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A juicio un sargento de la Guardia Civil por no tramitar una denuncia y pedir dinero por mediar entre los implicados

El acusado era el comandante del puesto de Covelo (Pontevedra) y recibió 2.900 euros de dos vecinos enfrentados por desavenencias en la tala de unos árboles

Dependencias de la Guardia Civil.
Dependencias de la Guardia Civil.

Un sargento primero de la Guardia Civil de Pontevedra será juzgado este jueves en la sección segunda de la Audiencia Provincial, acusado de no haber tramitado una denuncia para pedir dinero, 2.900 euros, a cambio de mediar entre dos personas enfrentadas por la tala unos árboles. La fiscalía pide para el acusado una condena de nueve años y tres meses de prisión, inhabilitación para el ejercicio de su profesión por siete años, así como el pago de una multa e indemnización de 1.500 euros.

El acusado era el comandante del puesto de Covelo (Pontevedra) cuando se produjeron los hechos. En en 2015, un hombre se presentó en las dependencias de la Guardia Civil para interponer una denuncia contra un vecino que supuestamente se había quedado con dinero de la tala de unos árboles, incumpliendo el contrato de ambos habían firmado. El denunciante fue atendido por el acusado, que, “prevaliéndose de su condición de Guardia Civil”, dice el fiscal, lo convenció para que no interpusiese la denuncia “con la excusa de que él arreglaría las cosas”. A cambio de mediar entre ambos, el sargento le pidió 900 euros.

La acusación pública sostiene que el comandante del puesto de Covelo tenía la obligación de formalizar una minuta policial o atestado por estos hechos, y luego remitirla a los Juzgados de Ponteareas, pero no lo hizo. Por el contrario, citó al denunciado para que acudiese al puesto y extralimitándose de sus competencias, “le informó de que existía una investigación policial por la comisión de un delito de apropiación indebida” y de que debía que pagar al denunciante el precio de la madera talada que le adeudaba.

Relata el fiscal en su escrito de acusación que el comandante del puesto recibió del hombre contra el que se dirigía la denuncia 1.000 euros en mano. Ese mismo día, volvió a convocar a este hombre y le informó de que tenía que pagar a la otra persona “el precio de la madera talada que todavía no había sido satisfecha”. Así, este le entregó otros 1.000 euros.

Dice el fiscal que el comandante del puesto solo devolvió los 1.000 euros que le había entregado el hombre que había intentado interponer la denuncia y se quedó con los 1.900 euros restantes. Pero pasado el tiempo, cuando ambos implicados descubrieron la actuación supuestamente delictiva del responsable del puesto y este ya había sido citado en calidad de investigado ante el juzgado de Ponteareas, el acusado se apresuró a devolver el dinero que le había entregado al hombre contra el que iba dirigida la denuncia.

La fiscalía atribuye al sargento primero la comisión de dos delitos de apropiación indebida, concurriendo en uno de ellos la atenuante de reparación del daño al devolver parte del dinero que cobró, así como dos delitos de omisión del deber de perseguir delitos y un delito de falsedad en documento público.

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Además de la pena privativa de libertad y de la inhabilitación como funcionario público, la fiscalía ha reclamado al acusado que indemnice a la primera víctima o denunciante los 900 euros que este le pagó bajo la promesa de mediar en el conflicto y el pago de una multa de 6.000 euros.


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