Alquiler a la carta para todos los gustos

El renting está inmerso en un cambio profundo en el que se abren paso productos y servicios flexibles adaptados a las necesidades de cada cliente y soluciones a la carta, en las que gana peso el segmento de particulares, aunque lejos de las cifras registradas en empresa, el sector más maduro y con mayor tradición. El pago por uso gana cada vez más fuerza, al igual que la contratación digital, y crece la preocupación por la sostenibilidad y el interés por los coches híbridos y eléctricos.

En realidad, “no podemos hablar de un modelo exclusivo de renting. Las necesidades de los clientes son diversas y observamos que la tendencia será hacia soluciones integrales de movilidad en función de esas necesidades. En cierto modo ya podemos decir que hay un renting a la carta”, explica José-Martín Castro Acebes, presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER).

Esta apuesta por modelos cada vez más flexibles permite a los clientes adaptarse a cualquier cambio en sus necesidades de movilidad de una manera ágil y sin grandes inversiones económicas. “Estamos en un momento absolutamente atípico en el que la demanda de vehículos y la oferta están desacopladas, por lo que las compañías de renting tienen el reto de acompasar ambas variables y garantizar la movilidad de sus clientes, para lo que instrumentos como la ampliación de contratos son esenciales”, advierte Castro Acebes. “El cambio energético de combustión a electrificado aún no se ha completado. Las restricciones de circulación por tipo de combustible, así como la llamada cuotificación en el uso de activos en muchos sectores ha incidido en la menor necesidad de adquirir o poseer un coche y ha relanzado modelos más dedicados al uso, como es el caso del renting”, reconoce José Coronel de Palma, presidente de la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR).

“Modelos como la suscripción suponen una evolución natural del renting. Se trata de nuevas pautas de movilidad que se apoyan en el concepto inicial del renting, pero que van mucho más allá y que están más próximos a la MaaS (movilidad como servicio, por sus siglas en inglés), como los VMP (vehículos de movilidad personal)”, enfatiza Antonio Cruz, subdirector general de ALD Automotive España. En opinión de Cruz, entre las modalidades de contratación particular, el renting de usados “es uno de los productos más demandados. Se trata de modelos que contribuyen a la renovación del parque, ya que los usados del renting tienen una media de antigüedad de entre uno y cinco años frente a la media de 13 años con los que cuenta el parque total. Además, permiten la realización de contratos más flexibles que facilitan adquirir el vehículo, continuar con el contrato o devolverlo en un corto plazo de tiempo”.

“La movilidad y todos los conceptos asociados a esta son los nuevos ejes de nuestro negocio”, señala Alicia Gálvez, directora comercial y de marketing de Alphabet. En este sentido, el renting se posiciona como una opción que reduce la incertidumbre en inversiones. Los cambios en los hábitos de consumo de los ciudadanos, el auge del pago por uso y los problemas en la entrega de vehículos nuevos por la escasez de materias primas han dado lugar a “un nuevo cliente que evita plazos fijos y ataduras y busca la adaptabilidad. Ante esto, modalidades como el renting flexible se están consolidando como la mejor opción para acceder a un vehículo”, explica Raúl Lasso, gerente de grandes cuentas de Northgate Renting Flexible. Esta modalidad “facilita muchas gestiones y labores administrativas, especialmente a empresas y autónomos, que pueden conseguir su vehículo de trabajo en poco tiempo, en las mejores condiciones y con la posibilidad de cambiarlo por otro que se adecue más a sus necesidades del momento si estas se modifican”, añade el portavoz de Northgate.

Demandas localizadas

Las empresas del sector han tomado nota de las demandas del mercado y han puesto en marcha iniciativas y ofertas para captar clientes. En el caso de ALD Automotive, “hemos apostado por ReDrive, un producto de renting para particulares de vehículos usados seleccionados, en la que a los seis meses de alquiler el usuario tiene la posibilidad de comprar el vehículo, continuar con el contrato o devolver el coche. Es decir, el conductor utiliza el coche durante medio año, lo prueba y luego puede acceder a comprarlo, pero con el reembolso, además, del 50% de las cuotas de renting”, detalla Cruz.

Northgate eligió España como el primer país en el que ofrecer su renting a particulares a comienzos de 2021. Se trata de Flexing. En un momento en el que el pago por uso está cada vez más generalizado y en el que el consumidor ya opta en otros ámbitos por compañías que ofrecen productos o servicios flexibles, sin ataduras y que les permita pagar por lo que realmente utilizan, “Flexing ha puesto a disposición de cualquier conductor la flota de 55.000 vehículos que la compañía ya ofrecía a empresas y autónomos en una modalidad de pago por uso. La contratación es 100% digital y el alquiler es 100% flexible ya que, con solo un mes de duración mínima, no tiene ni entrada ni penalizaciones por devolución o cambio de coche, ofreciendo de esta manera a sus usuarios la posibilidad de alquilar un auto en función de sus necesidades de cada momento, al igual que ocurre con el renting flexible para empresas”, precisa Lasso.

El año pasado, Northgate incrementó “las compras de eléctricos en un 185% respecto a 2020 “en aras de potenciar también la movilidad sostenible”, añade. En Alphabet, entre otras modalidades, ofrecen “AlphaRent, que brinda movilidad flexible y sostenible al usuario abarcando toda la gama de vehículos con etiquetas Cero, Eco y C; y Mobility Flex, un nuevo servicio de movilidad flexible por suscripción, que permite contratar de manera online y muy fácil el uso de coches prácticamente nuevos, tanto de combustión como híbridos enchufables y eléctricos de las marcas BMW y Mini por el tiempo que se quiera, desde un solo día. Ambas opciones posibilitan a nuestros clientes el pago por uso”, detalla Gálvez.

Desde AlphaElectric se ofrecen opciones como Electric Discovery, que permite disfrutar de un vehículo eléctrico durante un periodo de hasta tres meses y “si, transcurrido ese tiempo, no satisface las necesidades del cliente, puede volver a un vehículo de combustión tradicional, sin ningún coste”, concluye la portavoz de Alphabet.