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Las Tablas esperó 17 años por un centro de salud, lo inauguró con la mitad de la plantilla y en breve se quedará sin la única pediatra

El ambulatorio, que costó 13,3 millones de euros, tiene cinco médicos y ni siquiera son los definitivos

El nuevo centro de salud de Las Tablas, en Madrid, que comenzó a funcionar en diciembre.
El nuevo centro de salud de Las Tablas, en Madrid, que comenzó a funcionar en diciembre.Claudio Álvarez
Ana Puentes

La dicha nunca es completa en Las Tablas. Va a cuentagotas. Los vecinos de este barrio al norte de Madrid por fin vieron en diciembre abrir, tras 17 años de espera, el nuevo centro de salud (CS) que pedían. Pero el CS Las Tablas ha comenzado a operar con la mitad del personal que, para más inri, aún no es el definitivo. En diciembre, la Comunidad de Madrid anunció que “en función de la población atendida” preveía dotar “progresivamente” el ambulatorio de 41 profesionales, entre ellos 10 médicos de familia, 6 pediatras y 10 enfermeras. Hasta la fecha, según han confirmado los sindicatos Amyts y Comisiones Obreras (CC OO), solo hay cinco médicos, seis enfermeras y una pediatra para atender una zona donde uno de cada cuatro habitantes es un niño menor de 10 años. Por si fuera poco, la pediatra está embarazada y “en breve” pedirá la baja, según confirman fuentes sindicales.

La Consejería de Sanidad explica que el centro se irá dotando “conforme se solventen los problemas de recursos humanos”. Y que, mientras tanto, cuenta con una “plantilla inicial” que, a partir de la próxima semana, sumará un médico de familia más. “En estos momentos se están adjudicando las plazas por interinidades o vacantes; y se sigue trabajando para la adjudicación de las plazas de Pediatría, de momento cubierta por una de tarde”, afirma un portavoz de la Consejería. La plantilla inicial de 18 personas, la mitad de las previstas, se completa con un técnico en cuidados auxiliares de enfermería, cuatro administrativas y un celador.

Los vecinos, sin embargo, hacen cuentas de lo que aún falta. La Comunidad de Madrid había anunciado que en esta infraestructura, que costó 13,3 millones de euros, trabajarían también dos fisioterapeutas, una matrona, una higienista dental y un odontólogo. Pero aún no hay rastro de este personal.

La paciencia se agota en el barrio. Lorenzo Álvarez, presidente de la Asociación Vecinal Las Tablas, recuerda que el proyecto se formuló por primera vez en 2007. Pasó más de una década hasta que, en 2019, el Gobierno regional autorizó la construcción. Aunque los carteles decían que el proyecto tardaría 18 meses, al final, pasaron cuatro años, recuerda Álvarez. “Incluso hicieron una inauguración antes de las elecciones. Pero la verdad es que eso estuvo un año cerrado, sin personal”, afirma el presidente de la asociación. En diciembre, por fin, los vecinos recibieron el mensaje con el que soñaban: los consultorios abrían sus puertas el 1 de diciembre. Pero la plantilla va apenas por la mitad y, en el caso de Álvarez, aún falta su médica asignada. “Me llegó un aviso en diciembre de que estaba asignado a una doctora en Las Tablas. Pregunté por ella en el centro de salud y me dijeron que todavía no ha llegado, ¡afortunadamente aún no he necesitado ir”, cuenta. Si algo sucediera, tendría que ir al centro de salud del vecino barrio de Sanchinarro, que está a 2,5 kilómetros.

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La Consejería de Sanidad, por su parte, sostiene que se ha informado por mensaje de texto o por carta al 40% de los usuarios del centro de Sanchinarro que, finalmente, están asignados a Las Tablas. “Según vaya completándose la plantilla, se finalizará la nueva asignación. Es una situación habitual cuando se abren nuevas instalaciones”, indica el área.

Los sindicatos critican la manera en que se ha conformado la plantilla del nuevo centro. Carolina Pérez, delegada de prevención de riesgos laborales del sindicato Amyts, asegura que la apertura se ha hecho “deprisa y corriendo” y echando mano de lo que se pueda, de traslados forzados desde Sanchinarro hechos en menos de 16 horas y de bolsas de trabajo. Eso, añade, ha tenido consecuencias. De Sanchinarro habían traído dos pediatras, pero una, explica Pérez, renunció porque no aceptaba esas condiciones. “Los profesionales que están ahora no son de adscripción definitiva. Eso afecta la continuidad en la atención a los pacientes”, afirma la delegada de Amyts.

Isabel Sánchez, responsable de Atención Primaria en Sanidad de CC OO Madrid, critica que se han tomado profesionales del centro de Sanchinarro ―ya tensionado― para ponerlos de urgencia en Las Tablas. “Es lo que llamamos desdoblarse, de un centro nacen dos”, denuncia Sánchez, y agrega que incluso si Las Tablas estuviera con su plantilla al 100% no sería suficiente para atender en condiciones a los 25.200 vecinos. “Es un ambulatorio que desde la planificación ya nace con déficit”, denuncia y recuerda que la recomendación europea es tener un médico de familia por cada 1.500 personas. Con la plantilla prometida de 10 facultativos, a cada uno le corresponderían 2.500.

La Comunidad reconoce el déficit de profesionales en la región, especialmente en Medicina de Familia, y ha tocado a la puerta del Ministerio de Sanidad. La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha enviado una carta a la ministra Mónica García en la que le pide que incluyan la evaluación del Plan de Acción de Atención Primaria 2021 en el Consejo Interterritorial que se celebrará el viernes. “No habrá solución al problema de la falta de profesionales sanitarios si no logramos trabajar de manera conjunta todas las administraciones”, escribe Matute.

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