Albiol arrasa con una mayoría absoluta de récord y gobernará Badalona en solitario

Xavier García Albiol ha ganado las elecciones en Badalona por cuarta vez consecutiva. Pero esta vez es distinto. Tras una campaña electoral a pie de calle y con el foco puesto en los problemas de la cuarta ciudad de Cataluña en número de habitantes, el dirigente del PP ha obtenido una mayoría absoluta aplastante e incontestable, que deja en muy mal lugar al resto de candidatos, sobre todo al alcalde, el socialista Rubén Guijarro. Albiol había pedido ese apoyo mayoritario como la única fórmula que le permitiría gobernar. El resto de partidos había anunciado que, como hicieron en 2019, le vetarían si eran capaces de sumar. “Es un día histórico para Badalona. Lo recordaremos mucho tiempo. Gracias a mis jefes, que son los vecinos”, ha dicho un Albiol eufórico tras conocer los resultados entre gritos de “alcalde, alcalde”.

Con el 99,2% de los votos escrutados, Albiol ha obtenido 18 concejales de los 27 que tiene el consistorio. Supera así ampliamente el umbral que marca la mayoría absoluta (14) y sus propias expectativas. Desde 2011, cuando ganó y logró su primer y único mandato como alcalde, el líder popular ha ganado siempre ampliamente en los barrios de la periferia con un discurso duro en inmigración y seguridad. Albiol ha mantenido esa pauta en estos comicios, pero ha añadido nuevos matices a su fórmula de éxito, apelando especialmente a los vecinos del centro histórico de Badalona, con más tendencia a votar por partidos independentistas.

Desde 1991, último año en que lo logró el PSC, ningún partido había sido capaz de obtener la mayoría absoluta en Badalona. Albiol lo ha logrado en su enésimo empeño por sortear a la oposición con un lema que ha seducido al electorado: Badalonisme. Es una forma de dar a entender que su única ideología está vinculada con los desafíos de una ciudad lastrada por la inestabilidad política, la parálisis municipal y el endémico mal funcionamiento de los servicios públicos.

Una escena vivida a pocos días del cierre de campaña, durante un mítin en el barrio de Canyadó, da la medida del nuevo caladero de votos que ha encontrado Albiol. El candidato se dirigió a una mujer que permanecía asomada a un balcón del que colgaba una estelada: “Yo no quiero cambiar tu ideología, ni quiero cambiar tu forma de pensar. Pero quiero cambiar Badalona”, le dijo. La mujer anunció que ella y sus dos hijos iban a votarle.

La resurrección del PP catalán

El triunfo sin paliativos de Albiol subraya aún más el fiasco del resto de partidos, que han gobernado juntos (PSC, Esquerra, En Comú Podem y Junts) el último año y medio. La llegada al poder de esa alianza fue accidental, en un mandato que ha sido especialmente convulso para la ciudad. En 2019, la alcaldía fue a parar a manos de Xavier Pastor (PSC), que dimitió tras ser cazado conduciendo ebrio en plena pandemia. La vara de mando volvió momentáneamente a Albiol. Pero su aparición en los papeles de Pandora, desvelada por este diario, provocó una moción de censura que le expulsó del poder. Albiol prometió regresar más fuerte y apeló a la voluntad de los vecinos. Lo ha logrado.

La ciudadanía parece haber castigado la gestión del gobierno cuatripartito. Pese a los intentos por lanzar la imagen pública de Guijarro —que como alcalde acogió con éxito la celebración de la Copa del Rey de baloncesto en la ciudad— el PSC ha empeorado sus resultados (de 6 a 4). Esquerra Republicana se presentó en 2019 junto a Guanyem y obtuvo siete concejales; su candidato, Àlex Montornés, se ha quedado solamente en dos. En Comú Podem mantiene sus dos concejales, mientras que Guanyem (el partido de la que fue alcaldesa en 2015, Dolors Sabater) obtiene un concejal. Junts ha perdido su único regidor, el que obtenía en los barrios del centro que han virado sensiblemente hacia el popular.

La victoria de Albiol se enmarca en la resurrección del PP catalán este 28M, con el viento a favor de la formación que dirige Alberto Núñez Feijoo. Los últimos años habían sido una travesía del desierto para los populares en Cataluña, desbordados por el procés y superados ampliamente por Ciudadanos, la fuerza constitucionalista por la que optaron los ciudadanos frente al intento secesionista. En Barcelona, donde estuvieron a punto de desaparecer en 2019, los populares han duplicado resultados (de 2 a 4 concejales) de la mano de un viejo conocido, Daniel Sirera. “Parecía difícil, pero lo hemos hecho. Somos la principal fuerza del constitucionalismo en Barcelona”, ha dicho Sirera desde el hotel Avenida Palace, donde ha felicitado a Xavier Trias por su victoria en la capital y se ha alegrado por la derrota de la alcaldesa Ada Colau.

En las capitales de provincia, el PP ha mejorado notablemente su representación, esta vez empujado por la práctica desaparición de Ciudadanos y lo que fue su espacio político: Girona (de 0 a 1), Lleida (de 2 a 5) y, de manera aún más llamativa, Tarragona (de 0 a 4). Castelldefels, la otra gran plaza donde tiene posibilidades de gobernar, el PP se ha quedado a un concejal de la mayoría absoluta. Su candidato, Manu Reyes, ha mejorado de forma notable los resultados y, con el 98% de los votos escrutados, pasa de 8 a 12 concejales.

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