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La condena a un exministro por criticar las ausencias de Mohamed VI reaviva el debate sobre el rey marroquí

El monarca multiplica su asistencia a actos desde su regreso al país en marzo tras las críticas mediáticas a los hermanos luchadores con quienes comparte meses de vacaciones

El rey Mohamed VI presidía el 15 de mayo la presentación de un vehículo en el Palacio Real de Rabat.
El rey Mohamed VI presidía el 15 de mayo la presentación de un vehículo en el Palacio Real de Rabat.MAP
Juan Carlos Sanz

La Corte de Casación, el Tribunal Supremo de Marruecos, ha condenado en firme a tres años de cárcel al exministro Mohamed Ziane, de 80 años y también con nacionalidad española. El que fue titular de la cartera de Derechos Humanos entre 1995 y 1996, antes de militar en la oposición, se halla internado desde hace seis meses en la prisión de El Arjat, en las afueras de Rabat, tras ser encausado por 11 delitos, entre ellos el de “insulto a las instituciones”. Hace un año, difundió un vídeo en las redes sociales en el que criticaba “las ausencias de Mohamed VI”, quien cumplirá 60 años en agosto, por desentenderse presuntamente de los asuntos del reino, y reclamaba que abdicase en favor de su hijo, el príncipe heredero Hasán, de 20 años.

La ratificación de la condena ha reavivado el debate sobre la presencia pública del monarca de la dinastía alauí, que pasó más de seis meses en el extranjero durante 2022 (en Gabón, Seychelles y París) y ha permanecido cerca de tres meses en el exterior desde el inicio de 2023 (en Gabón). El fallo del Supremo se ha conocido tras el retorno de Mohamed VI a Marruecos a finales de marzo desde su residencia de Pointe-Denis, en el estuario de Libreville, coincidiendo con el inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán. En medio de las vacaciones iniciadas en diciembre de 2022, el soberano efectuó una visita oficial el 15 de febrero a la capital de Gabón, donde fue observado por primera vez notablemente más delgado. Luego se vio obligado a cancelar en el último momento, por razones de salud, el viaje oficial que tenía planeado la semana siguiente a Senegal, cuando su ministro de Exteriores, Naser Burita, aguardaba ya su llegada en Dakar. Mohamed VI se ha sometido a sendas intervenciones de cirugía cardiaca en 2018 y 2020.

Desde entonces se han sucedido las informaciones en medios extranjeros —como The Economist, The Times o Le Figaro—, en las que fuentes oficiales no identificadas se hacían eco del malestar en el aparato del Estado marroquí por las ausencias del monarca. En particular, censuraban la creciente influencia que gozan tres hermanos alemanes de origen marroquí vinculados a las artes marciales y muy próximos a Mohamed VI. Se trata de Abu Baker Azaitar, un luchador de artes mixtas de 35 años, conocido en su entorno profesional como Gladiator y con antecedentes penales en Alemania, donde cumplió una condena de dos años de cárcel; su hermano Ottman, también luchador y cuatro años menor y, por último, Omar, entrenador de ambos y gemelo de Abu Baker. Desde que entabló amistad con ellas en 2018, estas tres personas son acompañantes habituales en sus vacaciones.

Abu Bakr Azaitar Marruecos
El luchador marroquí Abu Baker Azaitar, en una competición en Las Vegas (EE UU), en marzo de 2021.Mike Roach (Zuffa LLC)

Los medios internacionales han seguido ahora una senda crítica abierta hace dos años por portales digitales marroquíes considerados próximos a los servicios de inteligencia. “Vamos en un avión sin piloto”, declaró a The Economist un ex alto cargo amparado en el anonimato. En 2021, el periódico digital Hespress arremetía, también de forma anónima, contra los privilegios de los hermanos Azaitar por “dañar” la “credibilidad del país” actuando como Rasputín en la corte del Zar.

Ziane, nacido en Málaga de madre española, fue presidente del Colegio de Abogados de la capital de Marruecos y ha ejercido como letrado defensor en destacados casos relacionados con los derechos humanos. Entre los cargos reflejados en la sentencia que acaba de ser ratificada figuran los de “instigar a violar las medidas para evitar la propagación de la covid”, “dar mal ejemplo a los niños” o “adulterio”. Tras conocer la sentencia, su hijo y abogado defensor, Alí Reda Ziane, informó el jueves a la agencia Efe de que el Supremo había celebrado el 10 de mayo la última vista del recurso de casación.

Mohamed Ziane
El exministro marroquí Mohamed Ziane, en un tribunal de Casablanca en 2018.FADEL SENNA (AFP)

Antes de que el exministro marroquí fuera encarcelado, su hijo había asegurado que empezó a recibir presiones después de haber representado en los tribunales a militantes del Hirak (movimiento de protestas) del Rif, en el norte del país con mayoría de población bereber, entre los años 2016 y 2017. Fundador del Partido Liberal de Marruecos, en la oposición, también ejerció la defensa legal de periodistas encausados como Taufic Buachrín, director del diario Ajbar al Yaum, condenado en 2018 a 15 años de cárcel por varios delitos de índole sexual.

Acusaciones por delitos sexuales

La ONG Human Rights Watch, con sede en Nueva York, ha denunciado en un informe las “tácticas” de las autoridades marroquíes para acallar a disidentes políticos con acusaciones por delitos sexuales. En 2020, el propio Ziane culpó a los servicios de seguridad de haber manipulado un vídeo en el que aparecía junto a una clienta casada en la habitación de un hotel. Amnistía Internacional ha advertido de que el cargo de adulterio en su contra resulta “infundado”, ya que no existió denuncia de al menos uno de los cónyuges de los adúlteros, como exige la legislación marroquí.

Diputados del Partido Popular dirigieron al Gobierno de España una serie de preguntas sobre la situación de Ziane, en tanto que ciudadano español detenido en el extranjero. A finales de enero, el Ministerio de Exteriores se limitó a replicar en el Parlamento sin aportar más detalles: “Los derechos humanos son un principio rector de la política exterior. Tanto en sus contactos bilaterales como en el marco del diálogo de la UE con los distintos Estados, España suscita las cuestiones relativas a los derechos humanos, de manera global y en los casos particulares”.

Mohamed VI, durante la inauguración de un hospital en Tánger, el 28 de abril.
Mohamed VI, durante la inauguración de un hospital en Tánger, el 28 de abril. MAP

Desde su regreso de Gabón, hace ahora dos meses, Mohamed VI ha prodigado su presencia en actos oficiales y religiosos, inauguraciones y hasta en una presentación comercial. En calidad de Amir el Muminin o Comendador de los Creyentes presidió en Ramadán las charlas religiosas de eruditos islámicos fundadas por su padre, Hasán II, y retransmitidas por televisión. Durante el mismo mes sagrado se desplazó hasta Tánger para inaugurar un gran complejo hospitalario que llevaba tiempo terminado, a la espera de que el soberano estuviera presente en la preceptiva ceremonia de apertura.

El rey de Marruecos ha mantenido una intensa actividad pública, con gestos hacia la minoría bereber como la declaración de Año Nuevo Amazigh como día festivo oficial. También se ha concentrado en la designación de altos cargos, comenzando por el del nuevo Inspector General de las Fuerzas Armadas (el puesto militar de mayor rango tras el rey), general Mohamed Berrid, quien también ejercerá como comandante de la zona sur, que incluye el territorio del Sahara Occidental. La pasada semana, en un Consejo de Ministros en el que urgió al Gobierno a adoptar medidas contra la sequía, completó una cadena de nombramientos, entre los que se incluye el del nuevo director de la agencia estatal de noticias MAP, Fuad Arif, excorresponsal en París y Washington.

Poco antes, en un acto organizado en el palacio real de Rabat, culminaba su exposición pública para contrarrestar anteriores ausencias. Tras haber dejado atrás la gruesa figura que le caracterizaba en los últimos años, el monarca presidió la presentación del prototipo del NEO, el primer vehículo convencional de un fabricante marroquí, y del novedoso NamX, destinado a convertirse en el futuro en un automóvil con motor de hidrógeno.

Tras una etapa inicial de su reinado marcada por las reformas entre 1999 y 2011, Mohamed VI parece haber dejado las riendas del país en manos de consejeros como Fuad Alí el Himma, su excompañero de estudios en el Colegio Real de Rabat, y la seguridad del Estado bajo el mando de superagentes como Abdelatif Hamuchi. Este último acumula el control de la Dirección General de Supervisión del Territorio (inteligencia interior) y de la Seguridad Nacional, de la que dependen 30.000 policías.

Ambos están considerados como los más directos rivales de la creciente influencia de los hermanos Azaitar, que hace cinco años se acercaron al soberano como entrenadores personales, a quienes ahora ven como un peligro para los intereses de la monarquía marroquí. Pese a haber retornado en las últimas semanas a la actividad pública en Marruecos, Mohamed VI ha declinado asistir a cónclaves internacionales como los organizados por la Liga Árabe en Argel, en noviembre de 2022, y en Yeda, la semana pasada. También fue uno de los pocos monarcas reinantes que no acudieron a los funerales de la reina Isabel II en Londres.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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