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Geotermia, una gran fuente bajo tierra

Esta energía pretende representar el 5% del suministro eléctrico mundial en 2050, frente al 0,5% actual, situándose como alternativa real para el autoconsumo

renovables
Jacobs Stock ( GETTY IMAGES )

Las energías renovables se han elevado como los pilares fundamentales para la construcción de un futuro limpio y eficiente. Se han convertido en la espina dorsal de las estrategias globales para mitigar el cambio climático y avanzar hacia un futuro energético sostenible. La geotermia, en particular, destaca por su capacidad para proporcionar un suministro energético estable y constante. “Su principal ventaja es que está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. No dependemos de cuestiones climáticas como el viento, no dependemos de horario, es una energía disponible en todo momento”, explica Celestino García de la Noceda, jefe de proyectos de geotermia del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC).

La geotermia, al proporcionar la entrada de energía de manera regular, aprovechando el calor interno de la Tierra, ofrece la oportunidad a los países de reducir la dependencia de combustibles fósiles importados. Esta independencia energética no solo fortalece la economía nacional, sino que también puede actuar como amortiguador contra las crisis energéticas provocadas por conflictos geopolíticos, interrupciones en el suministro o variaciones en los precios del petróleo y el gas.

Esta fuente tiene diversas aplicaciones, tanto en el ámbito industrial como en el doméstico. En el primer caso, las plantas industriales pueden aprovechar el calor proveniente del interior de la Tierra para alimentar sistemas de generación eléctrica y térmica, sustituyendo así los combustibles fósiles. Además, la geotermia posibilita aplicaciones directas en sectores que requieren un control de temperatura o determinados procesos de secados, como la industria alimentaria. “Las industrias que funcionan de forma continua las 24 horas al día necesitan una alimentación de energía constante. Para estas empresas, tener una fuente de energía constante, como la geotermia, es fundamental. Por otro lado, hay empresas que necesitan temperaturas elevadas para algunos procesos industriales, como los secados que se realizan a temperaturas entre 60 y 80 grados. También puede ser útil para los invernaderos, que requieren un agua de alrededor de 30 grados con la que poder calentarlos y así aumentar la producción”, apunta Víctor Vilarrasa, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Eficiencia doméstica

En el entorno doméstico, la geotermia es una buena opción para hacer edificios y viviendas más eficientes. Mediante sistemas de bomba de calor se puede aprovechar el calor almacenado bajo el suelo para proporcionar calefacción en invierno y refrigeración en verano.

“Estos sistemas funcionan extrayendo calor del subsuelo en invierno y transfiriéndolo al interior del edificio para proporcionar calefacción. En verano el proceso se invierte, y las bombas de calor extraen calor del interior del edificio y lo transfieren al subsuelo para proporcionar refrigeración. Para instalar un sistema de bomba de calor geotérmica se realizan una o varias perforaciones en el subsuelo, y se introducen unas tuberías plásticas. El fluido que circula a través de estas sondas absorbe la energía del subsuelo y lo transfiere a la bomba de calor”, explica Vanesa Méndez Garrido, responsable de marketing y comunicación de la empresa Energanova.

Mientras la vida útil de las bombas de calor está en torno a los 20 años, la perforación es para el resto de la vida de la parcela. Aunque el coste elevado es su principal desventaja, también funciona como una inversión que revaloriza el valor de la vivienda. “Te pongo un ejemplo: en una casa nueva de 250 metros cuadrados, la instalación completa de aerotermia costaba 36.000 euros, mientras que la geotermia costaba 50.000. Así que eran 14.000 euros de diferencia”, apunta Miguel Madero Wage, director de la compañía Girod Geotermia. “Una de las razones de que la geotermia sea más cara es que requiere de una perforación en la parcela para tener campo de captación. Entonces, la parcela vale más que antes. Dentro de 10 años, si se vende la casa, van a pagar más por ella que por la del vecino, porque ya está la geotermia instalada para el resto de la vida de ese inmueble. Por lo tanto, no se trata de amortizar el coste de perforar, sino que es un incremento del valor del terreno”, añade Madero Wage.

Ahorro a largo plazo

Este enfoque reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y los costes de energía a largo plazo para los propietarios. Además, la destacada eficiencia de la energía geotérmica se hace evidente al analizar sus datos. “Por ejemplo, un kilovatio de potencia eléctrica producido directamente mediante una resistencia eléctrica solo generaría un kilovatio de energía térmica, mientras que una bomba de calor geotérmica puede proporcionar entre 4 y 10 kilovatios de energía térmica a partir de ese mismo kilovatio eléctrico. Para una determinada producción de energía eléctrica renovable, la energía geotérmica nos permite calentar o enfriar hasta 10 veces más edificios, reduciendo la necesidad de contar con una cantidad excesiva de paneles solares, aerogeneradores, centrales hidroeléctricas, entre otros”, señala Alejandro García Gil, científico titular del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

No obstante, sigue a la cola del resto de energías renovables a pesar de su potencial para transformar el futuro energético. “En 2021, la geotermia solo representaba el 0,5% de la capacidad instalada de renovables a escala global. El objetivo que se ha marcado para 2050 es que sea de al menos el 5% del total”, señala Víctor Vilarrasa. La comunidad científica continúa trabajando para que aumente su relevancia dentro del mix energético global, allanando así el camino hacia un futuro más sostenible.

“Tenemos en nuestro subsuelo una energía que la tierra está cediendo de forma gratuita y creemos que se puede aprovechar de forma eficiente desde un punto de vista no solamente técnico, sino también de forma económica para estabilizar los precios de la energía”, concluye Celestino García, del Instituto Geológico y Minero de España.

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