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La prórroga del presupuesto de Barcelona deja en el aire 117 millones de euros de inversión

El alcalde, Jaume Collboni, dependerá de la oposición para reorientar las partidas de las cuentas de 2023 y su gobierno llama a la “responsabilidad”

Clara Blanchar
Barcelona Jaume Collboni
El alcalde Jaume Collboni, en un pleno del Ayuntamiento de Barcelona.Albert Garcia

La prórroga del presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona deja en el aire 117,7 millones de euros de inversión (un 17% menos respecto a las cuentas del año pasado). Así se cuantifica en la documentación que acompaña el decreto de prórroga de las cuentas del año 2023 del Consistorio de la capital catalana, que el alcalde, Jaume Collboni, firmó a finales de año, pero cuyo detalle ha sido publicado esta semana en la Gaceta Municipal. El socialista gobierna con solo 10 de los 41 concejales y se ha visto obligado a prorrogar el último presupuesto de la exalcaldesa Ada Colau (de cuyo gobierno formó parte como socio) por falta de apoyo político: no lo logró para alcanzar una mayoría con los comunes y ERC, ni tampoco con Junts. Si lo lograra en los próximos meses, las cuentas de 2024 se podrían aprobar en cualquier momento de este año.

Además de disponer de 117 millones menos para invertir, el actual gobierno municipal dependerá de la oposición para reorientar partidas: el presupuesto prorrogado mantiene importes que el año pasado se destinaron a cuestiones como la unión de los tranvías por la Diagonal (10 millones de euros), la plaza de les Glòries (20 millones), la Rambla (seis millones), Via Laietana (18 millones), el mercado de la Abaceria (6,7 millones) o la Meridiana (14 millones). En el año que comienza, si las obras no han terminado, la maquinaria municipal dispondrá de estos importes; pero en caso de obras acabadas podrá destinarlos a otros proyectos, siempre que consiga aprobar modificaciones de crédito en el pleno, para lo que dependerá de la oposición.

Tanto es así que el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, llama a la “responsabilidad de las fuerzas políticas para destinar recursos económicos a aquellas partidas que lo requieran”. A mediados de octubre, cuando la oposición tumbó el proyecto de presupuesto de Collboni en su primer trámite, Valls ya dejó claro que una prórroga impactaría sobre todo en las subvenciones nominativas y en las inversiones. En el caso de estas subvenciones, que no se adjudican por pública concurrencia sino que las reciben entidades o fundaciones básicamente en base a acuerdos o convenios (es el caso desde los sindicatos, Cruz Roja, Cáritas o el Observatorio DESC, pero también de la fundación del Mobile o Barcelona capital náutica), fuentes municipales explican que hay otras fórmulas. Se pueden llevar a plenario o “aplicar la normativa” en materia de ayudas directas extraordinarias por interés general o pública concurrencia.

Valls asegura sobre la prórroga que “es una opción técnica y legal que permite la continuidad de la gestión municipal”. “Garantizamos en este 2024 el mismo crédito que en 2023, a lo largo del año se podrán hacer las adiciones necesarias”. El responsable de la cartera de economía también confía en “nuevos ingresos presupuestarios a distribuir durante el ejercicio”. Entre estos ingresos, figurarían Fondos Next Generation (125 millones el año pasado), o la participación en los impuestos del Estado.

Desde las filas de los comunes, la concejal Janet Sanz (teniente de alcalde de Urbanismo en el gobierno de coalición de Colau), habla abiertamente de “recortes”. “Hay dos paquetes, uno de algo más de 100 millones y otro que no se ve, pero se trata de los aumentos de capítulo 1 [los gastos de personal]. Es un despropósito comenzar el año con un presupuesto prorrogado en un Ayuntamiento que tiene recursos”, lamenta. Sobre los gastos de personal, el actual gobierno responde que la remuneración del personal quedará garantizada: “Se prorrogará el crédito del año 2023 [la disponibilidad presupuestaria del año pasado] y se añadirán 33 millones de euros del fondo de contingencia para dar continuidad mediante una modificación que habrá que tramitar”. Como en las inversiones o subvenciones, también el fondo de contingencia tendrá que pasar por plenario. El anexo al decreto de alcaldía de prórroga de presupuesto, detalla que en el capítulo de personal se prorroga “la totalidad de los 494,6 millones de euros presupuestados inicialmente en 2023″.

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Por parte de ERC, el concejal Jordi Castellana alerta de que si se baja a los organismos del Ayuntamiento, como las empresas municipales, “el Instituto de Educación pierde 6,7 millones de inversión en educación, el Instituto Municipal de Informática 3,7 millones, y el de vivienda, 22 millones”.

En el capítulo de inversiones, el detalle es el siguiente: la prórroga asciende a 577,8 millones de euros (no se prorrogan 117,7 millones). El anexo incluye como “prorrogables los proyectos que se identifican como concretos para afrontar actuaciones singularizadas ya iniciadas en 2023 y que hay que continuar ejecutando o finalizar en 2024″, como las obras citadas de Glòries, Via Laietana o la Rambla. Y también los que “se identifican como genéricos para afrontar actuaciones no singularizadas o recurrentes”, básicamente equipamientos o proyectos del Pla de Barris. Los proyectos no prorrogables son los que se identifican como genéricos ya acabados en 2023 (por importe de 72 millones) o que no tienen continuidad en 2024 (45,7 millones de euros).

Sin nuevos ingresos por aumentar la tasa turística

El proyecto de presupuestos que presentó el alcalde Jaume Collboni en octubre, y que no ha logrado aprobar, tenía como una de las principales novedades exprimir las tasas turísticas con incrementos en el tramo municipal de la tasa turística para pisos turísticos y cruceros, o las terrazas. En total, eran 29 millones más por estos dos conceptos, que en su día buscaban acercarse a los comunes de Ada Colau o a ERC. Entonces, el teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls destació que con los aumentos de la fiscalidad del turismo permitirá que la tasa turística fuera el tercer impuesto con el que más recauda la ciudad (95 millones de euros en 2024, 25 millones de euros más que este año), tras el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y las plusvalías por compraventas inmobiliarias. Finalmente, solo se ha salvado en parte la tasa de terrazas (gracias a un acuerdo con Xavier Trias, de Junts), con un acuerdo de última hora que permitirá ingresar cuatro millones más que en 2023.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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