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Israel redobla la guardia en el norte ante el riesgo de una ofensiva de Hezbolá

La escalada de incidentes bélicos en la frontera con Líbano amenaza con abrir un nuevo frente para el ejército en plena guerra contra Hamás

El reservista israelí Tomer, de origen argentino, este martes en el puesto de control de la frontera con Líbano en Rosh Hanikra.Foto: EDWARD KAPROV | Vídeo: EPV
Juan Carlos Sanz

Mientras la guerra en Gaza contra Hamás lleva camino de convertirse en el conflicto más sangriento en medio siglo en Israel, la escalada de incidentes bélicos en la frontera con Líbano amenaza con abrir un nuevo frente contra la milicia proiraní de Hezbolá. La extensión de las hostilidades de sur a norte no es un riesgo menor. La guerrilla libanesa, que ya quedó casi en tablas en la batalla que libró en 2006 contra el ejército israelí, cuenta con decenas de miles de milicianos curtidos durante una década de guerra en Siria y con más de 200.000 cohetes apuntando hacia el Estado judío.

“Miedo no tengo. Pero estamos en alerta máxima y eso acá impresiona bastante”, sentencia en un castellano de sonoridad porteña el cabo Tomer, de 26 años, quien declina facilitar su apellido. Este reservista de moño moreno irisado con mechas rubias, movilizado de urgencia junto con otros 300.000 jóvenes durante el pasado fin de semana, hablaba durante la pausa del bocadillo cuando montaba guardia este martes en el antiguo puesto fronterizo de Rosh Hanikra. “Ya no viene nadie a visitar las grutas marinas”, aseguraba ante un paisaje mestizo de atracción turística y barricadas alambradas, en la lengua que le enseñó su abuela —judía argentina— después de que la familia emigrara a Israel hace más de tres décadas. “Esto se ha convertido en zona de seguridad militar. Ayer [por el lunes] se escuchaba el eco de los combates a pocos kilómetros de distancia”.


Al menos seis combatientes murieron el lunes en el incidente más grave registrado desde hace 17 años en la Línea Azul, la tensa frontera que separa Líbano de Israel, bajo vigilancia de los cascos azules de la ONU. Perdieron la vida dos miembros de la Yihad Islámica Palestina exiliados en Líbano que se infiltraron en territorio israelí; un oficial del ejército de Israel que se enfrentó a ellos, y tres milicianos de Hezbolá en un ataque de represalia desde helicópteros israelíes.

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Los bandos enfrentados han elevado el balance de bajas del enemigo, en la jornada más sangrienta de la que se tiene noticia desde el fin de la guerra del verano de 2006. Entonces perecieron 1.300 libaneses, en su mayoría civiles, y 165 israelíes, casi todos militares, en 33 días de combates. Cuando callaron las armas se desplegaron en la frontera 10.800 militares de 40 países, entre ellos 600 españoles, de la fuerza de interposición internacional. El actual comandante de la Fuerza Interina de Naciones para Líbano (FINUL), el general español Aroldo Lázaro, ha llamado ahora a las partes enfrentadas a ejercer la máxima contención y a coordinarse con el contingente de la ONU para impedir una escalada bélica.

Soldados israelíes, este martes cerca de la frontera con Líbano.
Soldados israelíes, este martes cerca de la frontera con Líbano. Associated Press/LaPresse (APN)

La frontera entre Líbano e Israel incluye zonas en disputa, como las llamadas granjas de Sheba, vaguadas y riscos que Israel ocupa desde hace 56 años junto con los Altos del Golán sirios. En su interior se sitúa el promontorio desde el que partió el proyectil de artillería israelí que segó la vida del cabo español Francisco Javier Soria Toledo, desplegado en la fuerza de la ONU, el 28 de enero de 2015, cerca del pueblo de Marjayun, sede del contingente español de la FINUL. Hezbolá ha lanzado en la mañana de este martes nuevas salvas de cohetes, y la artillería israelí ha replicado machacando las posiciones de lanzamiento de los proyectiles, cerca de las localidades de Blida y Meiss al Yabal. El intercambio de fuego se reprodujo por la tarde.

En el antiguo puesto fronterizo de Rosh Hanikra, la concentración de fuerzas y el despliegue de medios de Israel es patente. Drones de observación vigilan el espacio aéreo con su inequívoco zumbido, mientras lanchas y patrulleras de la Armada sellan la divisoria marítima. La presencia de los masivos carros de combate Merkava IV, de vehículos de transporte de tropas y el despliegue de unidades de reservistas pone de manifiesto que no se trataba de unas simples maniobras.

“Yo me licencié hace cinco años después de casi tres de servicio como sanitario militar”, recordaba Tomer. “Luego pasé un año viajando por América Latina, y ahora estaba acabando los estudios de enfermería”, precisa, “pero pertenezco a una unidad de combate y si me llaman para defender a mi país tengo que acudir donde me reclamen. Yo podía haber sido uno de los asistentes a la fiesta celebrada junto a la frontera de Gaza donde Hamás perpetró una matanza”, explicaba el soldado israelí de origen argentino.

Poblaciones fantasma

A su lado, Gideon El Minerch, un camionero de 56 años nacido en el seno de una familia judía que emigró a Israel desde Marruecos, repartía bocadillos de carne empanada y latas de bebidas gaseosas entre los soldados del viejo puesto fronterizo. “Ya no tengo edad para combatir, pero ayudo como voluntario en lo que puedo. Cuando salga de aquí, tendré que dirigirme con mi camión cargado con verduras con destino a Eilat (en la costa del mar Rojo)”, confiesa su inquietud por tener que atravesar una de las zonas más golpeadas por los cohetes de las milicias islámicas de Gaza, a unos 200 kilómetros al sur de Rosh Hanikra.

Las localidades del norte de Israel más cercanas a la frontera libanesa se han convertido en poblaciones fantasma. Los vecinos se ocultan en el interior de sus casas o cerca de los refugios antiaéreos, si no disponen de estancias de seguridad en sus viviendas. Con las clases suspendidas desde el lunes, muchas familias con menores de edad se han realojado con parientes en el área metropolitana de Tel Aviv.

Al mismo tiempo que la tensión se dispara en la frontera entre Israel y Líbano, dos países que siguen técnicamente en guerra y sin reconocerse diplomáticamente, por aguas cercanas del Mediterráneo Oriental navega el grupo de combate del portaviones Gerald Ford, el más potente de la Armada de Estados Unidos. Un alto cargo del Pentágono citado por Reuters ha advertido ya a Hezbolá de que no tome la “decisión equivocada” de abrir un segundo frente contra Israel.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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