Dimite el ministro marroquí de Derechos Humanos por criticar una campaña oficial
Mohamed Zian, ministro de Derechos Humanos de Marruecos, se ha visto obligado a dimitir. Se le acusa de haber franqueado la línea roja al criticar públicamente una campaña oficial contra el contrabando, iniciada a mediados del pasado diciembre, que seguía las directrices dadas al Gobierno por el rey Hassan II. El ministro dimisionario había puesto en tela de juicio la legalidad y constitucionalidad de la campaña, al tiempo que dudaba de la independencia judicial.La dimisión de Mohamed Zian se ha producido cinco días después de que. efectuara unas declaraciones a un semanario marroquí, Maroc Hebdo, en las que criticaba la campaña oficial desencadenada contra el contrabando. Las manifestaciones del responsable de la cartera de Derechos Humanos provocaron la indignación de una gran parte de los ministros del Gobierno que preside Abdelatif Filali, pero sobre todo desencadenaron la ira del ministro de Estado y del Interior, Dris Basri, encargado directamente de gestionar la campaña y coordinar en esta operación otros tres ministerios: Justicia, Finanzas y Comercio.
Zian, ministro de Derechos Humanos desde febrero de 1995, fue convocado el pasado lunes por Basri. Durante cerca de tres horas, ambos discutieron acaloradamente, sin que el ministro de Derechos Humanos aceptara rectificar las declaraciones efectuadas a la prensa y a la televisión.
El enfrentamiento entre Basri y Zian se prolongó al día siguiente en la sede social de un club de golf y culminó el pasado miércoles en un tempestuoso Consejo de Ministros presidido por Abdelatif Filali. En este consejo, el ministro del Interior pidió a sus compañeros de Gabinete que se manifestaran con respecto a la campaña contra el contrabando. A mitad del debate, Zian se sumó a la reunión y volvió a la carga con más virulencia y apasionamiento que nunca. No en vano 15 minutos antes había presentado su dimisión como ministro al consejero del rey, Driss Slaui.
La dimisión-cese de este ministro no le servirá, sin embargo, ni para rehacer su prestigio político ni para reconciliarse con los partidos de la oposición democrática o de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que piensan que Zian es un demagogo.
La dimisión de Zian no frenará la campaña contra el contrabando. Alrededor de 250 personas han sido detenidas ya en las últimas semanas, saldándose con la aprehensión de mercancías valoradas en cerca de 17 millones de dirhams (unos 250 millones de pesetas). Pero lo más importante es que la salida pública y tumultuosa de Zian abre una crisis en el Ejecutivo, se asegura desde la oposición. Este incidente constituye para muchos marroquíes "un hecho sin precedentes en la historia de Marruecos". Mohamed Zian, ministro de Derechos Humanos de Marruecos, se ha visto obligado a dimitir. Se le acusa de haber franqueado la línea roja al criticar públicamente una campaña oficial contra el contrabando, iniciada a mediados del pasado diciembre, que seguía las directrices dadas al Gobierno por el rey Hassan II. El ministro dimisionario había puesto en tela de juicio la legalidad y constitucionalidad de la campaña, al tiempo que dudaba de la independencia judicial.
La dimisión de Mohamed Zian se ha producido cinco días después de que. efectuara unas declaraciones a un semanario marroquí, Maroc Hebdo, en las que criticaba la campaña oficial desencadenada contra el contrabando. Las manifestaciones del responsable de la cartera de Derechos Humanos provocaron la indignación de una gran parte de los ministros del Gobierno que preside Abdelatif Filali, pero sobre todo desencadenaron la ira del ministro de Estado y del Interior, Dris Basri, encargado directamente de gestionar la campaña y coordinar en esta operación otros tres ministerios: Justicia, Finanzas y Comercio.
Zian, ministro de Derechos Humanos desde febrero de 1995, fue convocado el pasado lunes por Basri. Durante cerca de tres horas, ambos discutieron acaloradamente, sin que el ministro de Derechos Humanos aceptara rectificar las declaraciones efectuadas a la prensa y a la televisión.
El enfrentamiento entre Basri y Zian se prolongó al día siguiente en la sede social de un club de golf y culminó el pasado miércoles en un tempestuoso Consejo de Ministros presidido por Abdelatif Filali. En este consejo, el ministro del Interior pidió a sus compañeros de Gabinete que se manifestaran con respecto a la campaña contra el contrabando. A mitad del debate, Zian se sumó a la reunión y volvió a la carga con más virulencia y apasionamiento que nunca. No en vano 15 minutos antes había presentado su dimisión como ministro al consejero del rey, Driss Slaui.
La dimisión-cese de este ministro no le servirá, sin embargo, ni para rehacer su prestigio político ni para reconciliarse con los partidos de la oposición democrática o de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que piensan que Zian es un demagogo.
La dimisión de Zian no frenará la campaña contra el contrabando. Alrededor de 250 personas han sido detenidas ya en las últimas semanas, saldándose con la aprehensión de mercancías valoradas en cerca de 17 millones de dirhams (unos 250 millones de pesetas). Pero lo más importante es que la salida pública y tumultuosa de Zian abre una crisis en el Ejecutivo, se asegura desde la oposición. Este incidente constituye para muchos marroquíes "un hecho sin precedentes en la historia de Marruecos".
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