Snoop Dogg, de fumarse un ‘superporro’ con Eminem en un escenario a dejar la marihuana

Nadie esperaba que uno de los mayores, y más famosos, defensores de la legalización del consumo de marihuana pudiese dejar de fumar. Pero Snoop Dogg (Long Beach, California, 52 años), la estrella del rap en Estados Unidos, lo ha hecho. Y así se ha encargado de anunciarlo él mismo este jueves. Lo ha comunicado con un escueto mensaje que ha compartido en sus redes sociales: “Después de mucha consideración y conversación con mi familia, he decidido dejar de fumar”. Él mismo se paseaba por la alfombra roja de los MTV Music Awards, hace dos años, fumándose un porro con orgullo. Ahora el artista pide respeto y privacidad para que pueda superar los meses de rehabilitación sin “tentativas”.

Fue a principios de año cuando se empezó a comentar que el artista podría haber iniciado un proceso de rehabilitación. “Ser abuelo me ha cambiado de muchas maneras”, contestaba durante una entrevista con el Daily Mail el pasado mes de marzo. “La forma principal es preocuparme por cómo vivo, cómo me muevo, el tipo de personas con las que estoy asociado, porque quiero ver a mis nietos envejecer. La única forma en que puedo hacerlo es tomando medidas de precaución en cuanto a cómo me muevo, con quién salgo, dónde salgo, mi consumo, qué estoy consumiendo”, afirmaba Snoop Dogg al diario británico.

El mensaje en su Instagram, cuenta en la que acumula más de 82 millones de seguidores, y acompañado de una foto en blanco y negro, ha desconcertado a una parte de su público. Son muchos los que no se terminan de creer que el cantante vaya a dejar de fumar. “Dentro de dos días dirá que su cuenta fue pirateada”, dice un comentario. “Estoy esperando al giro de los acontecimientos”, afirma otro de sus seguidores. En menos de 24 horas, su publicación acumula más de tres millones de Me Gusta y 135.000 comentarios. Así que se ha animado a publicar otro post en el que, de nuevo, pide que se respete su privacidad.

Snoop Dogg acaparó titulares el año pasado. De nuevo, fumó públicamente en unos premios de música. Concretamente, en los MTV Video Music Awards, celebrados en Newark (Nueva Jersey), junto a su compañero y amigo Eminem, donde “viajó al metaverso” rapeando en el escenario de la gala mientras ambos se fumaban “un superporro”. Sentados en un sofá frente al público, empezaron a combinar grandes éxitos de ambos artistas como The Real Slim Shady, o Doggfather. La actuación fue fuertemente censurada por el equipo organizador del evento.

Después de todas estas anécdotas, se veía imposible que el músico pudiese hablar de los efectos perjudiciales de la marihuana, hoy legalizada en algunos Estados de EE UU, como Nueva York o California. Pero, por primera vez, el pasado mes de marzo, lo reconocía: “Durante mucho tiempo se pensó que era relativamente inofensivo, pero estudios recientes han sugerido que el consumo de marihuana es más dañino de lo que se creía anteriormente”, afirmaba en su entrevista con Daily Mail. Aun así, en su anuncio no especifica si el hecho de haber dejado de fumar implica haber dejado el cannabis comestible.

Snoop Dogg siempre ha llevado por bandera la legalización del consumo de marihuana. De hecho, pertenece a movimientos asociativos por su legalización. Además, tal y como señalan medios de comunicación como The Hollywood Reporter o CNN, él mismo es inversor en algunas empresas de cannabis comestible, o CBD. En 2015 lanzó su propia marca, Leafs by Snoop, que comercializa esta droga con diferentes sabores en recipientes que parecen un bote de colonia. Además, según el diario económico Expansión, es el cofundador de Casa Verde Capital, un fondo cuyas inversiones en negocios relacionados con el cannabis han alcanzado los 200 millones de dólares. No solo era adicto a la marihuana, algo que compartía con orgullo en sus redes, sino que incluso tenía contratadas a personas que liaban sus porros. Cuando él mismo reveló públicamente que la consumía, lo que realmente sorprendió a sus seguidores fueron las cantidades. El rapero afirmó que consumía entre 70-150 cigarrillos al día, admitiendo así que pagaba entre 40.000 y 50.000 dólares al año (entre 36.000 y 46.000 euros), según Daily Mail.