_
_
_
_
_

Kitty Spencer, modelo, sobrina y heredera de Lady Di

Nueva imagen de Puerto Banús, trabaja para Dolce & Gabbana y Bulgari. Alcanzó la fama en la boda de su primo Enrique de Inglaterra y Meghan Markle

Lady Kitty Spencer durante el rodaje de un anuncio en Marbella el 25 de febrero de 2020.
Lady Kitty Spencer durante el rodaje de un anuncio en Marbella el 25 de febrero de 2020.Fredy Torra (Europa Press)

Con los ojos azules entrecerrados por el intenso sol, lady Kitty Spencer posaba el jueves ante las cámaras con cierta timidez. Rodeada de enormes yates y tiendas de lujo en Puerto Banús, la británica se esmeró en regalar sonrisas. La prima de los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra se mostró cercana. Pero tras su porte de modelo se dejaba entrever una mujer introvertida, atenta y comprometida con causas sociales. Con la prensa británica rendida a sus pies, reúne las mismas características que convirtieron a su tía, Diana de Gales, en la Princesa del pueblo. Spencer es hoy su digna heredera. Y, como Lady Di, está encantada con Marbella. “Esto es único”, aseguraba tras un acto promocional en la que ha sido su primera visita a la Costa del Sol.

No será la última. Volverá en julio para la gran fiesta del 50º aniversario de Puerto Banús, de donde es embajadora y donde se la reconoce como icono del lujo —estos días ha rodado su vídeo— a pesar de su corta trayectoria mediática.

Se dio a conocer al gran público en la primavera de 2018 durante la boda del príncipe Enrique con Meghan Markle. Casi sin quererlo, llamó la atención con un elegante vestido verde esmeralda con estampado floral pintado a mano, manga francesa y escote cuadrado. ¿Quién es lady Kitty Spencer?, se preguntaron entonces los tabloides del Reino Unido, que descubrieron a una nueva estrella. Hoy cuenta con medio millón de seguidores en Instagram y es imagen de Dolce & Gabbana y Bulgari. “Representa la sofisticación y la autenticidad”, aseguraba Juan Nuñez-Insausti, consejero delegado de Puerto Banús, que recordó que por allí han pasado estrellas tan diversas como Grace Kelly o Lady Gaga.

Lady Eliza Spencer, Louis Spencer, Victoria Aitken y lady Kitty Spencer a su llegada a la boda del príncipe Enrique con Meghan Markle, el 19 de mayo de 2018 en Windsor.
Lady Eliza Spencer, Louis Spencer, Victoria Aitken y lady Kitty Spencer a su llegada a la boda del príncipe Enrique con Meghan Markle, el 19 de mayo de 2018 en Windsor.Chris Radburn (GETTY)

La familia real británica y Lady Di son temas tabú en sus entrevistas, a pesar de que Spencer, de 29 años, tiene buena mano para manejar a la prensa y una habilidad innata para llevar la conversación a su terreno. Responde con simpatía y emoción acerca de su trabajo como modelo o su labor social, pero cuando surgen cuestiones intocables, el equipo que la rodea pide rápidamente que se cambie de conversación. “Solo se habla de los temas previstos”, indican con educación inglesa. Y si un periodista se salta el protocolo para preguntar por los recuerdos que tiene de su tía, ella responde con evasivas. “Era muy pequeña, no puedo decir mucho”, responde para salir del paso. Cuando se le pregunta por sus secretos de belleza, se ruboriza. “No hago nada especial”, afirma, sorprendida.

De niña creció alejada de los medios. Cuando tenía cinco años (dos años antes de que su tía falleciera en un accidente de tráfico en París mientras trataba de evitar a los paparazis), sus padres, Charles Spencer —hermano menor de Lady Di— y Victoria Lockwood decidieron mudarse a Sudáfrica para mantenerla alejada del foco mediático. “Estoy encantada de haber tenido una infancia allí. La gente hace vida en la calle, es todo más relajado y hay mucha naturaleza”, explica a EL PAÍS.

Lady Kitty Spencer, en la presentación de los actos del 50º aniversario de Puerto Banús.
Lady Kitty Spencer, en la presentación de los actos del 50º aniversario de Puerto Banús.Garcia-Santos (El Pais)

Ahora vive en Londres, donde se alegra de tener el mundo a un paso. “Aquí hace calor y veo desde la ventana África y esta noche duermo en casa, donde está nevando. Es una locura”, afirma. “Me encanta viajar, conocer gente, aprender de otras culturas. Son experiencias que me gustaría contar a mis hijos”, subraya. Kitty Spencer se ha comprometido recientemente con el empresario sudafricano Michael Lewis, 32 años mayor que ella. Según The Times, se convertirá al judaísmo —religión de su futuro marido— para contraer matrimonio.

Tras realizar estudios de Psicología, Historia del Arte y Literatura Inglesa, en 2015 se especializó en un Máster en Gestión de Marcas de Lujo en Londres. Se subió a una pasarela por primera vez casi por casualidad, pero aquel año dio sus primeros pasos como modelo profesional. Su carrera ha sido meteórica. Ha desfilado en Nueva York, Moscú, Milán o Dubái y ha protagonizado numerosos reportajes de moda.

Kitty Spencer y Michael Lewis, en Saint-Tropez (Francia), en agosto.
Kitty Spencer y Michael Lewis, en Saint-Tropez (Francia), en agosto.GTRESONLINE

Su primera portada fue, eso sí, en 1992. Apenas tenía un año y posó en los brazos de su madre para Harper’s Bazaar. “Eso no cuenta”, dice entre risas. “No me quiero tomar la profesión demasiado en serio, pero celebro la creatividad, me encanta conocer nuevos diseñadores y ahora tengo mucha más confianza en lo que me pongo”, dice entusiasmada y con una permanente sonrisa que recuerda a Lady Di.


‘Influencer’ de las causas sociales

En sus redes sociales, Kitty Spencer muestra fotografías idílicas en Capri o la Costa Azul francesa, así como sus viajes a Florencia, Qatar o Australia. En la mayor parte de sus imágenes ejerce de modelo, pero ella no se ve a sí misma como una 'influencer'. Eso sí, cree que la atención que se le presta es una oportunidad para hablar “de cuestiones que realmente importan”. “Tener seguidores es genial, pero lo más importante son los proyectos en los que trabajamos”, afirma. Dice que en la filantropía ha encontrado el equilibrio vital perfecto, como en su día su tía Diana. “Todos tenemos la responsabilidad de ayudar a los demás. Dedicar energía y tiempo a proyectos sociales es lo que me permite después divertirme y viajar”, relata. Actualmente es embajadora de Centrepoint —ONG que trabaja con personas sin hogar de la que Diana de Gales fue mecenas— además de Save the Children y Youth Focus, centrada en la prevención del suicidio juvenil. “Si soy algún tipo de 'influencer', me gusta pensar que es de esa parte social”, explica. “Toda mi familia colabora con entidades sociales. Y es algo que también me gustaría inculcar a mis hijos”, concluye.


Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_