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70 profesionales del urbanismo firman una carta a Almeida para que detenga las talas por la línea 11 de metro

Es la segunda carta que mandan al primer edil madrileño para que pare la deriva “arboricida” que lleva la ciudad

Una manifestante es retenida por agentes de Policía durante la protesta este lunes contra la tala de árboles en el parque de Arganzuela, prevista en las obras de ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid entre Plaza Elíptica y Conde de Casal.
Una manifestante es retenida por agentes de Policía durante la protesta este lunes contra la tala de árboles en el parque de Arganzuela, prevista en las obras de ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid entre Plaza Elíptica y Conde de Casal.AITOR MARTIN (EFE)
Mercedes Pedreño

Un conjunto de más de 70 profesionales relacionados con el urbanismo ha enviado una carta al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para que detenga las talas de árboles por el proyecto de ampliación de la línea 11 de metro. Estas talas, que comenzaron este lunes en Madrid Río y en el parque de Comillas, han provocado que estos expertos paralicen la recogida de firmas y envíen la carta con urgencia en un intento de salvar el arbolado. Este es el segundo documento que mandan al primer edil para que desautorice las talas que se están produciendo en varios puntos de la ciudad. En la primera, pedían: “Recuperar el trazado del primer proyecto planteado por la Comunidad de Madrid, al ser una alternativa técnica y económicamente viable que evita la pérdida de arbolado”.

El proyecto de ampliación de la línea 11 de metro ha sufrido muchos cambios desde que se presentó en 2022. La primera alternativa contemplaba eliminar muy pocos árboles en comparación con los 1.027 que se iban a talar y los 348 que se trasplantaban con la propuesta elegida por la Consejería de Transportes. Cuando los vecinos de las zonas afectadas conocieron el proyecto en febrero, comenzaron a movilizarse en contra y la Comunidad de Madrid paralizó las talas, tres meses antes de las elecciones autonómicas y municipales.

La Consejería de Transportes accedió a algunas peticiones y sacó a información pública una nueva propuesta en la que se registraban 880 talas y trasplantes. Durante todo este tiempo la Consejería de Transportes y el área de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid han mantenido un discurso que afirmaba que estaban manteniendo la reducción del arbolado al mínimo, pero con cada embate de los vecinos han ido bajando el número de talas. La propuesta final y la que están llevando a cabo cercena 523 árboles, pero la Consejería de Transportes no ha informado aún de cuántos más se van a trasplantar.

La Comunidad de Madrid ha decidido seguir adelante con el proyecto a pesar de que el proyecto está bajo la mirada del Parlamento Europeo y del Banco Europeo de Inversiones y hay un proceso de demanda contra el proyecto abierta en los tribunales. El Ejecutivo tilda la iniciativa de “interés general y de urgencia” para poder esquivar las normas de planeamiento urbanístico que le impedían continuar con las obras. Por ejemplo, la protección especial que tienen algunas zonas verdes donde se va a excavar una estación. Aunque las obras han comenzado en todas las estaciones -Comillas, Madrid Río, Palos de la Frontera, Atocha y Conde de Casal- las talas solo han empezado en las dos primeras estaciones. La Consejería de Transportes no ha comunicado tampoco cuál es el plan de talas y trasplantes.

La carta enviada por los expertos en urbanismo sostiene que “el concepto de interés general que aplica la Comunidad de Madrid al dar este paso choca con el sentir de su ciudad y denota una forma de hacer urbanismo en base a criterios unilaterales y ajenos al desarrollo urbano sostenible, más propios del siglo XX que del momento actual”.

Los firmantes de la carta se han aliado con los vecinos, que no han dejado la lucha y tienen más concentraciones programadas contra la tala porque afirman que hay una alternativa mejor. Por su parte el grupo de expertos, que incluye personas urbanistas, antropólogos, ingenieros y arquitectos, apela a Almeida con esta carta: “Como alcalde es su responsabilidad escuchar el clamor de la sociedad madrileña contra estas talas y velar por el patrimonio natural de nuestra ciudad”.

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