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Menú para hoy: pasta con pesto de cualquier cosa

En pleno enclaustramiento, ofrecemos una sección diaria para disfrutar de la cocina en casa. Una técnica sencilla pero poco conocida, sus aplicaciones en recetas concretas, y un menú completo de comida y cena.

Pesto que te quiero pesto
Pesto que te quiero pestoLYUBOV KARDAKOVA / PIXABAY

Tercer día de recogimiento, alguno más para los que lo hicimos el viernes: ya le hablamos al perro o el gato con absoluta normalidad -y ellos nos contestan-, tenemos la casa como una patena y hemos hecho bricolaje y ejercicio en casa cada día (antes pisábamos mucho más el bar que el gimnasio, pero mejor no pensar en esos días felices). Cocinar empieza a ser uno de esos momentos donde la rutina es reconfortante, y hoy nos disponemos a preparar un aderezo para pasta sencillísimo y que admite infinitas variantes: el pesto.

Cualquier cosa sirve para hacer pesto

El pesto es probablemente la salsa más fácil y rápida de hacer para acompañar una pasta: basta con triturar unos cuantos ingredientes y la tienes lista, sin necesidad de sartenes, cazuelas o fuegos. Los puristas más pelmazos te dirán que debes usar albahaca, piñones, ajo, parmesano y aceite de oliva, y tendrán razón si se refieren al pesto genovés. Pero si le quitas ese adjetivo, esta salsa admite incontables variantes, siempre que respetes su proporción de frutos secos y hierbas frescas, no las tritures demasiado y no añadas el aceite -poco a poco- y el queso rallado hasta el final del proceso. Asegúrate de que tiene una buena capa de aceite por encima para que no se seque y consúmelo en el plazo máximo de una semana: si vives solo puedes preparar la mitad de la cantidad indicada en la receta, o dejar la mitad en el congelador en un tarro bien cerrado y removerlo bien al descongelarlo para que recupere la textura.

¿Cómo se prepara?

¿Te parece todo muy bien pero no tienes ni idea de cómo enfrentarte a esta preparación, alma de cántaro? Aquí tienes un pequeño tutorial para aprender a prepararlo en la versión que más te guste, partiendo de la base del clásico genovés; y justo debajo la receta escrita, por si los vídeos te dan alergia hasta cuando no tienes nada mejor que hacer:

PESTO GENOVÉS

Ingredientes

  • 150 g de albahaca
  • 50 g de piñones
  • 30 g de parmesano rallado
  • 30 g de queso pecorino o de oveja rallado
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 diente de ajo
  • Sal gorda

Instrucciones

1.
Trocear las hojas con los dedos eliminando los tallos
2.
Tostar un poco los piñones y triturarlos con el ajo. Añadir la albahaca y triturar.
3.
Incorporar el aceite poco a poco mientras mezclas. Añadir el queso y mezclar.

¿Puedo tunearlo?

Como diría Buzz Lightyear: hasta el infinito y más allá. ¿Tienes restos de las bolsas de frutos secos que compraste para picar algo sano durante el confinamiento? Aquí tienes tres ideas más para darles salida con un pesto de remolacha y pistacho, otro de tomate seco y avellanas, de ají, anacardos y parmesano y para rematar uno de piñones, como el clásico, pero con anchoas y perejil. Y aquí otro par, por si te quedas sin ideas: un pesto rojo de tomate y almendras y una versión con cilantro y avellanas. Bonus track para los aprovechateguis: las hojas de los manojos de zanahorias, que habitualmente acaban en la basura, sirven para este menester. Si no comes queso, la levadura nutricional puede aportar un golpe de intensidad bastante similar.

¿Con qué me los puedo comer?

Pues prácticamente como te dé la gana: además de usarlo en platos de pasta -la alargada es la que le va mejor- puede ser un estupendo aliado para comer más verdura. Aligerado con un poco más de zumo de limón y aceite funciona como una sabrosísima vinagreta, que puede alegrar desde unas vainas con patatas o unos guisantes al vapor hasta cualquier verdura que haya pasado por el horno. Boniato, pimiento, zanahorias, alcachofas o berenjenas: todos se vienen arriba con esta vinagreta pestosa, igual que las ensaladas.

Si estás hasta el kiwi de desayunar cada día lo mismo, unta una capa generosa de pesto sobre una tostada y ponle encima bastantes rodajas finas de tomate (puedes ponerle también aguacate, así de paso la subes a Instagram y te entretienes un ratito). También puede animar una pechuga o un contramuslo de pollo a la plancha, y las versiones sin queso -también aligeradas, en este caso- le quedan genial al pescado blanco o azul y a las gambas o langostinos.

Comparte tu fotos de platos o trucos para comprar y cocinar durante el confinamIento con la etiqueta #ComidistaConfinado. Y recuerda: ¡hoy a las 20.05 hacemos todos juntos tortilla de patatas en directo! Los detalles, aquí.

¿Qué comemos hoy?

COMIDA

 

 

Ensalada de col con zanahoria

 

 

Pasta larga con pesto

 

 

Peras asadas con gorgonzola y chocolate

 

 

 

CENA

 

 

Zanahorias al vapor con pesto aligerado con zumo de limón

 

 

Albóndigas de setas y judías negras con salsa de coliflor

 

 

Mandarina

 

 

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