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Esquerra cierra filas con la candidatura de Pere Aragonès

El ‘president’ será proclamado este lunes, al ser el único contendiente que se ha presentado a las primarias

Pere Aragonés y el líder de ERC, Oriol Junqueras, en un mitin en Barcelona el 16 de marzo.
Pere Aragonés y el líder de ERC, Oriol Junqueras, en un mitin en Barcelona el 16 de marzo.Enric Fontcuberta (EFE)
Camilo S. Baquero

Pere Aragonès será proclamado este lunes, de manera oficial, como el presidenciable por Esquerra Republicana de Catalunya para las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo. La ejecutiva del partido se reunirá para dar cierre al proceso de primarias interna, en el que el president es el único contendiente en la puja por encabezar la lista de Barcelona. Se trata de un formalismo, pero el trámite llega justo cuando las ondas sísmicas del anuncio de Carles Puigdemont de optar por lo mismo, pero en Junts aún reverberan y con encuestas mostrando una lucha cerrada por quien gana en el bloque secesionista.

El partido que preside Oriol Junqueras ya no es el artefacto inestable y cainita de hace 15 años y nadie apuesta por un giro rocambolesco de última hora. La militancia que ha decidido participar en los diferentes procesos de democracia interna de los últimos años y la cúpula han logrado escenificar perfecta sintonía a la hora de fijar posiciones y aplanarlo todo para que haya candidaturas únicas. Las listas se tendrán que votar en un Consell Nacional, el 2 de abril, para poder así cumplir con los plazos electorales.

La nitidez de la apuesta por Aragonès como candidato a la reelección llegó el pasado 20 de enero, cuando finalmente y de manera conjunta Junqueras y el resto de la cúpula mostraran su apoyo a que el también coordinador nacional del partido revalidara como cabeza de cartel. El anuncio llegaba después de posicionamientos abiertos a la interpretación por parte del presidente del partido, a quien la posibilidad de la amnistía podía abrir las puertas a poder presentarse. Los titubeos erosionaban más la posición de un Aragonès que ya se había lanzado a vender obra de Govern y usar la baza de la gestión en la carrera electoral.

Pero esos planes de un año de margen para preparar la campaña del president candidato saltaron por los aires el pasado 15 de marzo, con el adelanto electoral hecho por el propio republicano como respuesta al bloqueo para aprobar los Presupuestos. Al jefe del Govern se le acortó el tiempo para sacar réditos del impacto de medidas importantes como la gratuidad de las guarderías o la reversión de gran parte de los recortes en Sanidad y Educación pero ganaba en tanto cogía a sus rivales con el pie cambiado.

Desde que en enero se le dio el espaldarazo a Aragonès, la incógnita seguía siendo la misma: ¿cambiaría algo el escenario que finalmente Carles Puigdemont diera el paso? En la cúpula del partido algunas voces veían con más enteros para ser candidato al exconsejero Josep Rull (no está condenado a inhabilitación a ocupar cargo público, que si es el caso de Jordi Turull), una vía que se apoyaba desde el entorno del expresident Artur Mas. Entienden que la decisión del jueves responde a un cálculo de equilibrios internos.

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La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se encargó ayer de criticar la decisión del expresidente. “No estaré en la lista porque pienso que los que estén tienen que salir a la calle. No se dan las condiciones para que yo sea una buena candidata”, explicó en una entrevista a El Periódico de Catalunya desde Suiza, donde huyó de la justicia española.

De momento, ninguna encuesta del 12-M recoge el efecto Puigdemont. El último barómetro del CEO, conocido el pasado jueves, ubicaba a ERC en segunda posición, tras el PSC, con entre 23 y 32 escaños. Junts cosecharía entre 24 y 29. El sondeo se realizó casi todo en febrero. El expresident es el mejor valorado entre sus electores (7,2), y en ERC lo hace Junqueras con un 7,1 frente al 6,4 de Aragonès. La encuesta de La Vanguardia publicada ayer, que daba ventaja a Junts (29 escaños frente a 26 de ERC), se hizo la semana antes del acto en Elna.

En el pasado, encuestas han descabalgado candidatos elegidos en primarias en ERC. Fue el caso de Alfred Bosch, a quien Junqueras cambió por Ernest Maragall para optar a la alcaldía de Barcelona en 2018. Ahora, sin embargo, se impone un cierre de filas y fiarlo todo a una incierta campaña.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.
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