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Ayuso pacta con Vox sus primeros Presupuestos

Los dos partidos acuerdan pagar la guardería o el bachillerato de las familias que lo soliciten y tengan una renta per cápita inferior a 35.000 euros

Isabel Díaz Ayuso posa junto a Rocío Monasterio, en la Real Casa de Correos el pasado 6 de septiembre.Vídeo: ALBERTO ORTEGA/ EUROPA PRESS/ EUROPA PRESS
Juan José Mateo

Isabel Díaz Ayuso aprobará el 22 de diciembre los primeros Presupuestos desde que gobierna la Comunidad de Madrid (2019), tras alcanzar un acuerdo con Vox. Los 13 puntos del pacto para las cuentas de 2022 dejan un escueto resultado en el balance de la extrema derecha, porque afectan a menos de 100 millones de euros de los 23.000 que recoge el proyecto. De hecho, su contenido palidece en alcance y movilización de dinero frente al preacuerdo trabajado por PP, Cs y Vox para 2021, que avanzó EL PAÍS en marzo y no se aprobó por el adelanto electoral que decidió Díaz Ayuso.

Así, Vox no logra la gratuidad total y universal de las etapas educativas no obligatorias que exigía (educación de 0 a 3 años, grado medio y superior de FP, y Bachillerato), puesto que se introduce un criterio de renta (35.000 euros) para que las familias logren o no la ayuda, que además deben solicitar. Y la mayoría de sus aportaciones tienen un contenido más simbólico (como una auditoría sobre la atención a los menores extranjeros no acompañados) que práctico (muchas partidas refuerzan programas ya existentes).

“Vamos a tener un Presupuesto, que va a responder a las necesidades de las familias”, ha dicho Rocío Monasterio, la portavoz de Vox, que se combinará con el PP para rechazar todas las enmiendas parciales de la izquierda al proyecto. “Les anuncio que hemos llegado a un acuerdo, que se recoge en 13 medidas, una por cada diputado que tiene Vox”, ha precisado. “Agradecemos la disposición de la Comunidad de Madrid. Este acuerdo no cumple todas nuestras expectativas, pero es satisfactorio porque da un impulso de prosperidad”, ha añadido.

No hubo foto conjunta de Díaz Ayuso y Monasterio, ni del PP con Vox, para presentar el acuerdo. Las intervenciones han sido por separado. Sin ceremonia ni púrpura. Por faltar, faltó hasta la firma de Díaz Ayuso en el documento, rubricado por Monasterio y el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. Señal de que las conversaciones fueron tensas, y tirantes, por mucho que las dos partes supieran desde el principio que el pacto era inevitable.

“No ha sido una negociación fácil, ha durado más de dos meses, pero hemos alcanzado un buen acuerdo”, ha descrito el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. “Por ambas partes ha habido cesiones. Este acuerdo es la plasmación presupuestaria del acuerdo de investidura”, ha añadido. “Es un acuerdo que le da tranquilidad a Madrid, horizonte, una base segura para seguir avanzando”.

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El gran caballo de batalla de la negociación fue la gratuidad de la educación no obligatoria (educación de 0 a 3 años, grado medio y superior de FP, y Bachillerato). Vox la consideró como una línea roja, y calculó el coste de la medida en poco más de 300 millones. El PP, con Díaz Ayuso a la cabeza, tildó la idea de “utopía” y fijó en 700 millones su impacto presupuestario. Finalmente, el acuerdo alcanzado diluye la exigencia de Vox.

La portavoz del Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, esta mañana en la Asamblea de Madrid.Vídeo: EUROPA PRESS

Apenas 18.090 familias más se beneficiarán de la medida el próximo curso, puesto que no se ha diseñado una política pública de aplicación a todas, sino una ayuda que hay que solicitar, que tiene un corte de entrada (la renta familiar per cápita de 35.000 euros) y un presupuesto finito (62,5 millones adicionales, porque la Comunidad ya tenía un cheque-guardería).

Además, la implantación del nuevo programa será gradual, y podrá extenderse hasta cuatro años, cuando ya beneficiaría a 70.000 familias, según los cálculos de Vox: como hay elecciones en 2023, su culminación dependerá del próximo Ejecutivo regional.

Pese a sus limitaciones, ese punto del acuerdo concentra la partida financiera más importante. Los otros 12 tienen un carácter más simbólico que práctico, con compromisos con mayor carga ideológica que presupuestaria.

Con PP y Vox de acuerdo en aprobar los Presupuestos, la rebaja del IRPF que patrocina el Gobierno, y su eliminación de las tasas propias de la región, queda por saber si el acuerdo alcanzado este martes tiene efectos colaterales: por ejemplo, se está negociando la modificación de las leyes LGTBI regionales para satisfacer a la extrema derecha, que pide su derogación.

Mientras tanto, Díaz Ayuso hace buena su victoria del 4-M; se asegura estabilidad para lo que queda de legislatura; y contrapone su capacidad para pactar con Vox con los desencuentros entre este partido y tres líderes del suyo: el capitalino, José Luis Martínez-Almeida, el andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el nacional, Pablo Casado.

La presidenta no presentó el proyecto presupuestario ni participó de la comunicación del acuerdo con Vox. Dos decisiones que no restan importancia al pacto: tras dos años gobernando con presupuestos prorrogados, Díaz Ayuso ya ha encontrado el trampolín que buscaba de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2023.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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