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La Región de Murcia se convierte en la piedra en el zapato de los pactos entre el PP y Vox

La negativa de López Miras a dejar entrar a la ultraderecha en el Gobierno regional acerca la repetición electoral al único Ejecutivo autonómico pendiente de acuerdo

El presidente en funciones de la Región de Murcia, Fernando López Miras, el 10 de julio, tras intervenir en la segunda sesión de investidura.
El presidente en funciones de la Región de Murcia, Fernando López Miras, el 10 de julio, tras intervenir en la segunda sesión de investidura.Marcial Guillén (EFE)
Virginia Martínez

La “excepción murciana” que vive la Región de Murcia desde las elecciones del 28 de mayo está al borde de desembocar en la primera repetición electoral en una comunidad autónoma. Con esas palabras definió este martes el portavoz de Vox en la Asamblea, Rubén Martínez, la batalla política que su partido y el PP murciano mantienen sin tregua desde la constitución de la Cámara regional, el 14 de junio, cuando los ultras quedaron fuera de la Mesa. Desde ese día, Vox insiste en que no facilitará la investidura del presidente en funciones, Fernando López Miras, salvo que permita su entrada en el Gobierno. Pero el dirigente popular pretende llevar el pulso hasta el final: ni el nuevo Ejecutivo de coalición firmado el viernes en Aragón entre PP y Vox, ni la oferta de Santiago Abascal para que Alberto Núñez Feijóo gobierne en solitario en La Moncloa, anunciada el domingo, ha cambiado nada. Tampoco ha aminorado la resistencia de Vox.

Del lado de los populares, en el entorno de López Miras defienden sin ambages, en privado, la misma postura proclamada por el presidente murciano en funciones, en público. “Con el resultado que ha obtenido [el PP] en la Región de Murcia, teniendo el 43% de los votos... el 47% de los diputados regionales, lo legítimo en una democracia es gobernar en solitario”, afirmó este lunes López Miras en La Sexta, durante una entrevista en la que pidió a los dirigentes regionales de Vox aplicar el mismo “sentido de Estado” que el ejercido —según él—, por Abascal a nivel nacional. El presidente murciano en funciones confirmó además su rechazo de plano a un Ejecutivo de coalición pese al pacto sellado en Aragón, un arma más con la que cuentan ahora los ultras para extrapolar y justificar sus exigencias en Murcia.

Tras el 28-M, el PP necesitaba de la abstención de Vox para poder gobernar tanto en Baleares como en Aragón y en la Región de Murcia. El candidato aragonés, Jorge Azcón, pretendió hasta el final imitar el modelo de Marga Prohens, investida presidenta de Baleares en solitario con unos números similares. Es más, en el archipiélago, el porcentaje de voto concitado por los ultras —un 13,9%—, era mayor al logrado por Vox en Aragón —un 11,25%—. Pero entre un pacto y otro se sucedieron dos hitos que alteraron las cartas con las que Azcón jugó finalmente. Por una parte, porque el PP dio su brazo a torcer en Extremadura, donde permitió la entrada de los ultras en el Ejecutivo de María Guardiola, después de haberse opuesto rotundamente. Un factor al que se sumó el resultado en las urnas generales del 23-J, que dejaron a Abascal prácticamente sin opciones de exigir un Gobierno de coalición con Feijóo. Desde ese momento, a Vox le quedaba solo la baza de participar en los ejecutivos de Aragón y Murcia para mostrar músculo.

En el caso de Aragón, Azcón prefirió ceder ya ante Vox por el temor a una repetición electoral. Pero, en Murcia, no se prevé que López Miras se allane ante el órdago de Abascal. El presidente murciano en funciones cuenta además con el aval de Feijóo, que respalda sus aspiraciones. En una conversación informal con periodistas, en mitad de la campaña del 23-J, el líder del PP consideró que si Vox tensionaba la cuerda en la Región, saldría perdiendo. Y en los mismos términos se han pronunciado en el gabinete del líder incluso después de las elecciones generales: están dispuestos a concurrir nuevamente si Vox se mantiene en sus trece.

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“Murcia tiene una peculiaridad especial, estamos prácticamente en una mayoría absoluta y quien es hoy presidente de la Región entiende que los ciudadanos demandan un gobierno en solitario”, remachó el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, este martes en EsRadio. En la Región, la repetición electoral supone a priori un menor riesgo para el PP. Mientras en Aragón los populares concitaron el 35,55% de los votos, en Murcia el porcentaje llegó hasta el 42,84%, el mejor resultado de los logrados en los cinco territorios donde el Partido Popular requería del apoyo de Vox —Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón, Región de Murcia y Baleares—.

Una legislatura tensionada

Pero hay más ingredientes. Tanto el PP como Vox arrastran las consecuencias de una legislatura salpicada de fricciones entre ambos partidos. López Miras fue investido en 2019 gracias a un Gobierno de coalición con Ciudadanos y a un pacto de investidura con Vox. Pero el PSOE y Cs presentaron en marzo de 2021 una moción de censura conjunta, que no salió adelante porque tres diputados tránsfugas de Ciudadanos y otros tres parlamentarios díscolos de Vox se pasaron al bando de López Miras. Un turbulento episodio que influye en el inmovilismo protagonizado ahora por los populares y por los ultras en sus posiciones en la Región.

“Tenemos que estar en el Consejo de Gobierno, no nos vale simplemente el acuerdo programático, porque lo que nos ha demostrado el Partido Popular, aquí en la Región de Murcia, es que los acuerdos programáticos no se cumplen”, censuró este martes el portavoz de Vox en la Asamblea, Rubén Martínez, en El Toro Tv. En la cúpula de los ultras, su vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé, apuntó ayer en la Cadena Cope a que la negativa de López Miras se debe a que “posiblemente tenga algún motivo personal” o simplemente busque “el control del poder”, y reiteró que ambos partidos están “obligados a conformar gobierno de coalición”. Un escenario que se aleja cada día, mientras se aproxima la fecha para evitar unas segundas elecciones, con el 7 de septiembre como día límite.

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Sobre la firma

Virginia Martínez
Es redactora en la sección de España y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en la sección audiovisual hasta verano de 2021. Antes cubrió información local en el diario Granada Hoy. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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