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Un estudiante abre fuego en un colegio en Brasil inspirándose en la masacre de Columbine

El tirador, de 14 años, afirmó ante las autoridades que había sido víctima de 'bullying'

Estudiante abraza la madre después de compañero disparar en contra de alumnos en Goiania.
Estudiante abraza la madre después de compañero disparar en contra de alumnos en Goiania.AFP
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“Estaba esperando a que terminaran las clases para ir a buscar a mis tres hijos, pero solo me he traído vivos a casa a dos”, lamentaba Leonardo Marcatti Calembo la noche del viernes en Goiania, ciudad situada a 210 km de Brasilia, en la región central de Brasil. Este publicista de 41 años es el padre del niño João Pedro Calembo, de 13 años, que murió después de que horas antes un compañero suyo le disparara a quemarropa en el cuello. Poco antes de mediodía, el adolescente, de 14 años, irrumpió en el aula con una pistola calibre 40 de su madre, una policía militar de la zona, para disparar 11 tiros. Alcanzó a seis alumnos, de los que dos han fallecido y los otros cuatro siguen hospitalizados, dos de ellos en estado grave.

La acción del autor del tiroteo duró pocos minutos. Según testigos y la Policía, el adolescente estaba a punto de recargar el arma, pero una empleada del colegio Goyazes, un centro privado de una zona privilegiada de la ciudad, le convenció a no hacerlo. Acto seguido, la Policía le detuvo, pero no irá la cárcel al ser menor de edad.

Ya en la comisaría, el adolescente contó que venía sufriendo bullying, informó Luiz Gonzaga, comisario que lleva el caso. “Según él", un compañero le estaba "molestando". Asimismo, Gonzaga aseguró que el autor del tiroteo dijo que se había inspirado en otras matanzas en colegios, como la de Columbine, en Colorado (EE. UU.), en 1999, cuando dos estudiantes mataron a 13 personas y acabaron muriendo, y en la de Realengo, en Río de Janeiro, en 2011, en la que un exalumno asesinó a 12 personas. "Inspirado en otros casos, según él como los de Columbine y el de Realengo, decidió cometer este crimen. Estuvo dos meses planeándolo", contó el comisario.

Este caso ha reavivado el debate en Brasil sobre la vigilancia en las escuelas y la prevención de casos de acoso escolar. Según algunos de los alumnos de la escuela que hablaron con EL PAÍS, João Pedro Calembo habría sido uno de objetivos de la rabia del tirador en Goiania. El niño, según los testimonios, era uno de los que solía decir que al adolescente que posteriormente perpetraría el crimen “no le gustaba ducharse”. Pero su padre, Leonardo Calembo, lo rebate. “Mi hijo leía la Biblia, le encantaban los himnos, era muy activo en el colegio. No haría nada que no quisiera que le hicieran a él. Mi hijo era alegre, educado, nunca tuvo enemigos”, cuenta, a la espera del certificado de defunción de su hijo.

El ataque se produjo al final de la mañana durante el cambio de profesores entre las clases de Ciencias y Gramática de segundo de educación secundaria. La profesora estaba aclarando unas dudas sobre la feria de ciencias que se celebraría el día siguiente cuando se escuchó un estampido en el tercer piso. Una de las alumnas creía que se trataba de un globo de los experimentos de la feria, pero enseguida se oyeron más disparos.

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João Pedro, que se sentaba detrás del autor de los disparos, fue la primera víctima. “Se dio la vuelta. João Pedro estaba sentado, discutiendo el trabajo que teníamos que presentar mañana (por este sábado). Y disparó. Yo me puse a correr”, recordaba uno de los supervivientes, delante del colegio, quejándose de que no sabe cuándo recuperará el móvil, que se quedó dentro. “Quiero hablar con mi madre ya.”

Al cierre del reportaje, los cuatro heridos seguían ingresados en dos hospitales, de los que dos están fuera de peligro. La situación más delicada es de una niña de 13 años, que recibió un tiro en el tórax que le perforó uno de sus pulmones, fue sometida a un drenaje torácico y se encontraba en la UTI en estado grave.

Amparado por amigos de su iglesia, el padre publicitario de João Pedro dijo el viernes que no quiere dejar que la tragedia que ha vivido su familia le impida pedir públicamente que “los padres les den atención a sus hijos”. “Perdono al chico que ha hecho esto, pero tengo que decir que hoy los niños son huérfanos de padres vivos. Los padres tienen que ser más presentes, tienen que cuidar más de ellos. El sistema penitenciario está lleno de hijos que no tuvieron padres, que no tuvieron educación. Hoy, la base de la sociedad es la educación”.

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