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El extremista Jim Jordan pierde la primera votación para presidir la Cámara de Representantes de EE UU

El candidato ultraconservador aliado de Trump se queda a 17 votos de la mayoría necesaria

El congresista por Ohio Jim Jordan (en el centro), durante la sesión de este martes.
El congresista por Ohio Jim Jordan (en el centro), durante la sesión de este martes.JONATHAN ERNST (REUTERS)
Miguel Jiménez

Jim Jordan, un aliado de Donald Trump, señalado por la comisión parlamentaria que investigó el asalto al Capitolio por su papel para intentar anular la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, miembro destacado del ala radical del Partido Republicano, ha perdido este martes la primera votación para ser elegido presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Jordan, sin embargo, está cerca de lograr la mayoría necesaria para suceder en el cargo al destituido Kevin McCarthy. Los congresistas tendrán que seguir votando hasta que Jordan u otro candidato logre la mayoría. El presidente en funciones de la Cámara ha levantado la sesión y la segunda votación se espera para la mañana de este miércoles en Washington. Mientras, la actividad legislativa está paralizada.

El candidato trumpista ha logrado 200 votos, con lo que se ha quedado a 17 de lograr la elección, pues en estos momentos hay dos vacantes y la Cámara cuenta con 433 congresistas. El denominador común de buena parte de los 20 republicanos que no le han apoyado es que se trata de representantes elegidos en distritos donde Biden ganó las elecciones de 2020. Si son percibidos como extremistas, se arriesgan a perder el puesto en los comicios del 5 de noviembre de 2024, en que a la vez que se elige presidente, se renuevan los 435 escaños de la Cámara y un tercio del Senado.

Jim Jordan, de 59 años, es uno de los cofundadores del Freedom Caucus (Grupo de la Libertad), el ala dura del Partido Republicano. Fue el primer presidente de ese grupo, entre 2015 y 2017, y su vicepresidente desde entonces. Desde este año presidía la comisión judicial de la Cámara de Representantes. Es un ultraconservador que se opone por sistema al gasto público (incluso ante situaciones de emergencia), que defiende una prohibición federal del aborto en todo el país y que sigue sin reconocer la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

Su ascenso supone un triunfo del chantaje al que el ala dura ha sometido al Partido Republicano. Un puñado de extremistas provocó la caída de Kevin McCarthy. Luego, en una votación interna del grupo parlamentario, el preferido fue Steve Scalise, una opción derechista, pero menos radical. Eso debería haberle asegurado el cargo, pues lo normal es cerrar filas con el ganador. Sin embargo, Scalise tuvo que tirar la toalla al ver que no iba a lograr en el pleno el voto de los más radicales de su partido. Tras retirarse, Jim Jordan logró la nominación en una nueva votación interna.

Aunque lo habitual es que el presidente de la Cámara de Representantes sea elegido en la primera votación del pleno, McCarthy necesitó en enero 15 rondas antes de lograr su sueño de hacerse con el mazo de speaker. Fue la presión de Trump la que ya entonces desbloqueó su elección en una dramática sesión nocturna. La idea de los republicanos era no repetir ese espectáculo buscando previamente un candidato que lograse el consenso en el seno del grupo. Una votación interna mostró que Jordan no tenía ese apoyo, pero el candidato y sus partidarios han logrado convencer a buena parte de los moderados (con argumentos y con presiones). Luego, Jordan ha preferido ser derrotado en primera instancia en el pleno para que los resistentes que se oponen a su elección queden retratados y señalados.

La nominación del candidato republicano ha sido presentada por Elise Stefanik, congresista por Nueva York, que ha aprovechado su discurso para criticar a Joe Biden y presentar la visión apocalíptica de Estados Unidos que suscriben los trumpistas. Ha presentado a Jordan como un “patriota y un guerrero del América, primero” y ha hecho referencia a su pasado como luchador deportivo.

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Los demócratas, por su parte, han nominado a su líder en la Cámara, Hakeem Jeffries, que ha sido el más votado en esta primera ronda, con los 212 votos de su grupo, pero sin opciones de alcanzar la mayoría requerida. “Estamos aquí porque la Cámara se ha sumido en el caos. Estamos aquí porque esta Cámara sagrada ha sido llevada a un punto de ruptura por dos fuerzas peligrosas, el extremismo y el partidismo”, ha indicado el demócrata Pete Aguilar en el pleno antes de lanzar una crítica demoledora de Jordan.

“Un voto hoy para hacer presidente de esta Cámara al arquitecto de la prohibición del aborto en todo el país, negacionista electoral y partidario de la insurrección, sería un mensaje terrible para el país y para nuestros aliados”, ha dicho Aguilar. “Estamos hablando de alguien que ha pasado toda su carrera tratando poniendo en peligro nuestra seguridad nacional, intentando un cierre de Gobierno tras otro, malgastando el dinero de los contribuyentes en investigaciones infundadas con callejones sin salida, autor del mismo proyecto de ley que prohibiría el aborto en todo el país sin excepciones e incitando a la violencia en esta Cámara. Incluso líderes de su propio partido le han llamado ‘terrorista legislativo”, ha añadido, recordando cómo lo llamó un anterior presidente republicano de la Cámara.

Jordan levanta suspicacias en su partido por su perfil ultraconservador, pero también por su negativa a reconocer el triunfo electoral de Biden. “Jim Jordan participó en la conspiración de Trump para robar las elecciones y hacerse con el poder; instó a que Pence se negara a contar los votos electorales legales. Si los republicanos eligen a Jordan como presidente de la Cámara, estarán abandonando la Constitución. Perderán la mayoría de la Cámara y se lo merecerán”, tuiteó la semana pasada la excongresista Liz Cheney, figura destacada en la comisión parlamentaria que investigó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El que le apoya de forma decidida es el expresidente. “Jim Jordan será un gran speaker”, ha dicho este martes Trump a las puertas del tribunal de Manhattan donde se enfrenta a acusaciones de fraude empresarial en un caso civil. “Creo que pronto tendrá los votos, si no hoy, en uno o dos días”, ha añadido.

“Jim Jordan es un insurrecto que no tiene cabida como segundo en la línea de sucesión a la presidencia. He sido testigo del asalto mortal a nuestra democracia con mis propios ojos, por lo que me repugna absolutamente que los republicanos extremistas puedan elegir como líder a un insurrecto y negador de las elecciones, alguien que sabía de antemano lo del 6 de enero y no hizo nada para impedirlo”, ha señalado en un comunicado el expolicía Michael Fanone, uno de los heridos en el asalto al Capitolio.

La elección de un radical como líder parlamentario republicano aumentaría el riesgo de bloqueo político en el dividido Congreso de Estados Unidos. El Senado tiene una mayoría demócrata de 51 a 49. La Cámara de Representantes, donde hay dos bajas, está dominada por los republicanos (221 a 212). Para la aprobación de cualquier ley, incluidas las presupuestarias, hace falta que mayoría en ambas. En dos momentos decisivos, McCarthy apostó por llegar a acuerdos con los demócratas. Primero, para suspender el techo de deuda y evitar que el Gobierno incumpliera sus compromisos financieros. Eso le valió una rebelión de los radicales de su partido. Después, para aprobar una prórroga presupuestaria temporal que evitase el cierre parcial de la Administración. Eso le costó el puesto. Por primera vez, un presidente de la Cámara de Representantes fue destituido tras una moción de censura, presentada, además, por un congresista del ala dura de su propio partido, Matt Gaetz.

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Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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