Anna Wintour busca a la asistente perfecta: alguien con capacidad de “hacer malabarismos” que cobrará un máximo de 80.000 dólares al año

Los seguidores del hoy clásico de culto El diablo viste de Prada (2006) por fin podrán postularse para cumplir su sueño, aunque para otros sea una pesadilla. Anna Wintour (Londres, 73 años) está en busca de la nueva Andy Sachs, personaje que en la película interpreta Anne Hathaway. La todopoderosa editora de moda, actual responsable de los contenidos del grupo editorial Condé Nast y de la revista Vogue, quiere encontrar a su nueva mano derecha y asistente. La cinta, protagonizada por Hathaway y Meryl Streep, está inspirada en el libro de una exasistente de Wintour y sus complicadas condiciones laborales. De nuevo, la realidad vuelve a superar a la ficción y cualquier persona que cumpla una serie de requisitos podrá convertirse en una pieza fundamental para la poderosa editora.

Según el anuncio del puesto de trabajo publicado, el elegido tendrá que ayudarla en la coordinación de reuniones, gestión de eventos y compromisos, así como de la supervisión del flujo de la comunicación e información que entra y sale de su oficina de Nueva York. Un trabajo nada sencillo, pero por el que probablemente “un millón de chicas matarían”, tal y como defienden en la película.

La oferta de trabajo se publicó la semana pasada en la propia página web del grupo editorial, desde la que se puede aplicar directamente al puesto. Pero, ¿qué requisitos tiene que cumplir un candidato para trabajar mano a mano con una de las periodistas de moda más reconocidas e influyentes del mundo? Tal y como explican, el aspirante debe ser una persona extremadamente organizada, capaz de realizar múltiples tareas en un entorno acelerado y con fuertes habilidades de comunicación verbal, interpersonal y de colaboración, así como habilidades organizativas y de gestión del tiempo (incluida la capacidad de hacer malabarismos con varias tareas a la vez).

Más allá de lo laboral, el candidato tiene que demostrar “discreción, confidencialidad, confianza, entusiasmo y una actitud positiva equilibrada con la humildad y la voluntad de aprender”. Además, tiene que contar con un título universitario y tener uno o dos años de experiencia laboral en la industria editorial, de contenidos o de medios digitales. Quien consiga cumplir todos estos requisitos cobrará entre 60.000 y 80.000 dólares al año, según la experiencia que tenga el candidato en cuestión. “Esta es una gran oportunidad para un profesional ambicioso, experto en negocios y apasionado por la cultura, la moda, los medios digitales y el contenido”, se lee en la oferta.

Un salario que ha sido muy criticado en redes sociales dada la exigencia que requiere el puesto y las obligaciones que la persona escogida tiene que realizar. Aunque el trabajo a simple vista parezca ser muy glamuroso, han sido varias las exasistentes de Wintour las que han compartido historias casi de terror sobre cómo es trabajar para ella. Lauren Weisberger, que fue su mano derecha entre 1999 y 2000, fue la persona que escribió la novela El diablo viste de Prada en 2003 sobre su experiencia. De hecho, el personaje de Andy Sachs está inspirado en sus vivencias como trabajadora.

Casi 20 años más tarde, la historia se volvió a repetir. En una biografía publicada en 2022 sobre Wintour, titulada Anna, una asistente alegó que una vez les obligó a permanecer sentadas en su escritorio, aunque necesitasen ir al baño, a menos que hubiera otra asistente presente. Aunque las condiciones laborales, según aseguran las que una vez trabajaron junto a ella, son difíciles, el elegido —a priori— no tendrá que saber diferenciar entre las tonalidades turquesa, lapislázuli o cerúleo, y tampoco tendrá que conseguir por adelantado una copia en exclusiva del séptimo libro de Harry Potter, como ocurre en la película.

Además de ser la editora de Vogue, Wintour es la organizadora de la mediática gala del Met. Es ella quien confecciona personalmente la lista de invitados y la que escoge qué profesionales del sector y personajes públicos asisten a uno de los eventos del año. Pero no es una invitación gratuita. Cada invitado tiene que pagar alrededor de 30.000 dólares para confirmar la asistencia.