Abascal sostiene el órdago a Feijóo y asegura que mantendrá el bloqueo en Murcia después de las elecciones

Vox eligió Murcia para celebrar este jueves su penúltimo gran mitin antes del cierre de campaña. No fue una buena elección. Ni siquiera la lluvia consiguió refrescar a media tarde una atmósfera recalentada por los casi 40 grados de temperatura máxima y 30 de mínima. Hasta el último hospedaje colgaba el cartel de completo y por las calles deambulaban grupos de cuarentones en pantalón corto a la espera de que a las cinco de la tarde se abrieran las puertas del estadio del Real Murcia, donde ofrecía uno de sus tres conciertos en España Iron Maiden. El nombre del espectáculo de la mítica banda británica de heavy metal es “The future past tour” (La gira del futuro pasado), porque resucita éxitos de la década de los ochenta. Eso es lo que izquierda atribuye a Abascal; pretender regresar a la España de hace cuatro décadas.

En la plaza del Cardenal Enrique Beluga, frente a la catedral murciana, a ocho kilómetros del estadio, sonaba una música muy distinta: las notas del himno nacional. Ante unas 2.000 personas, Abascal decidió poner toda la carne en el asador, antes del cierre de campaña en la medianoche de este viernes, en la región donde le ha echado su mayor pulso a Núñez Feijóo.

Tras haber pactado en la Comunidad Valenciana, Baleares o Extremadura, los nueve diputados autonómicos de Vox votaron por vez primera junto a la izquierda contra la reelección de un candidato popular, el presidente murciano Fernando López Miras. A pesar de que a este último le basta con la abstención de cuatro parlamentarios de Vox, Abascal ha dejado claro que no piensa ceder. Y ello por dos motivos: porque Murcia es la comunidad donde mejores resultados obtuvo el pasado 28 de mayo (el 17,7%) y porque, en la pasada legislatura, López Miras dio cuatro de sus diez consejerías a Ciudadanos, a pesar de que este partido solo tenía seis diputados, frente a los nueve que ahora tiene Vox. También está el factor humano: Abascal no perdona al presidente murciano que pactara con lo que él llama “tránsfugas” de su partido; tres diputados regionales que fueron expulsados ilegalmente de Vox, según concluyeron los tribunales.

“No descarto que después del día 23 el PP cambie y llegue a un acuerdo”, dejó caer Abascal el pasado martes. “Lo que sí puedo decir es que Vox no va a dar los votos ni va a dar la abstención al señor López Miras si no hay un programa de Gobierno en el que una parte de nuestras propuestas se respete y si no estamos en el Gobierno para que se cumpla”, añadió. Este jueves, en Murcia, culpó al líder del PP del bloqueo político en la región. “Este es uno de los lugares donde más se está padeciendo el despiste del señor Feijóo”, dijo. Tras subrayar que en esta comunidad podría haber ya un Gobierno con el apoyo del 60% de los miembros de la cámara, aseguró que eso “ha sido imposible porque el PP ha decidido sacrificar Murcia por intereses electoralistas, planteando a Vox un chantaje que Vox no va a aceptar. Ni ahora, ni después de las elecciones”.

En todo caso, las direcciones de los dos partidos analizarán con lupa los resultados del próximo domingo antes de decidir el futuro de la región. “Si Núñez Feijóo mete a Abascal en su gobierno, López Miras no se quedará atrás y hará lo mismo. Si ve que puede alcanzar la mayoría absoluta y reducir a Vox a un papel residual, irá a la repetición de elecciones”, afirma un buen conocedor de PP y Vox.

Un estudio del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (Cemop), de la Universidad de Murcia vaticina, que el PP ganará las elecciones generales en la comunidad por abrumadora mayoría (42,3% de los votos), mientras que Vox retrocederá siete puntos, pasará de primera a tercera fuerza y, en el mejor de los casos, perderá uno de sus tres escaños. Eso puede tener consecuencia internas, pues dejaría fuera del Congreso a la mano derecha de Abascal en Murcia y verdadero hombre fuerte de Vox en la región, el diputado Luis Gestoso, un político que ha pasado por el PP y Ciudadanos antes de recalar en el partido ultra. Según el mismo estudio, uno de cada cuatro votantes de Vox prefiere que el próximo presidente del Gobierno sea Feijóo antes que su propio candidato.

Votar junto a la izquierda contra el presidente murciano del PP ha puesto a Vox en una situación “muy delicada”, según ha reconocido el propio Abascal ante sus más de 2.000 seguidores, y puede acabar pasándole factura. Pero el líder ultra está dispuesto a mantener el órdago hasta el final, según fuentes de su partido, porque esta es solo la primera ronda de una partida que continuará el próximo lunes, después de que las urnas repartan de nuevo las cartas.

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