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El artista salva de la ‘cremà’ de Fallas a los polémicos ‘ninots’ de migrantes subidos a una valla

Escif retira los muñecos del monumento municipal con el permiso del Ayuntamiento tras las críticas de colectivos africanos hacia una obra concebida, sin embargo, como una denuncia

Fallas 2024
El grupo de cuatro 'ninots' que representan a unos jóvenes tratando de saltar una valla, en una imagen del pasado viernes.Manuel Bruque (EFE)
Ferran Bono

El artista Escif ha retirado en la tarde de este martes los cuatro ninots de migrantes subsaharianos encaramados a la verja que delimita el espacio donde se dispara la mascletà en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Lo ha hecho horas antes de la cremà de la falla municipal a la que pertenecían, tras las críticas vertidas por diversos colectivos de africanos y afrodescendientes de Valencia que consideran la representación de los muñecos una ofensa, una burla y una “espectacularización fallera del racismo”, según Uhuru Valencia o Resistencia Migrante Disidente. El propósito del artista era, sin embargo, muy diferente: descontextualizar una imagen que remite directamente a los saltos de la valla de Melilla para simbolizar el drama de la inmigración ilegal y abrir una reflexión sobre la problemática en el epicentro de las fiestas falleras.

De este modo, los cuatro ninots no serán pasto del fuego esta noche y se quedarán en manos del que los concibió. El creador ha pedido permiso por escrito al Ayuntamiento, que le encargó el diseño del monumento, y este se lo ha concedido. Fuentes del entorno de Escif señalan que han sido días muy complicados. El reconocido creador valenciano, cuya obra suele incluir denuncias sociales y mensajes de solidaridad con los colectivos perseguidos y vulnerables, emitió un comunicado el pasado domingo en el que explicaba el propósito de su trabajo, hacía autocrítica por la interpretación que se había hecho y pedía una disculpa “ante el malestar suscitado en parte del colectivo migrante”. Algunos migrantes intentaron la noche del sábado retirar los ninots de la valla, si bien la presencia policial lo impidió. Los agentes les explicaron el verdadero propósito de la falla y no se produjeron disturbios ni enfrentamientos, según fuentes de la delegación de Gobierno.

En su comunicado, Escif aseguraba que ve la obra como una oportunidad para abrir un diálogo sobre el uso del espacio público como lugar crítico y de reflexión. “Suscribo firmemente la premisa de que ningún ser humano es ilegal y espero que este incidente pueda ayudar a mantener abierto el debate sobre nuestra participación y responsabilidad en torno a políticas que agreden contra la integridad y los derechos de cualquier persona. El arte es una ficción que nos acerca a la realidad”, indica en el escrito publicado en su cuenta de Instagram. Según explica, en la escena el protagonismo no versaba sobre las figuras de los migrantes sino en la valla y lo que sucede tras ella, lo que invita a entender que estas personas arriesgan su vida huyendo de una tragedia de la que, directa o indirectamente, “somos todos responsables”.

Desde colectivos africanos se le ha criticado también por no haber contado con personas migrantes y negras para contrastar sus ideas y concebir su obra que aborda un problema que les afecta directamente a ellos sin contar con ellos. Algunas voces han tildado su forma de proceder de racismo blanco en las redes, donde ha habido también numerosos mensajes de apoyo a Escif y a su obra.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.
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