Sindicatos del automóvil reclaman un control de las ayudas públicas a las multinacionales y su vinculación al empleo

Sindicatos con representación en las fábricas en España de Opel, Mercedes, Volkswagen, Citroën o Ford han puesto en común en unas jornada celebrada en Valencia el empeoramiento de las condiciones de trabajo en las plantas del automóvil españolas, y han reclamado que se haga un seguimiento de las ayudas públicas concedidas a las compañías y estas se vinculen al mantenimiento del empleo.

El sindicato STM en Ford ha mantenido una reunión con parte del sindicalismo “que consideramos alternativo, combativo, y de clase, para hacer una puesta en común de la situación del sector de la automoción en el estado, así como compartir la situación de las condiciones sociales y económicas de los empleados”. Estaban representados sindicatos de las fábricas de Stellantis Zaragoza, Citroën, Volkswagen y Mercedes.

“Es una reivindicación de todos los sindicatos que estamos aquí, que esas ayudas públicas que reciben las multinacionales tanto de la Unión Europea como del Estado o de las comunidades autónomas reviertan en los trabajadores. No hay un seguimiento de ese dinero”, han defendido desde el sindicato LAB.

“Hay una gran incertidumbre en Almussafes”, ha advertido Paco González, del STM-IV, porque la fabricación de los vehículos eléctricos supondrá un recorte de empleo del 30 al 40% de la plantilla actual. “Se han concretado los recortes pero no la carga de trabajo. No tenemos más información, la situación es de total incertidumbre”, ha reconocido el dirigente sindical.

Dani Portillo, representante de STM en Ford (con 9 delegados en el comité de empresa), ha añadido que en pocos meses se ha perdido o se perderá la fabricación de varios modelos convencionales en la planta valenciana (Mondeo, Galaxy...) “y seguimos sin conocer la cantidad de empleados que la factoría se va a quitar de encima”.

Portillo se ha mostrado convencido de que el Expediente de Regulación de Empleo, previsto en Almussafes para 2023, se ha aplazado hasta después de las elecciones sindicales, que se celebrarán en la planta valenciana el próximo 21 de febrero.

“No somos el sindicato del no. Hemos firmado dos convenios en 25 años de vida, acuerdos de prejubilaciones, incluso acuerdos de ERTE pero cuando la empresa cubría el 100% del salario, no como ahora que se firman perdiendo un 20% del salario mensual”, ha defendido el STM Ford, que considera una “excepcionalidad democrática” que el 97% de la plantilla de Almussafes esté afiliada a UGT.

El futuro de las factorías del automóvil pasa por que las multinacionales tengan enfrente a sindicatos combativos, no a sindicatos dóciles”, ha manifestado el sindicalista de CUT Galiza. El responsable de LAB en Volkswagen ha añadido que están acostumbrados “a las moles sindicales que tienen todo a su favor” en referencia a los sindicatos mayoritarios, y ha instado a las plantillas a “pelear por todos y todas”.

Según Daniel Montejo, de STOPEL en Opel, “España se está convirtiendo en una industria de todo a 100, que pone en riesgo no solo la industria sino el mismo estado del bienestar”. Alberto Chasco, secretario del comité de empresa en Mercedes Gasteiz por LAB, ha destacado que las condiciones de los trabajadores del automóvil son cada día más precarias porque en los últimos años se han ido perdiendo derechos laborales y económicos.