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Susana Uribarri, la sombra detrás de los últimos fenómenos televisivos

La representante de famosos ha sido la encargada de convencer a Ana Obregón para presentar las campanadas en su año más triste y la responsable del bombazo de ver a Georgina Rodríguez tras el disfraz de león en ‘Mask Singer’

Susana Uribarri, en Madrid en 2018.
Susana Uribarri, en Madrid en 2018.GDG/GJB (GTRES)
Maite Morate

Que Ana Obregón haya aceptado presentar las campanadas de fin de año en Televisión Española en el que ha sido el año más triste de su vida no ha sido casualidad. A la actriz y presentadora le ha convencido su íntima amiga y también representante Susana Uribarri. Ella ha sido una de las personas que más ha arropado a la intérprete de Ana y los siete desde que el pasado mayo su único hijo, Álex Lequio, falleciera a los 27 años tras estar los dos últimos batallando contra el cáncer. Obregón se ha refugiado estos meses en su casa, la de Madrid primero la de Mallorca después, en su familia y amigos y también en los psicólogos a los que ha acudido para intentar apaciguar esa sensación de vacío y soledad que deja la pérdida de un ser querido. Unos sentimientos que ella misma ha compartido en sus redes sociales y que corrobora Uribarri al teléfono, entre reunión y reunión. “Yo he estado a su lado, aunque fuera en alma, hablaba con ella, la escuchaba rota, sin parar de llorar y necesitaba que eso acabara”, cuenta Uribarri sobre cómo pensó que su presencia para despedir este año era necesaria: “Tanta gente ha tenido pérdidas este 2020 que se van a identificar con ella. Es la mujer perfecta”.

Admite que le costó convencerla, no fue fácil, pero supo tocar su fibra. “Ana, no puedes seguir así”, cuenta que le dijo, “Álex estaría orgulloso de ver a su madre trabajando. Y desde su estrella te lo va a agradecer”. Esta conversación ocurrió en el mes de julio, cuando a Susana Uribarri le vino a la cabeza que este era el empujón que Obregón necesitaba. “Ana tiene mucho que dar, no puede hundirse y el trabajo y su hijo es lo que siempre le han hecho feliz. Por desgracia ya no tiene a su hijo así que el trabajo es lo que mejor le puede venir”, añade sin querer confirmar si las campanadas de Obregón junto a Anne Igartiburu en La 1 el próximo 31 de diciembre será solo el pistoletazo de salida para la actriz y retomará algún proyecto laboral, entre los que estaba una obra de teatro que se paralizó primero por la pandemia y después por lo sucedido con su hijo.

La relación profesional entre Ana Obregón y Susana Uribarri se remonta muchos años atrás. Tantos que la empresaria ni los recuerda haciendo memoria. Sí cuenta que hubo un parón entre ambas, que coincidió más o menos en el tiempo cuando ella empezó a salir con Darek, el modelo polaco que se dio a conocer por su relación con la actriz. De eso prefiere no hablar, aunque las revistas del corazón ya informaron que después de casi siete años de noviazgo Uribarri y Darek decidieron tomar caminos separados. En 2016, las amigas dieron por finiquitadas sus diferencias y se reconciliaron también en lo profesional.

Entonces, Obregón pasó de nuevo a ocupar el primer puesto de una larga lista de representados por Susana Uribarri. Entre sus manos están algunas de las estrellas más codiciadas del momento como la actriz Concha Velasco, los cantantes Al Bano o Carlos Baute, el tenista Carlos Moyá y otros como Norma Duval, Agatha Ruiz de la Prada y dos de los tres hijos de Isabel Preysler y Julio Iglesias. A excepción de Enrique, sus hermanos Chábeli y Julio José y, además, Tamara Falcó están entre los representados de Uribarri, siendo esta última la que más ha aumentado en popularidad desde que participó (y ganó) en el programa de MasterChef Celebrity y ahora cuenta con un programa propio de cocina en TVE y una colaboración semanal en El Hormiguero.

Fue precisamente con el intérprete de Me va, me va, ahora de 77 años, con quien Susana empezó en este mundo de representante de artistas. Trabajó seis años con él, le acompañaba por sus giras internacionales y llevaba su agenda en España y Miami. “Él se fijó en mí, vio que era una persona trabajadora y discreta en la que podía confiar. Me lo propuso y le seguí”, recuerda la hija del prestigioso presentador José Luis Uribarri, conocido también por ser “la voz” de Eurovisión, que falleció en 2012.

Aunque ella siempre quiso ser actriz y cantante, pronto se dio cuenta que ese don de gentes le abriría muchas más puertas si trabajaba detrás de las cámaras. Empezó en Antena 3, como subdirectora del equipo artístico de la cadena y, después, fue directora de Espacios Musicales y de Variedades en Televisión Española. Tras representar a Julio Iglesias formó su propia empresa: Alfin Producciones, donde además de representación y posicionamiento también se encarga de organización de eventos. “La única que heredó de mi padre el gusto por este mundillo fui yo. Lo he mamado desde pequeñita”, explica. Uribarri tiene una hija, Carlota, de 20 años y que estudia Derecho pero que, según su madre, “lo que de verdad le gustaría ser es cantante”. Tablas no le faltan y ella se encarga de promocionar a la joven siempre que puede compartiendo su trabajo en Instagram o llevándola de su mano a todos los saraos.

Susana Uribarri ha sido también la responsable de dejar a media España boquiabierta cuando el pasado 4 de noviembre se descubrió que la persona que se escondía detrás del disfraz de león que cantaba en Mask Singer —que fue lo más visto de la noche con 3,7 millones de espectadores y consiguió convertirse en el mejor estreno de un programa de entretenimiento en ocho años— era Georgina Rodríguez, la novia de Cristiano Ronaldo. Sobre la elección de la también modelo para este nuevo formato televisivo, Uribarri asegura que se le vino a la mente un día sin querer. “Yo trabajo a veces en Italia y la vi actuar en el Festival de San Remo y se me ocurrió que Georgina podría sorprender mucho”. Y acertó. Cuenta que a la madre de la pequeña de los cuatro hijos del futbolista portugués “le gustó la idea desde el principio” y aceptó. Tal vez con la intención de dar un paso adelante en su país natal y buscar escapar de la sombra de su internacionalmente conocida pareja o tal vez simplemente por dinero, pero lo que sí fue seguro es que Georgina dio el cante y sorprendió al público, dividido entre los que no esperaban esa aparición y los que desconocían por completo quién era. Sea por lo que fuere, parece que todo lo que toca Susana Uribarri se convierte en una revolución.

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Sobre la firma

Maite Morate
Es redactora en Última Hora y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario digital Redacción Médica y en la Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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