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Deseos, libros y talleres de escritura: así es Peque Story, la tienda más mágica de Madrid

Se trata de un local ubicado en la zona de Ópera en cuya fachada la gente ha colocado más de 10.000 mensajes en dos años que lleva abierto

Peque Story
Daniela Camino, fotografiada en la puerta de su negocio, Peque Story.Peque story
Lucía Franco

A pocos metros del Teatro Real de Madrid, en la calle Escalinata, a la altura del número 7, hay una tienda que ha rebautizado la calle, que ha pasado a conocerse por muchos vecinos como la calle de los deseos. En la fachada del local, durante casi dos años, los transeúntes se han dedicado a escribir en pequeños trozos de papel sus deseos y anhelos más profundos. Empezaron colgándolos en dos pequeños árboles que están sobre la acera, pero ahora ocupan casi toda una pared. El ritual es fácil, rápido y, dicen, efectivo: se escribe el deseo, se cuelga y, acto seguido, se toca la campana de la tienda.

“Deseo una vida libre e independiente”. “Deseo que todos los sueños de la gente que quiero se hagan realidad”. “Deseo encontrar el amor verdadero este 2024″. Estos son solo algunos de los mensajes que se pueden leer en la pared de Peque Story. La dueña de la tienda, Daniela Camino, de 50 años, cuenta que recibe videos de sus vecinos que le mandan por las noches. “Aunque estemos cerrados, la gente viene hasta en la madrugada a poner sus mensajes. Se ha convertido en un ritual que se hace en todos los idiomas y a todas horas”.

Deseos colgados en la fachada de Peque Story.
Deseos colgados en la fachada de Peque Story.Peque Story

La argentina podría pasar toda la tarde contando anécdotas que le han pasado a lo largo de estos dos años en torno a los deseos de la gente. “El otro día vino un chico buscando un deseo que había dejado hace meses. Al no encontrarlo, entró a la tienda y me pidió ayuda. Me explicó que había deseado volver a ver a su papá y que se le había cumplido. Ahora, el chico había vuelto porque quería mostrarle a su papá que él lo había manifestado en ese pequeño trozo de papel”. El sueño de Camino es hacer un libro con todos los deseos para poder conservarlos siempre.

Camino, después de dedicarse toda la vida a trabajar en grandes agencias de publicidad como directora creativa, decidió en la pandemia cambiar su vida y abrir esta pequeña tienda en la zona de Ópera. “Quería hacer algo que me llenara y decidí crear un lugar mágico para mi hija y otros niños. De ahí el nombre del lugar”, asegura. La realidad es que al sitio acuden, como dice ella, niños desde los 0 hasta los 120 años.

La especialidad de Peque Story son los libros de vida y los talleres creativos de escritura, aunque también organizan cumpleaños, venden libros, agendas de manifestación y manillas hechas a mano, entre otras muchas cosas. Pero, ¿qué es eso de un libro de vida? Pues, básicamente, es una historia que Camino escribe, que puede tener hasta 100 páginas y que puede ser lo que el cliente quiera. “El otro día vino una mujer que tenía cáncer terminal. Me encargó un libro sobre la historia de su familia y sus enseñanzas para dejarles a sus hijos cuando ella ya no estuviera”, recuerda.

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Camino entrevistó a la mujer, recopiló toda la información que necesitaba y en un mes escribió el libro con todas las indicaciones que esta le dio por 250 euros. Se ha acostumbrado a hacer de periodista y de psicóloga mientras la gente se sienta en la pequeña silla que hay cerca de la chimenea y se dedica a contarle su vida para que ella la pueda inmortalizar a punta de tinta y papel. “Les pregunto cosas muy personales porque me gusta escribirlo con mucho sentimiento”, afirma. Camino ha escrito desde grandes historias de amor hasta tragedias, pasando por libros de cumpleaños y biografías. “Los encuaderno a mano, los coso yo misma usando los mejores papeles. Es un trabajo artesanal”.

Los talleres de escritura creativa, por otro lado, sirven para aquellos que quieren tomar el asunto en sus manos y escribir su propia novela, aunque también valen para quienes solo quieren aprender a escribir mejor o para quienes desean tan solo poner sus pensamientos negro sobre blanco como forma de terapia, como manera de desahogar todas las penas en el papel. Los cursos cuestan 70 euros y se dan una vez a la semana los jueves y los viernes.

La argentina llegó a España en el año 2000, después de que su empresa la trasladara a Madrid, pero cuando murieron sus padres, recuerda, quiso cambiar su vida y abrir su propio negocio. “Quería algo que me llenara y terminé creando mi propio mundo mágico”, asegura.

A sus cursos van sobre todo mujeres jóvenes, muchas de ellas migrantes. Meditan, hacen ejercicios con los sentidos y leen lo que han estado escribiendo mientras Camino las va a asesorando sobre cómo ir mejorando sus textos. Durante más de dos horas, estas mujeres se abren ante el miedo que da leer lo que se escribe desde el fondo del alma. Lo hacen con un único objetivo: ser mejores escritoras, lo que equivale a entenderse a ellas mismas y a su historia un poco mejor.

“Un día estaba perdida por las calles de Madrid y encontré este lugar. Me detuve en su pared porque me llamaron mucho la atención todos los papeles. Decidí escribir mi deseo y en ese momento salió la dueña. Nos pusimos a hablar y ahora vengo todos los viernes a clase de escritura. Se ha convertido en mi lugar seguro”, cuenta Loren Son, de 19 años.


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Sobre la firma

Lucía Franco
Es periodista de la edición de El PAÍS en Colombia. Anteriormente colaboró en EL PAÍS Madrid y El Confidencial en España. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Javeriana de Bogotá y máster de periodismo UAM-EL PAÍS. Ha recibido el Premio APM al Periodista Joven del Año 2021.
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