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Yolanda Díaz avanza hacia la coalición en la izquierda mientras arrecia la presión a Podemos para que pacte

El vicepresidente balear en funciones, Pedro Yllanes, pide la dimisión de la cúpula del partido: “Es sorprendente que Lilith Verstrynge, Ione Belarra o Pablo Echenique no hayan desaparecido de la vida política”

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en Sevilla el 19 de marzo. Foto: EDUARDO BRIONES (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Paula Chouza

Todo se mueve en el espacio a la izquierda del PSOE. Tan solo 24 horas después del adelanto electoral anunciado por el presidente Pedro Sánchez, Yolanda Díaz dio el martes el paso esperado para concurrir a las generales del 23 de julio con Sumar: el registro como partido de su marca en el Ministerio del Interior. La celeridad del trámite muestra que la vicepresidenta había avanzado ya mucho en el diseño de su propia formación y que el anticipo de los comicios no supone un hándicap para el proyecto que lidera. Fuentes del espacio definen esta nueva fuerza política, Movimiento Sumar, como un “partido instrumental” que servirá para poder “garantizar la participación de personas independientes y profesionales en la confluencia”. La nueva organización busca concurrir a las elecciones generales “agrupando a todas las formaciones políticas que compartan el proyecto de país para la próxima década”, para lo que ha abierto ya negociaciones con Podemos y tiene acuerdos con una quincena de partidos. El tiempo apremia. Solo quedan nueve días para alcanzar ese pacto de coalición y un gran número de fuerzas políticas ya han cerrado filas entre el lunes y el martes con Díaz. La gran duda sigue siendo Podemos, que durante meses se ha reivindicado como “motor” del espacio y se quedó al margen del lanzamiento de la plataforma en abril. Tras la debacle de las izquierdas en los comicios autonómicos y municipales, todos presionan ahora para que haya un pacto cuanto antes, sin necesidad de agotar los plazos, y el margen de maniobra del partido de Ione Belarra se estrecha.

El martes, el vicepresidente balear en funciones, Pedro Yllanes, pidió la dimisión de la cúpula del partido, una declaración anómala en un partido ya sin apenas contestación interna. “Es sorprendente que Lilith Verstrynge, Ione Belarra o Pablo Echenique no hayan desaparecido de la vida política”, cargó el juez, que ya no concurría en los comicios del domingo. “O no hay quien les tome el relevo o le deben tener mucho apego al cargo”, sentenció Yllanes, perfil próximo a Díaz, durante una entrevista en Onda Cero en la que calificó de “suicidio” el que Podemos pudiera presentar una candidatura independiente en estas elecciones. “La apuesta es esta y el camino es este”, afirmó en declaraciones a Noticias de Navarra Begoña Alfaro, la líder del partido en la comunidad. Otras voces territoriales comparten la reflexión, especialmente después de unos comicios que han sido letales para Podemos en varias autonomías y que han dejado profundamente desmovilizada a la militancia. La formación queda fuera de los Parlamentos de Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias, además de retener a un único representante en Aragón y Baleares, donde también gobernaban.

El ruido se había reducido con el inicio de la campaña electoral para que la batalla interna no lastrara las opciones de sus candidatos. Después del 28-M, y ya con el adelanto formal, el discurso también es otro, aunque algunas fuentes de Podemos siguen deslizando en privado que las conversaciones van muy lentas para la premura que exige el momento —el plazo para el registro de coaliciones termina el 9 de junio, según la ley electoral—. Y apuntan a que, si en las próximas 48 horas no hay avances significativos, las posibilidades de alcanzar un pacto se alejan. Estos avisos chocan con los argumentos planteados públicamente por Pablo Iglesias, que el lunes aseguró en la SER que ahora tocaba “ser humildes” y que eran “otros”, en referencia explícita a Mónica García (líder de Más Madrid) o a Joan Baldoví (de Compromís), quienes tenían que “mandar más” y “ejercer el liderazgo” a la hora de asegurar una única papeleta a la izquierda del PSOE.

Movimiento “europeísta”

La nueva organización registrada el martes se define como “un movimiento europeísta, plural, con una firme voluntad de enfrentar el reto de la emergencia climática y avanzar hacia una sociedad más libre, más feminista y más igualitaria”, según fuentes de Sumar. La idea es que Yolanda Díaz disponga de una organización y estructura desde la que incluir a miembros independientes en las listas electorales y luego pactar con el resto de las formaciones una coalición. El objetivo de esta plataforma, según las mismas fuentes, pasa por “convertir a Yolanda Díaz en la primera presidenta del Gobierno de España y garantizar una mayoría progresista que permita defender los derechos conquistados y seguir avanzando”.

Las muestras de respaldo a la titular de Trabajo fueron cayendo en cascada desde el lunes. El primero, Izquierda Unida, al difundir un comunicado y reiterar su coordinador federal, Alberto Garzón, que no hay “ni un minuto que perder: todos a trabajar unitariamente dentro de Sumar”, una frase en la que hacía hincapié en esa integración en la coalición. Hasta ahora, Podemos ha defendido siempre una negociación bilateral con la plataforma de la vicepresidenta y rechazaba “diluirse” en un nuevo espacio. Fue precisamente la negativa de Díaz a pactar solo las primarias abiertas con ellos lo que sirvió de pretexto a la formación para ausentarse de la puesta de largo en abril. Hoy todos descartan, por lo apurado de los plazos, que pueda haber votaciones abiertas a la ciudadanía en los próximos días.

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Entre los apoyos, también la líder de Más Madrid, Mónica García, se mostró a favor de la confluencia, aunque recordó el peso de su partido. “Sumar tiene 10 días para consolidar la fórmula, pero es una realidad en la que nosotras, con toda la generosidad, con casi este 20% que hemos sacado en la Comunidad de Madrid, con la voluntad de hacer un espacio progresista en el que quepamos todos, nos ponemos a remar desde ya”, dijo en La Sexta. Para el ministro de Universidades, Joan Subirats (Catalunya en Comú), los malos resultados del domingo indican que se debe apostar por la unidad. “Esto refuerza la necesidad de entrar en un proceso de confluencia alrededor de Sumar, y es en lo que vamos a estar los próximos días”, señaló durante una visita a la Feria del Libro de Madrid. Verdes Equo y Alianza Verde también se pronunciaron en términos parecidos. Por su parte, Compromís acordó el martes constituir una comisión negociadora para abrir el diálogo con Sumar para concurrir juntos a las generales, aunque su Ejecutiva exige liderar las candidaturas en la Comunidad Valenciana.

La coalición es necesaria para sobrevivir y tener alguna opción de revalidar el Gobierno con el PSOE, reconocen todas las partes. Lo contrario sería la destrucción asegurada y, después del 28-M, complicaría aún más el futuro de Podemos.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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