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Solo un líder repite como aspirante a la presidencia de la Generalitat en unas listas sin fichajes estrella

Los principales partidos diseñan campañas de cercanía y contacto directo con los votantes

Panorámica del Palau de la Generalitat Valenciana.
Panorámica del Palau de la Generalitat Valenciana.Mònica Torres
María Fabra

La presentación de las principales candidaturas autonómicas en la Comunidad Valenciana para el 28-M no ha desvelado fichajes estrella ni grandes sobresaltos en el seno de los partidos, pero una mirada a 2019 refleja que solo uno de los cabezas de lista repite como aspirante a la presidencia de la Generalitat y es quien la ha ocupado estos últimos cuatro años, el socialista Ximo Puig, sostenido por los otros dos integrantes del Gobierno del Botánico, Compromís y Unides Podem. Sin embargo, el relevo en las candidaturas no ha sido, necesariamente, un intento de renovación sino que los cambios han llegado sobrevenidos y por muy distintas circunstancias. Todos los partidos han programado campañas de proximidad y solo el PP apuesta también por actos en formato masivo, en la plaza de toros de Valencia.

PSPV. Ximo Puig aspira a revalidar su puesto al frente del Consell. Las encuestas otorgan a los socialistas un resultado apretado, con una ligera ventaja ante el PP, dependiendo del origen de los sondeos. Puig protagoniza una campaña de plazas en todas las comarcas valencianas, “para ir donde está la gente y no para llenar autobuses con personas de fuera”, explica su jefe de campaña, Miguel Soler. “Será una campaña valenciana”, añade, y se aparta de los partidos que pretenden dar a los temas de competencia estatal el protagonismo de la carrera electoral autonómica. “No queremos que la Comunidad Valenciana sea el trofeo que se le entregue a un dirigente nacional, es una falta de respeto y ya llegarán las generales”, sostiene.

PP. Isabel Bonig, anterior candidata del PP, fue políticamente decapitada en 2021 como líder de los populares valencianos. En su lugar, la dirección colocó a Carlos Mazón, considerado como discípulo político de Eduardo Zaplana, y presidente de la Diputación de Alicante, un afín al entonces presidente nacional, Pablo Casado. Mazón tiene como reto recoger todos los votos posibles: de Ciudadanos, de la extrema derecha y de los desencantados, y se atreverá con un acto de gran formato, en la plaza de toros de Valencia, emulando los celebrados durante las mayorías absolutas de Zaplana y de Francisco Camps. No por ello descartará una campaña de proximidad, sobre todo, porque aún es un dirigente desconocido en Valencia y Castellón y, pese a que lleva desde noviembre manteniendo reuniones con colectivos, “intensificará su agenda con el objetivo de llevarlo a todas partes y, sobre todo, a espacios de la sociedad civil”, argumenta su jefe de campaña, Miguel Barrachina, que asegura que el candidato gana mucho en las distancias cortas por su naturalidad y energía. El objetivo, lejano, poder gobernar en solitario.

Compromís. La sustitución de la candidata de hace cuatro años, Mónica Oltra, llegó forzada por su imputación, investigada por la gestión que la consejería que presidía hizo del caso de abusos a una menor por el que fue condenado su exmarido. Oltra, cabeza visible y reconocible de Compromís, dimitió hace menos de un año y, aunque la coalición hizo lo reglamentariamente posible para esperar el archivo de su causa y reincorporarla en las listas, el diputado Joan Baldoví entró en liza y se situó, dado su grado de popularidad, como precandidato a presidir la Generalitat, algo que la coalición respaldó posteriormente. “Nuestro proyecto político está íntimamente ligado al territorio y Baldoví ya ha recorrido 130 pueblos”, afirma Àgueda Micó, una de las directoras de campaña de un candidato que es “conocido y bien valorado”. Compromís jugará la baza de la cercanía y su meta se fija en torno a los últimos resultados autonómicos con el objetivo de reeditar el pacto <de un gobierno progresista.

Unides Podem. Desde el verano de 2021, el que hace cuatro años fue cabeza de lista de Unides Podem, Rubén Martínez Dalmau, está fuera del pulso político institucional. Dimitió, harto de las tensiones dentro de su propio partido, y dejó paso al número uno de la lista de los morados para ocupar la presidencia, Héctor Illueca. Los sondeos no vaticinan buenos resultados y los morados acuden a las urnas en confluencia con Esquerra Unida. Sin embargo, su posición puede resultar trascendental para la renovación del Botánico. La de Illueca también será una campaña de reuniones con colectivos y calle.

Ciudadanos. El caso de Ciudadanos ha sido aún más enrevesado. En marzo de 2021, el portavoz y coordinador del partido, Toni Cantó, presentó su dimisión. A su salida se unieron otros cuatro diputados que abandonaron el grupo pero no el escaño en las Cortes Valencianas. En enero de este año, la que ejerció de portavoz en la formación que lidera Inés Arrimadas también dijo adiós pero, en este caso, para irse con el PP. Finalmente, es Mamen Peris quien lidera la candidatura y quien tratará de darle la vuelta a las encuestas. “Vamos a visibilizar a nuestra candidata en una campaña de cercanía, donde ella es muy potente”, asegura su director de campaña, Fernando Llopis.

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Vox. También el candidato de Vox ha cambiado. A José María Llanos le ha sucedido un polémico Carlos Flores que está protagonizando pequeños encuentros, incluso en espacios cerrados, y que se deja llevar por el efecto arrastre de la marca.

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