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De ‘Rayman’ a ‘Minecraft’ y ‘Angry Birds’: el imperio europeo de los videojuegos

Un repaso a algunos de los títulos más exitosos desarrollados en el continente

Detalles del videojuego 'Gris', premio al Mejor Juego de Impacto de The Game Awards 2019. (Norma Editorial, 2019)
Detalles del videojuego 'Gris', premio al Mejor Juego de Impacto de The Game Awards 2019. (Norma Editorial, 2019)
Kazimierz Warzyca (Gazeta Wyborzca)

La industria del videojuego es un sector en auge desde hace décadas. Un mercado mundial que alcanzó los 135.000 millones de dólares (121.000 millones de euros) en 2018, un 10% más que el año anterior. Y Europa trata de no descolgarse de la carrera global por el dominio del sector. Francia, el Reino Unido, Alemania, España o Polonia se encuentran entre los centros más importantes de la industria del videojuego en el continente.

Las empresas asiáticas —sin contar Oriente Próximo— y de América del Norte son las que más ingresos generan: 71.400 millones y 32.700 millones de dólares, respectivamente. Una cifra que equivale al PIB de Puerto Rico. La suma de las compañías radicadas en Europa, Oriente Próximo y África sumaron unos ingresos de 28.700 millones de dólares, según los datos de la Asociación Británica para el Entretenimiento Interactivo (Ukie).

En China manda la empresa Tencent, más conocida por su servicio de mensajería instantánea —WeChat—, con una posición dominante en el mercado chino de videojuegos, valorado en 38.000 millones de dólares.

El arranque temprano y la escala del volumen de negocios en otras partes del mundo han provocado que, al igual que ocurrió con la industria cinematográfica europea, que nunca llegó al nivel de ingresos de Hollywood, el continente se haya quedado atrás en la producción y venta de videojuegos. Las subvenciones del Gobierno de Estados Unidos, y luego también del de Canadá, facilitaron que el mercado de electrónica y de los servicios electrónicos lograran allí beneficios desde sus inicios.

Esto no significa que los estudios europeos renuncien a competir. Casi en todos los países de la UE existen empresas que se dedican a esta industria y muchas de ellas han desarrollado videojuegos que han tenido un impacto notable. Estos son los más relevantes.

Francia: Ubisoft

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Imagen de Rayman. Foto: Flickr CC BY-ND 2.0
Imagen de Rayman. Foto: Flickr CC BY-ND 2.0Flickr - CC BY-ND 2.0

Hablar de videojuegos franceses es hablar de Ubisoft. Es el estudio más grande y más rentable del continente y uno de los competidores más potentes en el panorama mundial. Se fundó en 1986, cotiza en Bolsa, y sus beneficios el año pasado superaron los 1.700 millones de euros. En un primer momento la empresa se dedicaba a la distribución de los juegos de los gigantes norteamericanos, pero en 1995 los franceses sorprendieron con el juego de plataformas Rayman. Con el tiempo el estudio empezó a absorber a empresas menores y menos rentables, ampliando su porfolio con las producciones emblemáticas como The Division, Rainbow Six y Prince of Persia.

Actualmente Ubisoft posee filiales en más de una veintena de países y algunos de sus éxitos más recientes son Assassin’s Creed, Watch Dogs y Just Dance.

El Reino Unido: Codemasters

La historia del estudio Codemasters, de Warwickshire (Inglaterra), tiene que ver con la era de las computadoras de 8 bits. Pensando en ellas se produjo Dizzy, el primer hit de estos maestros del código. Un juego de plataforma colorido, con un huevo andante como protagonista, llegó a la ZX Spectrum, y, exitosamente, aparecería también en los posteriores Commodore 64, Atari ST, Amigę, y hasta en la primera consola Nintendo. Para esta última, Codemasters creó también Micro Machines. Otro gran éxito de la compañía inglesa fue Colin McRae Rally, el videojuego que tomaba el nombre del campeón del Mundial de Rallies de 1995.

Alemania: Crytek

Portada de Crysis. Foto: Flickr - CC BY 2.0
Portada de Crysis. Foto: Flickr - CC BY 2.0

Aunque Crytek ya dejó atrás sus años de esplendor, esta compañía ha tenido un enorme impacto en la industria del videojuego. Ante todo, gracias al motor gráfico, que durante muchos años marcó los estándares para toda la industria y que hoy usan otros estudios. El juego más famoso de los creadores de Frankfurt es Far Cry, cuyas ediciones siguen teniendo ventas 14 años después de lanzarse.

Otro de sus éxitos ha sido Crysis. Los alemanes nuevamente sorprendieron con los impresionantes gráficos y la intensidad del juego, del que se vendieron más de tres millones de ejemplares.Este logro se pudo repetir con la siguiente edición, pero la tercera parte fue un fracaso financiero total. Durante 12 días se vendieron poco más de 200.000 copias, poniendo fin al desarrollo de esta serie. Desde ese momento Crytek intenta reestructurarse y busca suerte en la realidad virtual, sin grandes resultados por el momento.

España: Novorama

La industria española facturó 911 millones de euros en 2019, el doble que cinco años antes. Con un ritmo de crecimiento constante desde mediados de los 2000, emplea ya a cerca de 7.000 personas, según datos del Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2019, de la asociación Desarrollo Español de Videojuegos (DEV).

En Cataluña, donde se concentra la mayor actividad de esta industria, el apoyo de la administración autonómica y local ha dado un buen impulso a los estudios. Destaca la histórica Novorama, que desde 2011 desarrolla juegos en exclusiva para Sony. En la misma comunidad es donde ha nacido Gris, el videojuego desarrollado por Nómada Games que recibió el premio al Mejor Juego de Impacto en The Game Awards 2019.

Madrid es el otro foco de concentración del sector. Madrid Games Week es la cuarta feria más visitada por profesionales de la industria del videojuego y la capital es la mayor sede de PlayStation Games Camp, iniciativa de apoyo al desarrollo local de videojuegos independientes de Sony PlayStation. En San Sebastián de los Reyes tiene su sede Mercury Steam, conocida por participar en la evolución de la saga Castlevania, un juego inspirado a la mitología del Conde Drácula.

Polonia: CD Projekt, Techland, 11 bit studios.

El mercado polaco se sitúa en el puesto 19º del ranking global. Una gran parte de los éxitos se deben a CD Projekt, una compañía de Varsovia que cosechó grandes éxitos con las tres entregas de la saga de aventuras Wiedźmin, de las que hasta el año 2017 se habían vendido 3 millones de ejemplares —la gran mayoría fuera de Polonia—. CD Projekt tuvo unos beneficios de más de 850 millones de euros en 2018.

De igual reconocimiento goza Techland, de Breslavia, que en 2011 captó la atención de mucho público con Dead Island, que obtuvo el primer premio en el Cannes Lions International Festival of Creativity y fue aclamada por los periodistas como la mejor publicidad de videojuegos en la historia.

Y el año pasado, fue otro estudio de Varsovia el que destacó. 11 bit studios saltó a la fama con Frostpunk, que recibió innumerables críticas positivas en publicaciones de prestigio.

Finlandia: Rovio Entertainment

La ciudad finlandesa de Espoo es la cuna de Angry Birds, un superéxito mundial que contaba con más de 40 millones de usuarios activos en 2011. La receta del éxito resultó tan sencilla como absurda: colocar pájaros en la honda y lanzárselos a unos cerdos verdes. Una presentación gráfica colorida, unas reglas triviales y el humor dominante hicieron que millones de personas se engancharan. La película de animación con los dibujos del videojuego obtuvo ganancias de más de 350 millones de dólares y las aventuras de los pájaros y cerdos encontraron también un lugar en series de animación, cómics y libros.

Suecia: Mojang

Hay estudios que en su porfolio tienen decenas o cientos de títulos. Mojang, en Estocolmo, apenas cuenta con uno: Minecraft, que en origen fue desarrollado por una única persona, Markus Persson. Aunque Minecraft desanima con un diseño gráfico de cuadros y píxeles, por otro lado atrae la absoluta libertad que ofrece al usuario. No hace falta nada para jugar y todo es posible. Algunos edifican unas construcciones enormes, otros reproducen el bosque polaco de Bialowieza con una escala de 1:1, y otros lo utilizan para el aprendizaje creativo de la programación.

Minecraft. Imagen: Pixabay
Minecraft. Imagen: Pixabay

El juego apareció en 2009 y durante los dos primeros años se vendieron un millón de ejemplares. Casi un año más tarde, se habían registrado 30 millones de personas para jugar. El juego logró tanta popularidad, que en 2014 Mojang fue adquirido por Microsoft por 2.500 millones de dólares. Minecfraft es el juego más vendido de la historia con más de 176 millones de copias.

Dinamarca: Playdead

Este estudio independiente de Copenhague emplea solamente a 40 personas y, aunque existe desde hace 13 años, apenas cuenta con dos juegos —Inside y Limbo— en su haber. Sin embargo, son títulos extraordinarios, tanto en el aspecto visual como en el técnico.

Bélgica: Larian Studios

El estudio de Bélgica existe desde 1996, pero en el mapa del gaming empezó a figurar únicamente a partir de 2002 con el juego con el que debutó, Divine Divinity. Este clásico juego de roles se sitúa en el mundo fantástico del autor. Casi todas sus ediciones han gustado a jugadores y críticos, y casi nunca han vendido menos de un millón de ejemplares. La última parte se lanzó 2017. El dinero para su desarrollo se recaudó a través de la plataforma Kickstarter; en 12 horas se habían sumado 500.000 dólares y no hubo problema en alcanzar los dos millones.

Traducción de Irene Green Quintana (VoxEurop)

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