Decenas de cargos de Ciudadanos piden que dimita Arrimadas tras el batacazo en las elecciones andaluzas

Decenas de cargos orgánicos de Ciudadanos, afiliados y exdirigentes han empezado a exigir este lunes, en cascada, la convocatoria de un congreso extraordinario, la refundación del partido y la dimisión de la dirección y de la presidenta de la formación, Inés Arrimadas. Entre los primeros en reaccionar al descalabro andaluz está uno de los nueve diputados que Cs mantiene en el Congreso, Juan Ignacio López-Bas. “Deberíamos sentarnos a reflexionar y ver qué cambios de calado necesitamos tomar. No debemos tardar mucho. Hay que ser valientes. Más vale hacer tabla rasa y empezar a construir el proyecto de cero. Y hay un debate que se va a abrir sobre cuestiones de liderazgo”, sostiene el parlamentario alicantino por teléfono, en referencia a una posible dimisión de Arrimadas. Este lunes, la presidenta de Cs ha anunciado que acelera “la refundación” del partido y se ha convocado para la próxima semana una ejecutiva ampliada.

El ataque a la presidenta de Cs ha llegado desde todos los flancos, y además en público. Desde Murcia, Ana Martínez Vidal, una de las parlamentarias autonómicas que se mantuvo fiel a Cs tras la fallida moción de censura —en febrero de 2021, cuando la crisis del partido se agudizó—, ha pedido cambios desde su cuenta de Twitter. “Ha llegado el momento de tomar decisiones de calado a nivel ideológico y orgánico. La única opción que nos queda a los que amamos este proyecto liberal es la refundación”. Desde Bruselas, en la misma red social, el eurodiputado Adrián Vázquez ha añadido leña al fuego: “Enhorabuena al PP andaluz. Han capitalizado la acción de un gran Gobierno que ha trasformado Andalucía. Como partido debemos replantearnos muchas cosas”. Desde Oviedo, el secretario de Organización de Asturias, Sergio García, también a través de un tuit, ha asegurado: “Si a un problema le aplicas la misma solución, una y otra vez, y no se resuelve, o eres parte del problema, o deben ser otros los que intenten solucionarlo”.

A última hora de la noche, Arrimadas ha descartado que vaya a dimitir y ha hablado de un proceso de escucha de las bases. La dirigente se ha abierto a cambios de liderazgo, de marca e incluso a una refundación en una entrevista en Onda Cero. “Creemos en este proyecto, en este espacio político. Sí que es verdad que tenemos que hacer es una reflexión profunda, porque, porque vemos, el instrumento político que se creó en 2006, este partido, esta marca, llámalo como quieras, pues está muy castigada y no somos capaces de seducir, de reconectar, de hacer que la gente vaya a votar en masa. La marca no es percibida como útil por los españoles, lo sabíamos y lo constatan estas elecciones. Pero, aunque esté desgastado, el espacio político, no solo sigue existiendo, sino que sigue siendo necesario”, ha afirmado Arrimadas, que ha recordado que la formación ya ha puesto una marcha un plan de rearme, que espera que sea refrendado por las bases antes de las elecciones municipales y que, según fuentes de la dirección, se ha acelerado tras el hundimiento en Andalucía.

El coordinador de Cs en Extremadura, David Salazar, plantea incluso no concurrir a las elecciones autonómicas de su comunidad en 2023 para abordar con tiempo una “reflexión más profunda”. “Si verdaderamente se cree en un espacio de centro liberal, hay que pensar cómo lo hacemos. Se está fallando en algo, y es a nivel orgánico. No hemos sido capaces de reconectar con los electores tras los fiascos que hemos tenido. Hemos seguido haciendo lo mismo y los problemas han seguido”, asevera Salazar por teléfono. Después de la debacle electoral de las generales de noviembre de 2019, cuando el partido liderado por Albert Rivera pasó de 57 diputados a 10, Ciudadanos se ha desplomado en cada comicio autonómico: Cataluña (de 36 escaños a 6), Madrid (de 26 a 0), Castilla y León (de 13 a 1) y, ahora, Andalucía (de 21 a 0).

Pese al intento del candidato andaluz, Juan Marín, de eximir de responsabilidad del batacazo en la comunidad a la grave situación que atraviesa el partido, la concatenación de derrotas habla por sí misma. Para el escritor Daniel Gascón, próximo en el pasado a la órbita de Cs, la influencia de la deriva de la formación a nivel nacional es clara, ya que los electores lo perciben como un partido “que se va deshaciendo” y que no ha podido remontar, “desarbolado por los errores de Rivera”. En el caso de Andalucía, la capitalización de los votantes por parte del PP y una figura como la de Juan Manuel Moreno, “moderado” y que “casi pareciera de Ciudadanos”, ha terminado de matar su espacio. “En general, es muy complicado para los partidos pequeños arrogarse los éxitos en un Gobierno de coalición. Y Ciudadanos, además, es un partido que le debió mucho a una figura [Rivera], que igual que lo levanta, lo hunde. Volvemos a cierta forma de bipartidismo”, explica Gascón, que se lamenta de la pérdida de medidas que pretendía introducir Ciudadanos, como la regeneración, y que confía en que el espacio de centro siga existiendo.

Entretanto, la mitad de la cúpula de Ciudadanos se ha levantado este lunes en el hotel NH Collection de Sevilla, donde el vicepresidente en funciones de la Junta, Juan Marín, anunció su dimisión en la noche del domingo, después de conocer que Cs no lograba ningún escaño en los comicios autonómicos. Ninguno de los 21 de 2018. Caras largas y resignación en un desayuno en el que se encontraban el portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, el secretario de Comunicación, Daniel Pérez, el de Organización, Borja González, y la secretaria general, Marina Bravo. Después, los cuatro han marchado a la sede del partido en Sevilla. Desde allí, se han reunido en un gabinete de crisis por vía telemática con el resto de los miembros de la Ejecutiva Permanente —el núcleo duro de la dirección de Ciudadanos—: la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, el eurodiputado, Jordi Cañas, el concejal valenciano, Fernando Giner, los diputados Sara Giménez, José María Espejo y Guillermo Díaz, y la presidenta de Cs, Inés Arrimadas. También Marín, que este lunes ha formalizado su dimisión de todos sus cargos, pese a que la líder del partido le ha pedido que reconsiderara su decisión.

Tras la reunión de la ejecutiva permanente, no se ha celebrado, como de costumbre, una rueda de prensa ante los medios. Solo Bal y Pérez han respondido a los periodistas que esperaban en la puerta de la sede de Sevilla, y han manifestado que los “resultados no eran los esperados” y que no están planteando “en absoluto ni cambios en la dirección ni nada de nada”. “El resultado electoral es malo. No solo no lo esperábamos, sino que nos ha sorprendido muy negativamente porque no se corresponde con la percepción que tienes en el día a día. Eso significa que algo no estamos haciendo bien, que tenemos que reflexionar al respecto y hablar”, ha sostenido Pérez. En la reunión se ha decidido convocar, el lunes que viene, a la ejecutiva ampliada, y, por la tarde, se celebrará el consejo general —el máximo órgano político de Cs entre asambleas generales, que estaba previsto—, “para escuchar a todo el mundo con la mente más fría”, afirman fuentes de la dirección, que no confirman si habrá o no congreso extraordinario. Sí especifican que, en cualquier caso, será la militancia la que decida sobre el futuro de la presidenta. “Arrimadas no se va a atrincherar en cualquier caso”, añaden las mismas fuentes.