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La reforma fiscal anunciada por Puig para rebajar el IRPF a las rentas inferiores a 60.000 euros sale adelante por unanimidad

PP, Ciudadanos y Vox apoyan la propuesta en las Cortes valencianas pese a considerarla insuficiente

Ximo Puig
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, este jueves, durante la sesión de control de las Cortes Valencianas.Kai FORSTERLING (EFE)
M. Fabra

La reforma fiscal que el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, presentó a finales de septiembre ha sido aprobada este jueves en las Cortes por unanimidad. La propuesta, que desencadenó las críticas tanto de los partidos de la oposición como de su propio partido y que provocó malestar en el Gobierno de Pedro Sánchez, ha sido apoyada tanto por los socios del Botànic (Compromís y Podem) como por el resto de partidos del arco parlamentario valenciano (PP, Ciudadanos y Vox).

La reforma incluye la bajada de impuestos a las rentas menores de 60.000, un aumento del 10% del mínimo personal y familiar del IRPF (las cantidades deducibles en el impuesto como cuantía mínima de supervivencia) hasta los 6.105 euros y la ampliación del límite de todas las deducciones autonómicas un 10%. Estas medidas se aplicarán ya este año y tendrán efecto sobre la declaración de 2023, ya que tienen carácter retroactivo.

El anuncio causó, en primer lugar, las dudas de los socios de gobierno de los socialistas que reclamaron que, además de la bajada, se aplicara una subida a las rentas más altas. El acuerdo con Compromís y Podem se alcanzó tras negociar que, para el próximo y siguiente ejercicio fiscal, el de 2024, se incrementará la carga tributaria a las rentas más altas a través del IRPF y se aplicarán subidas del 0,25% en el Impuesto del Patrimonio por encima de un millón de euros y de un punto en el de Transmisiones, del 10 al 11%.

En el caso de los partidos de la oposición, la reforma ha sido considerada insuficiente y tardía pero aun así la han apoyado.

Puig ha calificado el apoyo unánime a la reforma de “buena noticia para la sociedad valenciana” y ha destacado que el apoyo logrado “favorece el prestigio de las instituciones valencianas”, pues refleja que “no hay que estar siempre confrontando”, sino que “hay veces que podemos confluir”. “Demuestra que hay posibilidades de llegar a acuerdos”, ha asegurado

Puig, para quien “el dialogo y el acuerdo deben ser una seña de identidad de la Comunidad Valenciana”.

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Durante el debate, todos los portavoces han tenido peros para la reforma. El diputado de Compromís Carles Esteve ha señalado que no es la reforma que él hubiera hecho, pero que no incluye “ningún regalo fiscal para nadie”. Por Unides Podem, Ferran Martínez, ha hecho referencia al sonoro y estrepitoso fracaso de los anuncios de rebajas de impuestos realizados de la derecha que, al contrario que la reforma de la Comunidad Valenciana, no son fórmulas progresivas. El portavoz de Hacienda del PP, Rubén Ibáñez, ha calificado las medidas de insuficientes porque “solo suponen 64 euros de ahorro de media por contribuyente”. La de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, ha criticado que llegue tarde, un año después de que su partido propusiera la modificación de tarifas y la de Vox, la calificó de “rebajita”.

Precisamente en la derecha está buscando Ximo Puig los apoyos para sacar adelante una enmienda que se presentará en la ley de acompañamiento de los presupuestos con el fin de bonificar al 99% el impuesto de sucesiones en la transmisión de todas las empresas familiares y no solo de las que facturan menos de diez millones como actualmente. “No veo por qué no podemos bonificarle a los padres que quieran heredar a sus hijos o que quieran donarles”, ha expuesto la diputada de Ciudadanos, que ya ha anunciado que la apoyará. Puig ha de buscar el respaldo de los partidos de la oposición tras la negativa de sus socios de gobierno a apoyar la medida que, según ha expuesto el jefe del Ejecutivo valenciano, no tendrá un impacto económico “relevante”, ya que “probablemente no llegue al millón de euros”, ni pondrá “en peligro” el Estado del Bienestar. “Necesitamos enviar un mensaje claro, que de una manera u otra este gobierno gobierna para todos: para las pequeñas y medias empresas”, ha aseverado después de que Compromís, en boca de su portavoz, Papi Robles, le haya advertido de que “el Botànic hay que cuidarlo y cultivarlo”. Robles le ha pedido que reflexione y “cambie el rumbo”.

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