Una treintena de trabajadores del hospital de la Paz denuncia ante el juez el “colapso” de las urgencias

Una treintena de trabajadores del hospital madrileño de La Paz ha denunciado este martes ante el juez de guardia que las urgencias del centro público están “colapsadas”. En un escrito, firmado por 31 profesionales y que han compartido en redes sociales, indican que actualmente hay 70 pacientes pendientes de ingresar en planta, a los que tienen que atender en los pasillos, y que 435 camas permanecen cerradas. La nueva consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha reconocido, durante una visita a un centro de salud de la capital, que a finales de agosto ha habido un aumento de afluencia al hospital, mayor al de otros veranos y semejante a los picos que suelen darse en septiembre.

“La ola de calor ha exacerbado patologías crónicas y eso ha hecho que la gente acuda más a las urgencias, aparte del aumento de transmisión de la covid-19, no por el hecho de que sean enfermos graves, sino porque la gente está sensibilizada y va a las urgencias”, ha explicado Matute. Los trabajadores que han denunciado indican en el escrito remitido al juez que la situación descrita a 22 de agosto “viene sucediendo varios días”.

A ello, le sigue un recuento de cómo se encontraba el servicio este martes a las diez de la mañana: 17 pacientes para 12 camas en la sala 1; 41 pacientes para 31 camas en la sala 3; y 19 pacientes para 13 camas en la sala 5. Son 56 camas a repartir entre 77 personas, por lo que 21 se quedan si sitio. Esto, indican, ha obligado a que “varios pacientes” permanezcan “encamados en los pasillos”, a la espera de poder asignarles un hueco. También denuncian que los trabajadores están “haciendo horas extra” para sacar adelante el trabajo y que falta personal.

La consejera ha matizado que el cierre de camas se debe a las obras de remodelación que se están llevando a cabo en el hospital y no a la falta de personal. Y ha añadido que están trabajando para adoptar medidas y agilizar el trato a los pacientes en urgencias y acelerar los procedimientos.

Las palabras saturación y sobrecarga son habituales entre los profesionales que trabajan en La Paz, que da servicio a más de 528.000 personas. Cada poco tiempo salta en redes sociales y medios que las urgencias están hasta arriba, que los pacientes no caben en ningún lado y que los terminan colocando en los pasillos. Y hace apenas 10 días, el servicio de anatomía patológica alertó de que los técnicos del laboratorio han empezado a doblar turnos para sacar adelante las 11.600 muestras acumuladas que están todavía sin procesar, según contabilizaron los propios trabajadores.

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