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El COAM archiva las denuncias contra Monasterio por intrusismo y la Fiscalía la sigue investigando

El colegio de arquitectos también da carpetazo a las acusaciones de la líder de Vox contra Calvo, de Más Madrid

Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros apoyan la protesta con vehículos por la capital en el Día de la Hispanidad.
Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros apoyan la protesta con vehículos por la capital en el Día de la Hispanidad.KIKE PARA (EL PAÍS)

La comisión de deontología del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha desestimado el recurso que presentó el arquitecto José Manuel Calvo, también concejal de Más Madrid, al archivo que la institución había dictaminado del supuesto caso de intrusismo en el que habría incurrido Rocío Monasterio, la líder de Vox en Madrid. Al mismo tiempo, el colegio también da carpetazo a la denuncia que Monasterio presentó a su vez contra Calvo por lo que ella consideraba un ataque contra su prestigio como arquitecta. El COAM cierra así, de forma salomónica, uno de los escándalos que cercaba a la institución desde hace un año y que culminó con la salida de la anterior decana, Belén Hermida.

La Fiscalía de Madrid, sin embargo, continúa investigando una denuncia contra Monasterio por falsedad documental presentada por Más Madrid en febrero. La dirigente de ultraderecha, que dirigió un estudio de arquitectura e interiorismo que llevaba su nombre entre 2000 y 2009, cuando todavía no tenía el título de arquitecta, es acusada de manipular documentación que presentó en el Ayuntamiento en la reforma de un loft. En concreto, para visar el proyecto utilizó el sello de una aparejadora en otros trabajos que no tenían nada que ver con el original. El propio departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid ha confirmado que toda la obra fue ilegal. El Colegio de Aparejadores y la propia profesional afectada también presentaron luego otra denuncia. La Fiscalía ha tomado declaraciones en las últimas semanas a testigos del caso para continuar con la investigación, paralizada hasta ahora por los efectos de la pandemia.

El Ayuntamiento ratificó el pasado mes de enero que toda esa obra de la líder de Vox en Madrid, iniciada en 2005, fue totalmente ilegal porque nunca se le concedió licencia y el proyecto “estaba invalidado de inicio”. De hecho ordenó en 2015 una demolición de la obra. El delegado municipal de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, de Ciudadanos, explicó lo detectado en las distintas obras bajo sospecha emprendidas por Monasterio y su marido, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso. Un "modus operandi de los distintos expedientes revisados, donde los titulares de las actuaciones y sus técnicos aprovechaban la ineficacia de la administración pública para realizar actuaciones no amparadas por una licencia urbanística”. Desde la publicación del caso en EL PAÍS en noviembre de 2019, Monasterio no ha dado ninguna explicación y solo ha arremetido en redes sociales contra el propietario del local, el presentador televisivo Arturo Valls, que la ha denunciado. El juicio se celebrará en los próximos meses.

Durante los años en que trabajaba con su estudio sin tener el título de arquitecta, Monasterio apareció en prensa en más de una docena de ocasiones asegurando que lo era. Ella siempre ha negado que lo hiciera. En esa época reformó una gran cantidad de bajos comerciales de la ciudad para convertirlos en viviendas, en un concepto nuevo entonces que se conocía como loft. Muchos de los compradores se sintieron engañados después porque los locales nunca recibieron el permiso de residencia.

El COAM, por su parte, ha decidido zanjar el asunto. En primera instancia, su comisión deontológica se declaró incompetente alegando que no la podían investigar porque cuando cometió las presuntas infracciones no era colegiada. El motivo esgrimido causó sorpresa a otros arquitectos porque equivaldría a dar vía libre a quienes ejerzan la profesión sin título. En esta nueva resolución conocida ahora, dictaminada tras un recurso presentado por Calvo, el colegio no se mueve de esa posición: “La comisión solo puede entrar a conocer faltas perfectamente tipificadas y no genéricas, ni tampoco aquellas que puedan ser fruto de la inspiración del denunciante o de órgano al que corresponde ejercer la potestad disciplinaria”.

En el recurso, Calvo pedía al COAM que actuara porque consideraba que la actuación de Monasterio desprestigiaba la profesión y menospreciaba la autoridad del colegio. “Mostraba a la ciudadanía lo poco que puede importar la función colegial en un proyecto, pues podría firmarlos cualquiera y confiar en no ser pillado”. Calvo aludía a que la política de Vox se había mostrado evasiva desde la plataforma pública que le otorga su cargo como diputada en la Asamblea de Madrid. A este respecto, la comisión argumenta que esas declaraciones de Monasterio en el ámbito político no tienen nada que ver con el ejercicio de la profesión y que no puede entrar a valorarlas. “Es una nueva decepción, porque el COAM se lava las manos ante un hecho muy grave", lamenta Calvo. "¿Sería admisible que el colegio de abogados o de médicos diga que no tiene competencias y no tome medidas contra alguien que durante años supuestamente actúa sin la titulación oportuna? No sería admisible, pero el COAM ha terminado por normalizar esta situación. Solo dice que vayamos a los tribunales si lo consideramos oportuno. Bueno, eso ya lo hemos hecho, y estamos a la espera del resultado de las investigaciones de la fiscalía. No vamos a parar para evitar que este tipo de actuaciones queden impunes. Es impresentable, y mucho más si este profesional ejerce una responsabilidad pública, que debe ser ejemplar”.

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A finales de febrero, la entonces decana criticó el comportamiento de Monasterio. Hermida comparó las prácticas de Monasterio con las de intrusos en otras profesiones que tienen una protección especial por afectar a derechos básicos. Dijo que firmar un plano diciéndole a un cliente que es arquitecto es asimilable a “un médico que firma cuando no está titulado o no está colegiado, o cuando un abogado ejerce sin tener la correspondiente titulación”. “Es una irregularidad, claro, no es otra cosa. Por supuesto. Yo creo que eso no se ha puesto en duda en ningún momento”, añadió.

Sobre la denuncia de Monasterio contra Calvo, por un supuesto ataque a su credibilidad profesional, el colegio tampoco toma medidas porque considera que todo ciudadano o arquitecto tiene el derecho de denunciar las actuaciones profesionales que considere contrarias a la normativa deontológica.

Según numerosas pruebas recabadas por este diario, Monasterio cometió irregularidades en al menos 18 obras en Madrid. Firmó planos y se presentó como tal ante clientes y en artículos de prensa. En realidad no completó la carrera hasta octubre de 2009. Se colegió el 21 de diciembre de ese año. La actual líder de Vox en Madrid ha negado su culpa, pero no ha desmontado las pruebas. Ella considera, al menos públicamente, que se trata de una persecución de este periódico.


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