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Billy Porter contra Harry Styles: “Utilizas a mi comunidad para elevarte. Tú no has tenido que sacrificar nada”

No es la primera vez que el protagonista de ‘Pose’ carga contra el cantante de ‘As It Was’ por vestir de manera fluida y acaparar focos y portadas siendo un hombre heterosexual. El actor también ha arremetido contra Anna Wintour

Billy Porter
Billy Porter en la manifestación del orgullo LGTBIQ+ en Nueva York, el 25 de junio de 2023.Roy Rochlin (Getty Images)
El País

Billy Porter no se muerde la lengua. ¿Para qué? El actor y cantante, símbolo de la comunidad LGTBI al convertirse en el primer hombre negro abiertamente gay en ganar un Emmy (en su caso, a mejor actor de serie dramática por Pose, retrato de la escena drag del Nueva York de los ochenta), ha vuelto a cargar contra Harry Styles en una reciente entrevista con el medio británico The Telegraph. No es la primera vez, y no es nada personal contra el cantante, tal y como afirma el propio Porter: “No es culpa de Harry Styles ser blanco, guapo y heterosexual y que encaje a la perfección dentro del sistema”, ha declarado, “pero es lo que yo llamo una herramienta de control”. Porter estaba haciendo referencia a la portada de Vogue USA que protagonizó Styles, convirtiéndose en el primer hombre en aparecer a solas en una portada de la emblemática cabecera, en diciembre de 2020, ataviado con un vestido. Otros como Richard Gere, George Clooney, Ben Affleck, Justin Bieber o Kanye West lo habían hecho antes, pero siempre en compañía femenina (Cindy Crawford, Gisele Bündchen, Penélope Cruz, Hailey Bieber y Kim Kardashian, respectivamente). Styles fue el décimo. Esto no entusiasmó a Porter, que lleva toda su vida luchando por los derechos de su comunidad y, más recientemente, apostando por la fluidez de vestimenta sobre la alfombra roja.

Comencemos por el principio. La carrera de Billy Porter (53 años, Pittsburgh, Pensilvania) es larga, e incluye más de una veintena de obras de teatro en el Off Broadway neoyorquino, lo que le valió un premio teatral Tony (lo ganó en 2013 por la obra Kinky Boots) y un galardón musical Grammy (por la banda sonora de esa misma obra). También ha hecho cine, ha grabado tres discos y tiene decenas de apariciones en televisión, pero el mundo empezó a conocerlo en 2019 con Pose, la serie de Ryan Murphy. No solo se hizo conocido a través de la plataforma de contenidos HBO, sino que empezó a destacar en sus apariciones públicas en diversas entregas de premios: como la de los Globos de Oro de 2019, a la que acudió ataviado con una enorme capa rosa o, un mes más tarde, en los Oscar, donde llegó con un esmoquin terminado en una voluminosa falda de varios metros de cola. “Lo de utilizar este escaparate para derribar prejuicios no es nuevo, pero es cierto que nunca pensé que yo acabaría haciéndolo porque el mundo se fijaría en mí”, explicó en una entrevista con este mismo medio, consciente de la influencia que han tomado sus elecciones de estilo. “Ahora creo firmemente en que las alfombras rojas deberían utilizarse para acabar con estereotipos y lanzar mensajes. Deberían ser una pasarela hacia la inclusión”.

Y desde que él lo hiciera, una larga lista de actores y cantantes han tomado su relevo. Algunos de ellos son tan conocidos como el ya mencionado Harry Styles, Brad Pitt (que apareció con falda en una premiere), Oscar Isaac o Pete Davidson (ambos con falda en la gala Met). Esto no es plato de buen gusto para Billy Porter, en especial el caso de Styles: “Es blanco y es heterosexual. Por eso está en la portada de Vogue. No binario. Bla, bla, bla. No. No me parece bien. Estás usando a mi comunidad (o tu gente está usando a mi comunidad) para elevarte. Tú no has tenido que sacrificar nada”.

Porter también aprovecha para arremeter contra Anna Wintour, la todopoderosa editora de moda, actual responsable de los contenidos del grupo editorial Condé Nast y de la revista Vogue. Según cuenta el actor, Anna Wintour le invitó a una sesión de trabajo junto con gran parte del equipo de la revista seis meses antes de que se produjese aquella portada con Styles: “Al terminar, esa zorra me dijo: ‘¿Cómo podemos hacerlo mejor?’. Y me pilló con la guardia tan baja que no le dije lo que debería haberle dicho: ‘Utiliza tu poder en Vogue para dar voz a los líderes de este movimiento en el mundo de la moda en contra del género‘. Seis meses más tarde, Harry Styles fue el primer hombre en salir en la portada”.

De lo que Billy Porter acusa al artista británico es de apropiación del imaginario LGTBI a través de la estética, sin tener que lidiar después con la homofobia derivada de ser una persona perteneciente al colectivo. Y no es la primera vez que lo hace. Cuando salió aquella portada, Porter ya expresó su descontento en varias entrevistas: “Yo cambié las normas. Y eso no es ego, es un hecho. Fui el primero en hacerlo y ahora, todos lo están haciendo. Siento que la industria de la moda me ha aceptado porque no le queda más remedio: creé conversación. Y, sin embargo, Vogue escogió a Harry Styles, un hombre blanco heterosexual, con un vestido”. Porter volvió a excusar al ex One Direction: “No quiero ir contra él pero, ¿es esta persona la que va a representar esta conversación? No le importa, lo hace por moda. Y para mí es política, es mi vida. Tuve que luchar toda mi vida para poder llegar a ponerme un vestido en los Oscar y no ser asesinado a tiros”.

“Me llevó muchos años vomitar toda la porquería que me enseñaron sobre mí y que llegué casi a creerme antes de poder caminar por esta tierra como si tuviera derecho a estar aquí”, dijo con el Emmy en la mano y citando una frase del escritor y activista por los derechos civiles de negros y homosexuales, James Baldwin. Porter creció en East Liberty, un barrio de Pittsburgh (Pensilvania) en lo que él mismo definió como un “ambiente tóxico”. Con una madre enferma y un padrastro que abusó sexualmente de él, se refugió en el teatro para sobrevivir. En un perfil en el New York Times, confesó: “Tenía un don. Cuando abría mi boca para cantar, el mundo temblaba. La vergüenza se evaporaba. Esa fue mi vía de escape”. Desde que empezase a hacerse un nombre en el teatro, Porter no dudó en participar en numerosos proyectos para ayudar a su colectivo, en especial en asociaciones que ayudan a adolescentes, como The Trevor Project, una asociación mundial contra la depresión y el suicidio entre los jóvenes LGTBI y en convertirse en un activista por la causa.

Para Porter, lo personal es político. Y cada aparición sobre la alfombra roja forma parte de una reivindicación. En sus propias palabras en una entrevista con EL PAÍS: “La primera impresión siempre tiene que ver con lo que llevas puesto y cómo lo combinas, por eso uno debe transmitir orgullo y seguridad a través de la moda”, afirmó. Sabe, sin embargo, que él se lo puede permitir, que su mundo no es el del común de los mortales, donde llevar ropa ‘no normativa’ es todavía, y en demasiadas ocasiones, motivo de humillación y hasta de agresión física. “Creo que se ha hecho mucho por visibilizar que la ropa no debería tener género, pero queda mucho por hacer”.



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