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Jaume Collboni lanza un órdago a sus posibles socios y llevará a votación el presupuesto de Barcelona

El alcalde pide “responsabilidad” a los grupos y relaciona las cuentas de la ciudad con las de la Generalitat y el Gobierno. Si no tiene apoyos, puede recurrir a la cuestión de confianza

Clara Blanchar
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante una comparecencia este miércoles en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante una comparecencia este miércoles en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona.Europa Press

Convocatoria urgente y sorpresa este miércoles en el Ayuntamiento de Barcelona. Mediodía. Saló de Cent y plana mayor del Consistorio. En este escenario, el alcalde Jaume Collboni ha lanzado un órdago y ha anunciado que llevará a votación el segundo proyecto de presupuestos para este año (esencialmente será el mismo que el primero, ha dicho) en una comisión extraordinaria el próximo martes. Con la votación el socialista busca forzar a los grupos de la oposición a mover ficha (apoyándole o dándole la espalda) en la votación de las cuentas, como previa a una posible alianza de Gobierno para todo el mandato. Collboni ha recordado que “todas las administraciones necesitan” presupuestos aunque ha negado que “vincule” los del Ayuntamiento con los de la Generalitat o el Gobierno: “No los vinculamos, pero hay un contexto y el contexto a veces facilita y otras dificulta”. Junts y los comunes han coincidido en que no están dispuestos a pactar el presupuesto sin hablar también de un eventual acuerdo de Gobierno y han advertido, en cualquier caso, de que si el proyecto de cuentas no ha variado respecto al que Collboni presentó en otoño, no lo apoyarán. ERC ha declinado valorar una propuesta de la que no conoce los detalles.

Con solo 10 concejales en un Ayuntamiento donde la mayoría está en 21 regidores, las posibilidades más lógicas de apoyo son la suma con de Junts (11 concejales), o con la combinación de los comunes (nueve ) y ERC (cinco). En caso de que la primera votación le saliera mal, Collboni tiene la opción de recurrir a la cuestión de confianza: un mecanismo por el que presenta sus cuentas en el Pleno, y si en un mes no se articula una mayoría alternativa para arrebatarle la alcaldía -opción poco probable con la aritmética actual-, quedan aprobadas automáticamente. La ex alcaldesa Ada Colau recurrió a esta fórmula dos veces en su primer mandato, en 2017 y 2018.

El alcalde comunicó su intención anoche a los grupos municipales después del acto de entrega de los premios Ciutat de Barcelona y les pidió que permitan tramitarlos “por responsabilidad y por coherencia” en proyectos que han apoyado todos los partidos. “Mi compromiso fue claro: Barcelona tiene Gobierno pero no tiene presupuesto para 2024, mi decisión es salir adelante con la aprobación, aprobándolo este jueves en la comisión de Gobierno y llevarlo a una comisión extraordinaria el próximo martes día 20”, ha dicho Collboni. “Barcelona no se puede parar, damos este paso para dotar de los nuevos presupuestos y no perder ninguna oportunidad para la ciudad”, ha insistido sobre una cuestión que ve “trascendente”.

Han pasado siete meses desde la investidura in extremis de Collboni y ha manifestado que quiere decidir antes de la primavera si incorpora socios en el gobierno o se queda en minoría. Los socialistas siempre han dicho que su preferencia es un “acuerdo progresista”, que incluiría a los comunes y ERC, pero el propio alcalde afirma que los republicanos vetan a los de Colau. Otra opción, que llegó a estar avanzada, es una sociovergencia, con Junts, el grupo municipal que lidera el también ex alcalde Xavier Trias, que espera un desenlace (el que sea), para retirarse de la política activa. Tanto los comunes como los neoconvergentes han exigido hasta ahora negociar de forma conjunta los números y un eventual Gobierno. Sobre esta condición, ha respondido que les “invita al diálogo para hablar de las cuentas, y si se tercia, a un debate más de fondo”. “Paso a paso”, ha reiterado a las preguntas de si habrá gobierno de coalición en primavera.

El grupo municipal de Junts, por boca de Jordi Martí Galbis, ha reivindicado su victoria en las elecciones y ser el grupo con más concejales y ha considerado que “no es responsable presentar una propuesta que no ha sido consensuada ni negociada”. “No podemos apoyar un proyecto si es el mismo” y “no negociaremos si no van de la mano las cuentas y un acuerdo de gobierno”, ha dicho advirtiendo de que “no hay tiempo material” hasta la votación del martes. Por parte de los comunes, Janet Sanz ha mantenido que su apuesta es un gobierno de izquerdas con Collboni y PSC, y ha vuelto a recordar que el alcalde fue investido gracias a sus votos. Sanz también ha recordado que su exigencia es acordar en una sola negociación gobierno y cuentas y se ha mostrado “de acuerdo” con sentarse a hablar, “pero si no hay un movimiento de Collboni, si no pone otras bases”, ha dicho, no podrán apoyarle.

Collboni presentó su primer presupuesto en octubre. Unas cuentas expansivas, que en la última década crecen año tras año y alcanzaban los 3.735 millones, un 4% más que en 2023. La inversión era también de récord, 777 millones de euros que ascendían a 905 si se sumaban las del Instituto Municipal de la Vivienda. En el plano más político, en aquel proyecto el gobierno socialista exprimía las tasas vinculadas al turismo. Pero los socios con más peso para apoyar las cuentas, Junts y los comunes, dieron la espalda al alcalde, que las retiró antes de la primera votación a finales de octubre, para no perderla. Las cuentas quedaban así congeladas, lo que llevó a la formalidad de prorrogar las de 2023 antes de fin de año. Con la prórroga, la ciudad dejaba en el aire un 17% de las inversiones previstas, 117 millones de euros.

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Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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