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Las organizaciones humanitarias intentan reactivar la ayuda en Sudán para evitar una catástrofe

El envío de material médico y otros productos básicos se ve dificultado por la falta de garantías de seguridad en el país, del que han huido ya al menos 100.000 personas, según la ONU

Marc Español
Sudan
Columnas de humo de los combates sobre Jartum, la capital de Sudán, el 1 de mayo.Anadolu Agency (Anadolu Agency via Getty Images)

El conflicto de Sudán, que enfrenta al ejército regular con el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), se encuentra en su tercera semana sin que haya indicios de que vaya a cesar pronto. El país africano va camino de una catástrofe humana, según alerta la ONU, que ha cifrado este martes en al menos 100.000 las personas que han cruzado ya las fronteras sudanesas para huir de los combates. A esta cifra se suman 330.000 desplazados internos. Las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, mientras, redoblan esfuerzos para enviar los primeros cargamentos sustanciales de auxilio y reforzar sus actividades en Sudán para intentar mitigar el sufrimiento de la población civil.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el lunes que “la magnitud y la rapidez de lo que está ocurriendo en Sudán no tienen precedentes en el país” y anunció que “en vista del rápido deterioro de la crisis” ha decidido enviar a la región al máximo responsable de asuntos humanitarios de la organización, Martin Griffiths. Este subrayó que la situación en Sudán está alcanzando “un punto crítico”, y avanzó que buscará vías para hacer llegar ayuda a las personas afectadas. El coordinador humanitario de la ONU en Sudán, Abou Dieng, declaró, por su parte, que el conflicto está convirtiendo la crisis humana del país “en una catástrofe total”.

Tanto el ejército como los paramilitares declararon a última hora de la tarde del domingo que prorrogarían 72 horas un alto el fuego que ha resultado ser solo nominal. Declarado inicialmente el pasado martes, no se ha traducido en un fin de los combates, que han continuado en medio de acusaciones cruzadas de los bandos de violaciones de la tregua.

Según Sudán del Sur, uno de los países que intenta mediar entre las facciones militares, ambas partes han acordado este martes otra tregua de siete días a partir del jueves e iniciar conversaciones de paz, informó la agencia Reuters. Sin embargo, los intentos previos de alto el fuego, no respetados, dejan en el aire la credibilidad de este nuevo acuerdo entre el jefe del ejército, Abdelfatá al Burhan, y el de los paramilitares, Mohamed Hamdan Dagalo, que hasta las hostilidades compartían el control del poder en el marco de una transición hacia unas elecciones libres y un gobierno civil. Una reforma militar para evitar la coexistencia del ejército y las milicias desencadenó los enfrentamientos.

Miembros del Comité Internacional de Cruz Roja preparan un cargamento de ayuda humanitaria para Sudán en Amán (Jordania), el 30 de abril, antes de enviarlo a Puerto Sudán.
Miembros del Comité Internacional de Cruz Roja preparan un cargamento de ayuda humanitaria para Sudán en Amán (Jordania), el 30 de abril, antes de enviarlo a Puerto Sudán.- (AFP)

Los choques han sido especialmente violentos en la capital, Jartum, donde el pasado fin de semana se ha comenzado a desplegar también una unidad especial de policía militarizada alineada con el ejército, así como en algunos puntos de la castigada región occidental de Darfur. Más de 500 personas han muerto y más de 4.500 han resultado heridas desde el pasado 15 de abril, aunque se cree que, debido a la dificultad de recoger datos, la cifra real es muy superior.

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Escasez de agua, comida y medicinas

La dureza de los enfrentamientos está provocando en las zonas donde se han concentrado los combates una escasez cada vez más aguda de productos de primera necesidad como comida, agua y medicinas, además de electricidad y combustible. Antes del conflicto, más de 15 millones de personas ya se enfrentaban a una grave inseguridad alimentaria en Sudán, sobre todo fuera de Jartum. Los choques también han llevado el sistema sanitario al borde del colapso. En la zona de la capital, un 70% de los hospitales ha tenido que suspender su actividad, según un comité de médicos local. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una cuarta parte de las muertes registradas hasta ahora podrían haberse evitado con atención médica básica.

En medio de los combates, las organizaciones de ayuda humanitaria solo han podido distribuir suministros de primera necesidad con cuentagotas, y en Jartum esta labor la asumen en gran parte grupos y redes vecinales locales. Algunas agencias de la ONU continúan prestando servicios esenciales en algunos Estados del país, donde la situación de seguridad es relativamente estable. Pero en las zonas más afectadas por la violencia, como Darfur, la acción humanitaria se ha reducido a mínimos, aunque algunas organizaciones, como Médicos Sin Fronteras (MSF), siguen prestando asistencia médica. Las oficinas y almacenes de varias organizaciones humanitarias han sido saqueadas.

MSF ha informado de que continúa activa en las zonas del país más estables. Y tiene preparados equipos de emergencia experimentados para ampliar su respuesta en cuanto reciba garantías de seguridad para desplegarse.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció el lunes que retomará el trabajo en la zona después de la suspensión de las operaciones por la muerte de tres miembros de la organización alcanzados por los combates el pasado 15 de abril en Darfur. El programa empezará a distribuir alimentos en los próximos días en cuatro Estados de Sudán que se han visto menos afectados por la violencia. Asimismo, la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) informó de que cuenta con un cargamento de suministros médicos de emergencia en Puerto Sudán, una ciudad en el mar Rojo que se ha convertido en una suerte de capital administrativa por los combates en Jartum. Pero indicó que esperará a recibir garantías de seguridad de las autoridades para distribuirlos. Lo mismo hará la OMS, que también tiene reservas de medicamentos básicos en el país.

Este domingo, el Comité Internacional de la Cruz Roja anunció el primer gran envío de asistencia humanitaria al país desde el inicio de los combates. El cargamento, de ocho toneladas, incluye material quirúrgico para tratar a miles de personas y la prioridad es distribuirlos a las zonas del país más afectadas por la violencia, como Jartum y Darfur, de acuerdo con una portavoz de la organización. Cruz Roja tiene listo en Nairobi (Kenia) un segundo avión con suministros médicos adicionales, pero continúa esperando a las necesarias garantías de seguridad para enviarlo, según la portavoz.

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