Cuando Enrique de Inglaterra se sentó a charlar con Gabor Maté, el mayor especialista del mundo en trauma

El pasado 4 de marzo tuvo lugar uno de los encuentros más insólitos de la historia de internet. Muchas personas vieron con asombro el anuncio por parte del editor de En la sombra de que el príncipe Enrique de Inglaterra mantendría una larga conversación con el médico y escritor canadiense Gabor Maté, el más célebre especialista del mundo en trauma.

Para obtener acceso al encuentro, que tuvo lugar a las seis de la tarde (hora peninsular española), era necesario comprar el libro del duque de Sussex, que se podía completar con The Myth of Normal, el último ensayo del médico canadiense de origen húngaro. Yo mismo asistí con escepticismo a este diálogo que levantó no pocas críticas antes de tener lugar.

Nada más iniciarse esta charla íntima, en un pequeño salón frente al fuego, Enrique sorprendió por su humildad al explicar abiertamente el motivo de la publicación de su biografía y de este diálogo: tras dos décadas luchando por su salud mental, necesitaba compartir su historia para empoderar a otras personas que aspiran a ser ellas mismas, más allá de las convenciones y de las expectativas de los demás.

En la conversación con el doctor Maté, que se alargó una hora y media, conocimos la dificultad del príncipe para hallar a un terapeuta que le ayudara a romper la burbuja en la que había vivido desde su infancia. Solo al encontrarlo pudo empezar a liberar a aquel niño que, con solo 12 años, había perdido a su madre. Como definición, apunta Gabor Maté, el trauma es una herida emocional que no ha sanado. Y el primer paso para salir del trauma es reconocerlo.

Enrique explica el momento en el que su padre, el rey Carlos III, entró en su habitación para, dándole un toquecito en la rodilla, anunciarle la muerte de su madre. Acto seguido, tras un lacónico “todo irá bien”, abandonaba la habitación. El autor de En la sombra explica al respecto que el 99% de las personas pasan por algún trauma, pérdida o dolor sin solucionar. En su caso, la ausencia de abrazos y caricias por parte de su padre agravó una situación ya de por sí extremadamente dolorosa para un niño. Maté apunta que el hecho de que su padre le tratara con frialdad no significa que no le amara. Simplemente, no sabía cómo expresarlo debido a su propia educación.

Enrique asiente ante este comentario y añade que, como padre, él intenta acariciar y abrazar a sus dos hijos cotidianamente. Reconoce que un punto de inflexión ha sido la publicación del libro, ya que le permitió volver al punto del trauma para comprenderlo y no repetir los mismos errores con Archie y Lilibet. Desde ese momento, afirma, pudo completar su sanación y empezar a ser él mismo.

En este punto de la conversación, Gabor Maté recapitula al afirmar que en toda vida se produce una encrucijada entre dos caminos que solo se pueden tomar con dolor:

1. Puedes optar por el dolor de no ser tú mismo, de no ser auténtico, para contentar a los demás.

2. Optas por el dolor de ser tú mismo y perder el apoyo de los demás (o de parte de ellos).

Cada ser humano debe de elegir entre estas dos opciones vitales. Y está claro que solo la segunda lleva a la realización personal.

En ese camino, uno de los momentos más emotivos de la charla es cuando el príncipe Enrique habla de sus episodios de depresión y ansiedad. En los actos protocolarios tenía que dar la mano a una larga fila de personalidades, y muchas veces sentía un desagradable calor en su cuerpo y sudor en las manos. Cuando detectaba sudor en las manos de alguien a quien debía saludar, se detenía. Sabía que esa persona también estaba pasando por un momento de ansiedad y se paraba a hablar con ella, aunque los jefes de protocolo le instaran a seguir. Eso le hacía sentir mejor.

Al ser preguntado sobre sus herramientas para salir del trauma y el dolor, responde que una de ellas es permitirnos el duelo. Comenta que en sus estancias en África vio que la población local dedicaba dos o tres días a llorar una pérdida. Eso les ayudaba a procesarla.

La otra herramienta es la conversación. Poder hablar con personas que saben escuchar con amor es clave en la sanación. Incluso si lo expresas a través de la escritura. Sobre esto, Enrique de Inglaterra confiesa que al principio estaba asustado ante las reacciones que podía estar generando su biografía en los lectores. Para tranquilizarlo, su editor le sugirió que mirara los comentarios de Amazon. Al hacerlo, el duque de Sussex se quedó asombrado ante las miles de palabras de gratitud. “Sentir que estoy ayudando a otras personas a curarse me ayuda a curarme”, reconoce emocionado al final de la conversación.

Gabor Maté añade que, además de tener compasión y empatía hacia los demás, hay que tenerla por uno mismo. Este es el primer paso para salir del trauma y empezar a vivir una existencia libre y auténtica.