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Democracia Ourensana, contenta pero irrelevante

El partido de Jácome entra en el Parlamento gallego, aunque su escaño no será necesario para la mayoría absoluta. Logra lo que Sumar, Podemos y Vox no han conseguido

El presidente de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, siguiendo el escrutinio de los resultados electorales, este domingo en Ourense.Foto: ALEJANDRO CAMBA (EFE) | Vídeo: EPV
Jacobo García

Democracia Ourensana (DO), el pequeño partido fundado por el excéntrico alcalde Gonzalo Pérez Jácome, celebró este domingo su entrada en el Parlamento gallego de la mano de su candidato Armando Ojea. Logró un escaño e irrumpe en un panorama dominado por las tres grandes formaciones: PP, BNG y PSOE.

Antes de estas elecciones, DO se enfrentaba a tres escenarios. Entrar en el Parlamento gallego y ser la fuerza decisiva en la que tendría que apoyarse el Partido Popular; no conseguir los votos y quedarse fuera del Parlamento; o la tercera opción, la que finalmente resultó, y que supone la entrada en el centro del poder gallego, aunque sin posibilidad de influir debido a la mayoría conservadora.

Con la primera opción, aspiraban a ser “la llave” —palabra repetida una y otra vez— que atrajera inversiones para Ourense, pero esa posibilidad se esfumó a medida que pasaban los minutos, instalando una extraña sensación en la sede amarilla. “Esperábamos más, pero hoy comienza todo. El cambio llegará, pero será más lento de lo que pensábamos”, dijo a este periódico un Jácome que recibió el apoyo de casi 14.000 orensanos. La jornada de recuento se vivió con gran tensión en el hotel Princess hasta que casi a las nueve de la noche, con el 20% escrutado, apareció por primera vez el color amarillo en los recuentos y el hotel estalló en aplausos.

La proeza de DO no está exenta de mérito. Jácome ha logrado lo que otros tres partidos de dimensión nacional: Sumar, Podemos y Vox hubieran soñado. Se beneficia de un desigual sistema electoral gallego que provoca que Lugo y Ourense tengan más peso porque concede a cada provincia un mínimo de 10 diputados con independencia del número de habitantes —el objetivo es garantizar el peso político de las dos provincias menos pobladas— y, además, fija un umbral mínimo del 5% de votos que excluye a formaciones pequeñas.

“Todo avance comienza con un gran primer paso”, insistió Jácome, que ve en su llegada a Santiago una réplica de lo que sucedió en su carrera al Ayuntamiento de Ourense. Primero un concejal, luego 10 y, finalmente, alcalde una década después. Los cálculos de Jácome pasaban por lograr 10.000 votos y logró casi 4.000 votos más, aunque lejos del segundo escaño con el que soñaba. Su victoria, sin embargo, es indiscutible. Con la llegada del inefable alcalde, DO se cuela en el centro del poder gallego. Con ello entrará dinero y se garantiza la atención de micrófonos y reflectores. Jácome, un estudioso de la figura de Donald Trump, sabe que solo tiene que prepararse para el siguiente asalto.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.
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