular, la gestión del miedo, la tensión y el dolor. Se busca llegar al parto en confianza y calma, a abrirse a vivirlo de la forma que necesite el bebé y su cuerpo. Esta técnica favorece la minoración del dolor, el respeto de las propias decisiones y la eliminación de la incertidumbre ante el proceso. Y favorece que la mujer gestione, acepte y disfrute de todo aquello que su cuerpo está preparado para hacer, dejándose asistir por aquellas personas que necesite el día de parto, feliz de dar la bienvenida a su bebé y no temiendo ese momento.

P. ¿Es doloroso el parto?

R. En referencia al dolor en el parto es importante diferenciar lo que sería un dolor bueno, es decir, aquel que nos acerca con cada contracción a nuestro bebé, a un sufrimiento que lleva implícito una connotación negativa. Es decir, vivimos inmersas en una cultura en la que desgraciadamente parir es presentado como un evento doloroso, peligroso y dañino para la mujer. La atención protocolaria que se dispensa, así como la forma en la que a muchas mujeres se les insta a dejar todo en manos del profesional, aumentan la incertidumbre y desconfianza en sí mismas y en su propia capacidad para llevar a cabo el parto.

P. ¿Cuál sería el parto perfecto?

R. Esta respuesta es compleja y sería muy difícil definir el parto perfecto porque más allá de que suceda como una mujer quiere, lo que debemos garantizar a toda costa es la salud y el bienestar materno-fetal. Por ello, diría que el parto perfecto es aquel en el que, acontezca como acontezca, la mujer ha sentido que ha sido tenida en cuenta, respetada e informada en todo momento de lo que iba a ocurrir.

P. ¿Cuáles son los miedos más recurrentes de las mujeres en el embarazo?

R. A no saber hacerlo, a no ser capaz, al propio parto. Siente miedo, miedo y miedo. Yo les explico que el temor tiene la función de alertar de que la forma en la que está sucediendo el parto no es la que conviene para su bienestar y el de su bebé. Cuando se entiende el origen del mismo, te liberas de pensar que tienes que eliminar esa emoción, moviéndote hacia otro contexto que te resulte más adaptado, aliándote con ese miedo. Cuando el embarazo o el parto se ve afectado por el horror, sin entenderlo, lleva a que los sistemas fisiológicos que favorecen el parto natural se vean bloqueados o que funcionen de forma menos eficiente. Por ejemplo, tensionando los músculos, enlenteciendo la dilatación o haciendo menos productivas las contracciones uterinas.

P. ¿Por qué sigue siendo tabú la depresión posparto? ¿Qué función tiene la matrona en ello?

R. La salud mental en general es un gran tabú. De hecho, se dice que es la verdadera pandemia de este siglo. Si la salud mental en general es tabú… imagina el posparto. La gente idealiza la maternidad. Cree que tener un bebé te hace estar feliz, pletórica y que se crea ese vínculo instantáneo con el bebé. Y la realidad, muchas veces, es otra… hay mujeres que no sienten ese vínculo instantáneo, que pasan el embarazo con depresión, otras que han pasado por un nacimiento traumático… No debemos mirar hacia otro lado. La pareja y el entorno deben dar la voz de alarma y la matrona debe hacer una pronta derivación a un especialista si es necesario. Y esto es clave para que el malestar de la mujer no vaya a más.

Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter quincenal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_