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Navajas con curry y leche de coco

Una versión con menos caldo de un plato clásico tailandés llamado 'tom yum nam kon'. La podemos preparar en versión exprés o más elaborada, haciendo la pasta de curry en casa.

Festín tailandés
Festín tailandésALFONSO D. MARTÍN
Alfonso D. Martín

Los sabores de Tailandia combinan a la perfección con cualquier tipo de bivalvo. El frescor de las hierbas aromáticas, el cítrico de la lima y el lemongrass, el picante de los chiles y la cremosidad de la leche de coco conforman la base del tom yum nam kon, una sopa tradicional tailandesa que tiende a servirse con pollo o gambas pero lo tiene todo para hacer brillar almejas, navajas o mejillones. Como no me resulta demasiado cómodo tomarme una sopa con navajas, para esta receta reduciremos mucho la cantidad de caldo, hasta el punto de ser más bien un salteado con un poco de salsa inspirada en el plato que mencionaba antes.

Es común encontrar navajas en las recetas nacionales: cocinadas a la plancha con limón, ajo y perejil, con salsa marinera o en arroz. El principal problema que nos presenta la navaja es la arena que puede conservar en su interior, haciendo que para muchos resulte molesto cocinarla en casa, un riesgo que podemos minimizar dejándolas en agua fresca con sal durante unas horas. Como cualquier otro bivalvo, las navajas necesitan una cocción rápida porque su carne se seca con facilidad y puede quedar chiclosa, resultando un tanto desagradable de comer.

Para esta receta partiremos de una pasta de curry que, por suerte, se encuentra muy fácilmente a día de hoy en cualquier tienda con productos asiáticos. Sin embargo, soy partidario de hacer estas pastas de forma express en casa, ya que no requieren demasiado tiempo y puedes modular tanto la cantidad de sal como de picante.

Estas navajas con curry tailandés y coco son perfectas como plato para acompañar arroces o fideos. Si te cuesta encontrar navajas frescas, no dudes en sustituirlas por mejillones o almejas de carril. Y si tienes un supermercado asiático a mano y una buena frutería, añade pasta de gamba fermentada, hojas de lima kaffir y lemongrass al curry casero para aportar aún más complejidad al mismo.

Dificultad: Pretender que un molusco que se dedica a filtrar arena esté totalmente limpio es complicado a veces.

Ingredientes

Para 2 personas

  • 500 g de navajas frescas
  • Toda la pasta de curry casera o 2 cucharadas de pasta de curry verde comercial (probar de sal y picante antes)
  • 150 ml de leche de coco
  • Chiles rojos secos al gusto
  • Hojas de albahaca y cilantro para decorar
  • 1 lima
  • 2 cucharadas de mantequilla

Para el curry casero (opcional)

  • 1/2 cebolla morada grande o dos chalotas
  • 6 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de jengibre fresco picado
  • 4 chiles verdes tailandeses
  • 1 cucharada de salsa de pescado
  • La ralladura de una lima
  • 15 tallos de cilantro con sus hojas
  • 12 hojas de albahaca
  • 1,5 cucharaditas de semillas de cilantro tostadas
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1/2 cucharadita de pimienta blanca en polvo
  • 1 cucharadita de azúcar blanco
  • 1,5 cucharaditas de sal

Instrucciones

1.
Lavar bien las navajas y dejarlas en agua con un poco de sal un mínimo de cuatro horas. Sacarlas y lavarlas de nuevo para quitar la máxima cantidad de arena posible.
2.
En un mortero o procesador de alimentos, preparar el curry añadiendo todos los ingredientes necesarios, triturando hasta que quede una pasta no demasiado uniforme, con algunos trozos. Este paso lo puedes evitar si ya tienes una pasta de curry comprada.
3.
Añadir la mantequilla a una sartén grande y saltear la pasta de curry y los chiles secos hasta que empiece a oler bien.
4.
Añadir dos cucharadas de leche de coco y seguir salteando hasta que esta se integre con la pasta y sea visible la separación de la grasa.
5.
Saltear ahí mismo las navajas a fuego medio-alto removiendo con frecuencia durante un minuto.
6.
Subir más el fuego y añadir 150 ml de leche de coco. Remover con cuidado para que se integre bien. Cocinar un minuto y retirar del fuego. Servir con hojas de cilantro, albahaca y lima cortada para exprimir por encima.

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Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.

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