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Paz Vega: “A veces das una opinión en redes y llega la marabunta, pero me da igual. Me encanta bloquear a gente”

Mientras estrena ‘La casa del caracol’, película con la que debuta en el cine su hija Ava, Paz Vega recopila lecciones aprendidas. Que 45 años de vida, dos décadas de carrera y una pandemia dan para mucho

Paz Vega, que viste de SPORTMAX, estrena 'La casa del caracol'. En el vídeo, la actriz explica una de las secuencias más impactantes de la película.
Almudena Ávalos

Uno de los primeros rodajes en España tras el confinamiento fue el de La casa del caracol, un thriller psicológico dirigido por Macarena Astorga que se estrena el 11 de junio y que Paz Vega protagoniza junto a Javier Rey. “No conozco al equipo. Nunca vi la cara de un cámara o un eléctrico. Nadie se podía quitar la mascarilla”, recuerda la actriz sevillana. A sus 45 años, tiene pendientes de estreno dos películas españolas –La casa del caracol y El lodo–, dos internacionales –American night y 13 minutes– y le gustaría comenzar a rodar su primer trabajo como directora, Rita. “Hay que trabajar”, anuncia.

La mayoría de los personajes de La casa del caracol son supersticiosos. Hay que creer en uno mismo y no pensar que hay cosas ajenas que pueden predeterminar tu futuro. Pasar por debajo de una escalera no condiciona el destino, pero los traumas de la infancia, sí. Por eso es tan importante cuidar la niñez.

¿Puede llegar a darle miedo una película en la que usted participa? Odio ver películas de miedo porque soy una cagona y no duermo, pero en las que actúo me sé el truco. En la que rodé en México [Espectro, 2013] me rompí el menisco por ir de guay y decir que hacía todas mis escenas. Nunca más. ¡Para eso están los dobles! No sé por qué me vine tan arriba. Bueno, tenía 10 años menos.

¿Para hacer pole dance en Sensualidad letal [2015] usó doble? No. ¡Eso fue con Rob Lowe en Los Ángeles! Allí el pole dance es una disciplina de gimnasio, como quien hace pilates. Y aprendí. Tienes que ir con tu tacón para subirte a la barra y tener actitud. Admiración total para las mujeres que hacen esas barbaridades en la barra.

¿Cuándo fue la última vez que sintió miedo? A lo largo de la pandemia. He tenido la suerte de no sufrir ninguna pérdida familiar, pero muchos amigos sí. Lo han pasado muy mal. Yo he tenido un miedo constante a que me sucediera. Te hace consciente de tus propios límites, de que hay que respetar. Estoy horrorizada con lo que pasó el primer fin de semana después del estado de alarma. Gente de todas las edades con un discurso absurdo gritando: ‘¡Libertad!’. Pero, ¿qué libertad? ¿De qué van? ¿Hace falta que alguien les explique por qué fue el encierro? Es una falta de respeto. De esos, los que se pongan malos, que se queden sin cama. Los negacionistas luego bien que van al hospital...

Paz Vega, que viste de SPORTMAX, volvió de Los Ángeles y se asentó en Madrid.
Paz Vega, que viste de SPORTMAX, volvió de Los Ángeles y se asentó en Madrid.Pablo Zamora

Su hija Ava debutó en televisión en Paquita Salas y ahora, a sus 11 años, lo hace en el cine con La casa del caracol. ¿Qué consejos le ha dado? Respetar el trabajo de los demás porque esto es siempre en equipo, llegar con el texto aprendido y ser puntual. Cuanto antes entienda que igual tiene que estar dos horas esperando en el camerino a que se ponga una luz, más feliz será.

¿De quién ha aprendido usted más? De mí misma. De cagarla y darme cuenta. Soy muy de autoanálisis y llevo 45 años soportándome. Aunque también he tenido aciertos, pero éstos se olvidan pronto y una vuelve a lo enquistado.

¿Qué no haría ahora que sí hizo antes? Me arrepiento de mucho pero me siento orgullosa de haber aprendido a despojarme de las personas tóxicas. Respirar sin remordimiento cuando te desprendes de alguien negativo es maravilloso.

Después de vivir unos años en Los Ángeles, ¿qué echa de menos de allí? Sus horarios, el clima, el aire sano que se respira...

Ahora vive en Madrid, ¿no? Sí. Y amo profundamente esta ciudad en la que he decidido quedarme. Es verdad que entre la altitud, la sequedad y los coches, esto es un agobio y se nota muchísimo la contaminación. Los Ángeles es más sana y todo lo que me chocó al principio de esa ciudad acabé amándolo.

¿Cómo surgió aparecer en el vídeo de Residente, Antes que el mundo se acabe, en el que salen parejas de todo el mundo besándose durante el confinamiento? Pues nos conocimos en Nueva York, tuvimos una noche divertida, nos invitó a su casa, estuvimos escuchando música y de repente nos hicimos súper amigos. Es un tío inteligentísimo, un gran cinéfilo y su chica es una maravilla. Nos pidió aparecer y dijimos que sí.

Cuando se abrió su cuenta de Instagram dijo que solo tenía fans. Ha cambiado mucho la cosa, ¿no? Sí, pero la mayoría de personas son respetuosas. A veces das una opinión y llega la marabunta, pero me da igual. Me encanta bloquear a la gente.

¿Por qué cree que es noticia que se desnude en Instagram? Porque somos unos paletos. Creíamos que había pasado lo de Esteso y Pajares y seguimos ahí. Es ridículo que haya que borrar un pezón. Tú puedes hacer apología de la violencia y poner vídeos de tíos pegándose por la calle y no pasa nada, pero ver un pezón es un peligro, un pecado universal y va a venir el diablo a comernos. Es todo muy ridículo.

¿Qué fue de aquella película que iba a rodar con Jennifer Lynch? Era un proyecto fabuloso con Tim Roth y David Lynch en el papel de padre con problemas de alzhéimer, pero no lograron la financiación. Era un thriller muy oscuro, sobre la pedofilia y mi personaje era precioso, pero se quedó sin hacer. Estamos en un momento de buenismo y depende de qué temas se traten hay productoras y plataformas que prefieren no involucrarse. Además, después de una pandemia, la gente no quiere ver cosas muy oscuras.

Bueno, La casa del caracol es oscura. Sí, pero es puro entretenimiento.

En la primera edición de Mask Singer, que ganó bajo la máscara de Catrina, contó que Prince le había regalado una púa y aportó una foto de usted con Hillary Clinton. ¿Tiene algo más guardado por ahí? Sí, tengo dos fotos más con Hillary y otra con Bill Clinton. Cuando nos la tomaron me estaba contando que había visto la película Spanglish con sus hijas, que después crearon un debate con ellas y que querían conocerme. Bill estaba encantado. Me dijo que les parecía un retrato fabuloso de la mujer mexicana que llega a trabajar a EE UU, de las nannies, y que dignificaba su profesión. Fue todo súper positivo.

Paz Vega, que planea empezar la producción de su primera película como directora este año, lleva ‘total look’ DUARTE.
Paz Vega, que planea empezar la producción de su primera película como directora este año, lleva ‘total look’ DUARTE.Pablo Zamora

De todas las estrellas de Hollywood con las que ha trabajado, ¿quién le ha impactado más? Cuando trabajas con ellos dejan de ser esa persona inalcanzable de la pantalla a quien admiras para convertirse en un compañero con quien has de dar vida a una escena, mirarte a los ojos y trasmitir verdad. Es muy gratificante descubrir que son buena gente y comprometidos con su trabajo. Desde Morgan Freeman, Nicole Kidman o Christopher Lee, con el que trabajé y hacía de un militar franquista retirado que era mi padre. ¡Esa voz! ¡Esa presencia! ¡Drácula hablando conmigo! Luego era cariñoso como un abuelo y te encuentras con esa parte que nunca imaginarías. O Sylvester Stallone, con el que hice Rambo hace poco, al ver que es un padrazo y tan mono con sus hijas desmitificas cualquier cosa que pudieras tener idealizada en tu cabeza.

Su primera película como directora se llama Rita y el guión lo ha escrito usted. ¿Es autobiográfico? No. No sé por qué se ha dicho eso. Solo está enmarcado en el barrio de Triana, en los años ochenta, algo que conozco bien. Podría haber sido Vallecas, pero no tengo en la cabeza imágenes de entonces como la panadería, la plaza, etc.

¿Cómo era la Triana de los ochenta? Prácticamente como ahora. Algunas calles se han hecho peatonales. Pero ha cambiado muy poquito. El barrio del Tardón, en concreto, es exactamente igual.

Imagino que con menos niños por la calle. Bueno, pero ¿qué niños salen ahora a la calle teniendo tantas pantallas? De todos modos, en Sevilla hay mucha vida en el exterior. Es muy normal ver a familias enteras a las dos de la madrugada en la calle. Y la gente flipa del mismo modo que flipamos nosotros cuando vamos a Finlandia y vemos que dejan los carritos con el bebé fuera en las cafeterías. Es adaptarte al clima y a las situaciones.

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