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El príncipe Bernardo, abuelo del rey de los Países Bajos, fue miembro del Partido Nazi

El antiguo director del Archivo Real ha encontrado el carné original del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán del marido de la reina Juliana, un documento que guardó en su archivo personal y siempre negó haber tenido

El príncipe Bernardo de los Países Bajos, retratado el 4 de agosto de 1994.
El príncipe Bernardo de los Países Bajos, retratado el 4 de agosto de 1994.Carsten Rehder (Picture Alliance via Getty Images)
Isabel Ferrer

El príncipe Bernardo de los Países Bajos, abuelo del rey actual, Guillermo de Orange, fue miembro del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP, en sus siglas en alemán), conocido como Partido Nazi. Fallecido a los 93 años en diciembre de 2004, Bernardo siempre negó esa relación. Sin embargo, el carné que acredita su pertenencia a la agrupación liderada por Adolf Hitler ha sido encontrado ahora en su archivo personal cuando se hacía inventario de su contenido. Nacido Bernardo de Lippe-Biesterfeld, fue el príncipe consorte holandés tras su matrimonio con la reina Juliana. Su primogénita, Beatriz, reinó entre 1980 y 2013, cuando a sus 75 años abdicó en favor de su hijo Guillermo.

El hallazgo del documento original ha corrido a cargo de Flip Maarschalkerweerd, antiguo director del Archivo Real, que inventarió los papeles personales del príncipe Bernardo. Lo ha revelado este miércoles 4 de octubre el rotativo NRC al tiempo de la publicación del libro del experto donde lo explica, titulado De Achertblijvers (Los que quedaron atrás, en su traducción al castellano).

El príncipe Bernardo rechazó hasta su muerte haber tenido algo que ver con el Partido Nazi, a pesar de que en 1990 se halló en Estados Unidos una copia del carné que así lo certificaba. También afloraron las cartas donde se cancelaba la membresía fechadas en 1936, al tiempo de su compromiso matrimonial con Juliana, reina de los Países Bajos entre 1948 y 1980. “Juro por la Biblia que nunca fui nazi. Nunca pagué las cuotas del partido”, aseguró el propio príncipe en una entrevista publicada a título póstumo por el rotativo De Volkskrant. Sí reconoció en esa misma entrevista haber aspirado a ser miembro de la Sturmabteilung —una milicia de voluntarios— y de la Schutzstaffel —una agrupación paramilitar—, ambas vinculadas al Partido Nazi. Lo justificó diciendo que no había forma de graduarse “si no participabas un poco de alguna manera”.

La reina Juliana y su marido, el príncipe Bernardo, en un retrato oficial tomado en los años cincuenta.
La reina Juliana y su marido, el príncipe Bernardo, en un retrato oficial tomado en los años cincuenta.Keystone-France (Gamma-Keystone via Getty Images)

La tarjeta ahora descubierta formaba parte de un expediente alemán, donde había también una nota de 1949 firmada por el general Lucius Clay. Era el oficial a cargo de la administración de zona americana en Alemania en la división establecida después de la II Guerra Mundial. En el escrito, Clay le decía al príncipe Bernardo que había guardado el carné en su caja fuerte y estaba dispuesto a destruirlo, pero añadió: “Se ha ganado el derecho a destruirlo usted mismo”. Maarschalkerweerd presume que el documento fue encontrado y copiado por los estadounidenses antes de remitir el original al príncipe. De ahí la aparición del duplicado en Estados Unidos. Otros dos historiadores holandeses, Gerald Aalders y Coen Hilbrink, anunciaron en 1996 la existencia de esta copia del carné del Partido Nazi. Aalders ha declarado ahora a NRC que se siente reivindicado, “porque Bernardo me llamó desde su lecho de muerte intentado negar lo que era innegable”. Pero, sobre todo, le parece imposible que el carné sea falso: “Porque hay cartas de los amigos del príncipe que tuvieron que asegurarse de que habían destruido sus propias tarjetas como miembros del mismo partido”. Aunque el hallazgo actual desmiente la negación sobre este capítulo de su pasado, la actuación de Bernardo del lado aliado durante la II Guerra Mundial y su labor de apoyo a los combatientes holandeses está documentada.

Años más tarde de la contienda, en 1976, se supo que el príncipe había aceptado un millón de dólares del fabricante estadounidense de aviones Lockheed por mediar en la venta de aparatos al Gobierno holandés de la época. El asunto le valió ser despojado de sus labores de embajador comercial de los Países Bajos. El Ejecutivo holandés investigó también un asunto similar con otra compañía aeronáutica radicada en Estados Unidos: Northrop. El primer ministro de la época, el socialdemócrata Joop den Uyl, no hizo pública esta parte la historia sobre el esposo de la reina Juliana. Ella ya había amagado con abdicar si su marido era procesado por el asunto de Lockheed y podía desatarse una crisis de Estado. De nuevo, el príncipe lo negó todo, aunque admitió su error en su última entrevista. En su vida privada, tuvo seis hijas: cuatro con Juliana y dos fuera del matrimonio.

La reina Juliana y el príncipe Eduardo en la Navidad de 1938 con su hija Beatriz, quien se convertiría en reina de los Países Bajos entre 1980 y 2013.
La reina Juliana y el príncipe Eduardo en la Navidad de 1938 con su hija Beatriz, quien se convertiría en reina de los Países Bajos entre 1980 y 2013. Sepia Times (Universal Images Group / Getty)

El rey Guillermo franqueó el acceso al Archivo Real al historiador Maarschalkerweerd para que estudiase todos los documentos relativos a la etapa de la II Guerra Mundial. El libro recién publicado se centra en la reina Guillermina, bisabuela del soberano, y Bernardo es, en cierto modo, un personaje secundario. El archivo regio será de acceso público —en el periodo comprendido hasta 1948— el próximo año. De este modo, tanto el carné como la correspondencia del príncipe podrán consultarse sin necesidad de pedir permiso.

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