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La vuelta del Reino Unido al programa de investigación Horizonte sana una de las heridas del Brexit

Los científicos británicos tendrán de nuevo acceso a un proyecto dotado con casi 100.000 millones de euros después de verse excluidos por la disputa en torno al Protocolo de Irlanda del Norte

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estrechaban la mano tras sellar el acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, en Windsor, el pasado 27 de febrero.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estrechaban la mano tras sellar el acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, en Windsor, el pasado 27 de febrero.CHRIS J. RATCLIFFE / POOL (EFE)
Rafa de Miguel

Fue una de las pérdidas más lloradas en el Reino Unido, producto de los rencores y malentendidos que provocó el Brexit entre Bruselas y Londres. Finalmente, ambas partes han podido anunciar este viernes que los científicos británicos volverán a tener acceso, al igual que sus colegas de la UE, al programa Horizonte de financiación a la investigación, dotado con casi 100.000 millones de euros. La Comisión Europea y el Gobierno de Rishi Sunak han anunciado de manera conjunta la conclusión de un principio de acuerdo para la asociación del Reino Unido al programa, dentro del marco proporcionado por el Acuerdo de Comercio y Cooperación con el que ambos bloques concluyeron las negociaciones de salida de la UE.

El esfuerzo conjunto de Sunak y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, por poner fin a la prolongada y tormentosa disputa en torno al Protocolo de Irlanda del Norte —el tratado que intenta encajar esta conflictiva región en la era pos-Brexit— ha allanado el camino para permitir la incorporación a Horizonte. El acuerdo comercial ya incluía esta posibilidad, pero Bruselas se cerró en banda a desarrollarla mientras Londres siguiera incumpliendo sus obligaciones internacionales respecto a Irlanda del Norte. La firma el pasado febrero por parte de Sunak y Von der Leyen del Acuerdo Marco de Windsor fue la clave para lograr este avance.

“Contamos con un rico caudal de experiencia que podemos aportar al esfuerzo global, y hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo que permitirá a los científicos del Reino Unido participar en uno de los programas de colaboración científica más importantes del mundo, Horizonte Europe”, ha anunciado un eufórico Sunak, que tiene en su haber político, a pesar de ser uno de los defensores de primera hora del Brexit, la introducción de dosis de pragmatismo, eficacia y diplomacia amable en la deteriorada relación entre Londres y Bruselas.

“La Unión Europea y el Reino Unido son aliados y socios estratégicos clave, y el acuerdo anunciado hoy [este jueves] corrobora esta realidad. Seguiremos estando juntos al frente de la investigación científica global”, ha celebrado Von der Leyen.

El Reino Unido se incorporará también al programa Copernicus, el sistema de satélites de la UE para observar y monitorear la Tierra. Se trata de una compleja red que obtiene información de amplias fuentes, como los propios satélites, sensores en tierra, mar y aire y estaciones de control y observación. El Gobierno británico, sin embargo, ha rechazado incorporarse al programa Euratom. Londres mantendrá el desarrollo de su propia estrategia energética de fusión nuclear, según ha explicado en un comunicado.

Alegría de la comunidad científica

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Aunque los científicos británicos podían, antes del acuerdo anunciado, competir por proyectos financiados por Horizonte, a cambio de que el Gobierno del Reino Unido aportara cada una de esas contribuciones puntuales, no podían liderar esos proyectos concretos. Tal frustración ha impulsado a muchos investigadores a abandonar suelo británico y trasladarse a países de la UE.

“La ciencia consiste, sobre todo, en la colaboración y asociación internacional, y la unión a Horizonte es una gran victoria”, expresaba su euforia Adrian Smith, el presidente de la Royal Society del Reino Unido, la principal organización científica del país. “Nos va a permitir seguir trabajando en un esfuerzo de décadas de colaboración investigadora con nuestros socios europeos, e impulsar nuestras colaboraciones globales, para mantener a esta nación al frente de la ciencia y la innovación”, señalaba.

“Toda la comunidad investigadora va a respirar aliviada al ponerse fin a dos años y medio de incertidumbre”, ha dicho la directora ejecutiva de Cancer Research UK, Michelle Mitchell. “Casi tres cuartas partes de todos nuestros investigadores consultados en el último sondeo señalaban la importancia de la financiación de la UE para sus trabajos, y lo importante que era el programa Horizonte en la lucha contra el cáncer”. El principio de acuerdo alcanzado debe ser ratificado aún por todos los Estados miembros de la UE, y muchos de ellos analizarán con microscopio sus detalles para cerciorarse de que el pacto no se desvía de lo que estableció en su día el Acuerdo de Comercio y Cooperación.

Acuerdo de financiación

Los científicos británicos podrán comenzar a solicitar financiación de Horizonte a partir del 1 de enero de 2024. El programa actual tiene una vigencia de siete años (2021-2027). El Reino Unido no deberá aportar ninguna contribución retroactiva por los tres primeros años. Esa era una de las batallas en torno al acuerdo de reincorporación. Londres deberá aportar anualmente unos 3.000 millones de euros a partir del año que viene.

Se establece además el llamado “mecanismo de recuperación” para que ninguna de las dos partes se sienta en desventaja en un futuro. Si el Reino Unido obtuviera subvenciones por un valor superior al de su propia aportación al programa, el Acuerdo de Comercio y Cooperación impone un mecanismo de corrección, siempre que el exceso supere el 8% durante dos años consecutivos. Si ocurre al revés —Londres da más de lo que recibe—, el límite asciende al 12%, y se activan mecanismos iniciales para estimular una mayor participación de los científicos británicos, antes de llevar el problema al Comité Especializado de Participación en Programas de la Unión. Bruselas impone con este mecanismo su peso y ventaja.

Sin embargo, para compensar, y dado que el Reino Unido lleva más de dos años sin participar en el programa, ambas partes han acordado un tercer mecanismo, temporal y de activación automática, para el caso de que el desequilibrio entre ayudas y aportaciones, en detrimento de la parte británica, supere el 16%.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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