El voto de desempate de Junts o Coalición Canaria para la Mesa del Congreso marcará el destino de la legislatura

“Escribe de la selección femenina de fútbol que es menos incierto”. La recomendación partió esta tarde de uno de los integrantes más relevantes de la cúpula del PSOE al tanto de las múltiples conversaciones en marcha para resolver, este jueves, el enigma de la conformación de la Mesa del Congreso. En el PSOE, Sumar y sus socios previsibles persistía así la “convicción” de que la votación este jueves de ese determinante órgano de gobierno de la Cámara baja “saldrá bien” para sus intereses y marcará el sino de la XV legislatura, difusa antes de comenzar. Un jeroglífico parlamentario sin resolver hasta los minutos previos al inicio de la sesión, y que depende del voto de desempate entre el bloque progresista y conservador a 171 votos que puedan decidir, al entrar en el hemiciclo, la diputada nacionalista de Coalición Canaria o al menos dos de los siete separatistas catalanes de Junts.

La ejecutiva de JxCAT se reúne telemáticamente al amanecer de este jueves para decidir su voto dos horas antes del comienzo del pleno que debe constituir la Mesa del Congreso a las 10.00 y dar el pistoletazo a la enmarañada nueva legislatura. En las horas previas, este miércoles, el entorno más próximo a su líder, Carles Puigdemont, fugado en Bruselas, emitía señales de alarma muy negativas hacia el PSOE y su pretensión de contar con una presidenta de la Cámara socialista, Francina Armengol, y mantenía sus exigencias máximas. Estas eran las posiciones hacia el final del día de los distintos partidos con representación parlamentaria.

PSOE. Ministros, personas del equipo en La Moncloa del líder del PSOE, Pedro Sánchez, y miembros de la dirección de su grupo parlamentario auguraban que la votación en favor de Armengol y el control progresista del órgano de gobierno de la Cámara saldría “bien” y se mostraban tranquilas y optimistas, sin aportar datos o argumentos incontestables.

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En el PSOE, además, añadían que se estaba trabajando con discreción en todos los escenarios y hablando con todos los partidos, menos con el PP y Vox. Las opciones más complicadas, pero posibles, son en realidad dos: el PSOE y sus teóricos socios de gobierno y parlamentarios (ERC, EH Bildu, PNV y BNG) suman 171 escaños y para ganar la votación deberían añadir el voto afirmativo de diputados de Junts o el de Cristina Valido, de Coalición Canaria (CC).

JuntsxCAT. El mayor foco mediático y la presión más fuerte se ha situado sobre el partido de Carles Puigdemont. Portavoces de grupos normalmente aliados del PSOE y Sumar, básicos para la formación de la nueva coalición progresista y con buenas relaciones con los independentistas catalanes, también pronosticaban que la Mesa del Congreso caerá este jueves de su lado y hasta se atrevían a anticipar que habrá un pacto más global para la investidura de Sánchez con el apoyo de Junts y Puigdemont: “Lo contrario sería un suicidio para Junts y una irresponsabilidad enorme”. En el entorno de Laura Borrás, expresidenta del Parlament y cabeza visible de la línea dura de Junts, se recordaba que cuando ella fue al inicio de la anterior legislatura portavoz en el Congreso ya votó dos veces contra la investidura de Sánchez.

Coalición Canaria. La ejecutiva de CC se reconoce en estado de reunión permanente, aunque no está convocada ninguna cita específica previa a la votación clave de este jueves, que se resolverá y comunicará en los minutos previos. Entre otras razones, porque el presidente canario, Fernando Clavijo, y su equipo, llevan horas concentrados y en el puesto de mando del incendio declarado en La Candelaria, Tenerife. Pero Clavijo sí ha reafirmado en las últimas horas su propuesta para desatascar este bloqueo con su iniciativa para que tanto el PSOE como el PP ofrezcan al PNV la presidencia o la vicepresidencia del Congreso para demostrar que creen posible y viable una tercera vía de una España con un nacionalismo constitucionalista. CC está hablando con PSOE y PP. Los socialistas no ven con agrado esa solución, que le complicaría sus relaciones con otros aliados como ERC o EH Bildu. El PP aboga por Cuca Gamarra para la Presidencia del Congreso, pero podría ceder otro de los ocho puestos en disputa de ese órgano, cuatro vicepresidencias o cuatro secretarías, al PNV sin excesivos problemas.

PNV. El PNV ha estado en varias legislaturas representado en la Mesa del Congreso y ahora no rechaza esa idea, aunque tampoco le entusiasme. El PSOE cuenta de partida con que los cinco diputados nacionalistas vascos refrendarán a su candidata a presidenta, pero el PNV se reserva oficial y públicamente esa posición hasta la votación de este jueves. Lo que el PNV no hará será votar a la postulada del PP para ese cargo si viene acompañada de los 31 votos ultras de Vox. El líder de Vox, Santiago Abascal, y su nueva portavoz parlamentaria, Pepa Millán, reafirmaron en el Congreso en un claro aviso al PP de Feijóo, que sus votos nunca estarán “en una ecuación” en la que se contemple nada ni con PNV ni con Junts.

PP. El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, reiteró este miércoles ante sus parlamentarios que él debe ser el candidato a jefe de Gobierno que el rey Felipe VI proponga por haber ganado las elecciones del 23-J; y que Gamarra sea la presidenta del Congreso, pese a reconocer en la misma intervención que todavía no es que no disponga de 176 votos sino siquiera al 100% del apoyo de la única diputada de CC para romper el actual empate de los dos bloques a 171 y llegar a 172. Feijóo dijo en su intervención que “todavía le faltan cuatro o cinco diputados”.

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