Las elecciones locales en Israel registran un índice histórico de abstención

La mayoría de los alcaldes y de los consejeros municipales que se presentaron a las elecciones locales celebradas ayer en 156 pueblos de Israel, a la que estaban llamados 3,8 millones de votantes, han sido reelegidos y el Partido Likud y el Laborista parecen haber llegado a un empate técnico. Pero la nota más destacable de los comicios es el índice histórico de abstención, ya que menos de la mitad de los electores acudió a las urnas. Así, votó un 41% frente al 60% de hace cinco años. En el caso de Tel Aviv, tan sólo un 27% de la población ejerció su derecho al voto.

La excepción se ha registrado en las localidades palestino-israelíes, que representan un 19% de la población del país, donde la votación ha llegado a niveles muy elevados, como en Abu Gosh, a las afueras de Jerusalén, con una participación del 93%. En general, la mayoría de los alcaldes renuevan su puesto. Las grandes ciudades de Jerusalén y Haifa no acudían a las urnas, ya que eligieron a sus alcaldes el pasado mes de junio.

Los analistas habían vaticinado que el Likud, que preside el primer ministro israelí, Ariel Sharon, iba a ser el gran perdedor de los comicios ante la falta de candidatos atractivos y la ausencia general de liderazgo. A la vista de los resultados, fuentes de ambos partidos han calificado lo sucedido de "respetable empate". En un comunicado emitido anoche, Sharon, que se prepara para ser interrogado por dos escándalos de corrupción en los que también están relacionados sus hijos Guilad y Omri, ha señalado que "el Likud mantiene su poder y ha conseguido grandes logros". Pero el diputado laborista Eitan Kabel, que ha dirigido la campaña electoral para su partido, ha subrayado que "de las 11 grandes ciudades, donde se concentran casi dos millones de los 3,5 millones de votantes, el Likud ha conseguido tan sólo dos, Ashdod y Netania".

La "frustración" de los israelíes

Para Kabel, "el pueblo ha hablado, y también ha demostrado su actitud con una participación reducida. Han expresado su frustración y desesperación con la política del Gobierno". Sin embargo, el ministro del Interior, Avraham Poraz, ha achacado el bajo índice de participación a que los israelíes "votaron hace poco más de seis meses en las legislativas y mostraron su confianza en la clase política". El Likud ganó 38 escaños en las elecciones generales de enero, con un amplio margen por delante de los laboristas que consiguieron tan sólo 19 asientos en la cámara legislativa israelí de 120 diputados.

Entre los reelegido se encuentran Ron Huldai en Tel Aviv, el ex comandante de la policía de fronteras Zvi Bar en Ramat Gan, Ze'ev Bielsky en Ra'anana, Yitzhak Ohayon en Petah Tikva, Miriam Feirberg en Netania y Yael German en Herzalia, según el escrutinio provisional, emitido a última hora de ayer tras el recuento de la mayoría de los votos. Los alcaldes Adi Eldar en Karmiel y Ze'ev Bielsky en Ra'anana han sido reelegidos con el 80% de los votos cada uno, según la radio israelí. El antiguo jefe de los servicios secretos israelíes Carmi Gillon ha sido elegido alcalde del barrio de Mivasseret Zion en Jerusalén.

En Beit Shean, Jacky Levy, apoyado por el Likud, ha derrotado al hasta ahora alcalde de esa localidad, Pini Kabalo. En Bat Yam, Shlomo Lahiani, un candidato independiente pero respaldado por los laboristas, ha logrado un 45% de los votos, por delante de Eli Sasson, del Likud, a pesar de que esa localidad se consideraba un baluarte de partido derechista. Los candidatos deben obtener más de un 40% de los votos para ganar, de lo contrario los dos con más apoyos deberán presentarse a unas nuevas elecciones para lograr un desempate, lo que sucederá en Kfar Sava, Eilat y Shoham, entre otros.