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Día del cáncer infantil: la fundación Juegaterapia recuerda la importancia de que los niños sigan siendo niños en el hospital

Los jardines al aire libre creados por esta organización en las azoteas de centros médicos españoles ayudan a los menores en tratamiento oncológico y a sus familias durante la enfermedad

Los jardines creados por Juegaterapia en centros médicos al aire libre, en azoteas, ayudan a los menores en tratamiento oncológico y a sus familias durante la enfermedad

El tratamiento de un niño con cáncer puede significar que él y su familia pasen meses, e incluso años, en la habitación de un hospital. Para paliar esta estancia, que puede ser ardua y aburrida, la fundación Juegaterapia, que ayuda a estos menores a través del juego, lleva una década convirtiendo distintas zonas de los centros médicos españoles en lugares en los que los menores puedan desconectar. Una de estas iniciativas son los jardines en las azoteas: un lugar verde, con columpios y al aire libre. Para enfatizar su creación, la fundación ha lanzado este miércoles 15 de febrero, Día Internacional del Cáncer Infantil, la campaña Jardín Mágico: Seguir siendo niños.

Con la iniciativa, los promotores pretenden homenajear, un año más, a estos menores. Los protagonistas del vídeo de un minuto de duración son Amaia, Laia, Paula, Ignacio, Leire, Bárbara y Kike, todos ellos niños y niñas que se encuentran en la actualidad en tratamiento oncológico. La campaña es del realizador Julián Zuazo, producida por Sal Gorda y rodada en el jardín del Hospital de la Paz, en Madrid.

“El juego es para los menores, hospitalizados o no, una verdadera píldora que suprime o amortigua el dolor físico, la ansiedad, el estrés y el miedo”, explica en un comunicado Juan Casado Flores, profesor emérito del Hospital Niño Jesús y Universidad Autónoma. “De esta manera”, prosigue, “muchos hospitales infantiles están incorporando al proceso curativo este medicamento inofensivo, pero muy eficaz”. Para el experto, además, el juego al aire libre hace que algunos niños quieren volver a vivir: “Descubren que existe la luz, el aire, las nubes y los pájaros, inexistentes en las habitaciones o en las salas de hospitalización”.

“Efectivamente, es una idea maravillosa que los niños tengan la oportunidad de salir a jugar al aire libre en un espacio completamente habilitado y seguro para ellos y, por supuesto, precioso”, añade Sandra, madre de Paola, una niña en tratamiento oncológico. Para ella, lo más importante es “que por un ratito puedan olvidar las cuatro paredes de la habitación”.

El cáncer infantil es considerado una enfermedad rara. Afecta en España a unos 1.500 menores al año, con una supervivencia del 80% a los cinco años, según datos de la Asociación Galbán, que ayuda a familias de niños con cáncer en el Principado de Asturias. Las asociaciones y familias reclaman más investigación, ya que todavía hoy dos de cada diez menores fallecen a causa de esta enfermedad y es la primera causa de muerte en los menores de 14 años. El diagnóstico pone patas arriba la vida de los niños y adolescentes y todo su entorno. Tener la oportunidad de ofrecerles un lugar para evadirse y divertirse mientras están ingresados puede ayudar a paliar algo del sufrimiento que conlleva el proceso médico, social y personal de la enfermedad.

Cómo surgió la idea de los jardines

Mónica Esteban, presidenta de la fundación Juegaterapia, explica que la idea de crear jardines en los centros médicos surgió después de ir cada viernes a los hospitales. Allí se dieron cuenta de lo necesario que era el juego al aire libre. Según explica, tras ver distintos lugares de los hospitales encontraron el sitio perfecto: las azoteas: “Un espacio que convertir en un mundo mágico y lleno de aventuras para que los niños puedan seguir jugando, porque Juegaterapia es juego, en todas sus versiones”.

A través de sus campañas, la fundación busca concienciar sobre la importancia de fomentar el universo del juego en tratamientos de cáncer pediátrico. Según informan, estos afectan al estado de ánimo durante el largo camino de la curación que tienen que recorrer los pequeños. Además de esta, otra de sus iniciativas más conocidas son los Bebés Pelones, de los que han vendido más de un millón. Estos muñecos imitan a los peques con cáncer —con un pañuelo en la cabeza— y se crearon con la intención de acompañarles mientras están ingresados. Muchos famosos han prestado su imagen para colaborar con esta campaña, entre ellos David Bisbal o Shakira.

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