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Aragonès busca complicidad con los agricultores para evitar la tormenta perfecta

El presidente catalán se reúne con los manifestantes e intenta evitar un nuevo frente tras la emergencia por la sequía y los pésimos resultados en educación

Protestas agricultores
Una columna de tractores, este miércoles, entrando en la aenida Diagonal de Barcelona.Massimiliano Minocri

El president Pere Aragonès intentó este miércoles buscar complicidad con los payeses que se movilizaron en masa en Cataluña para denunciar el abandono del sector. Unos 1.200 tractores, procedentes de las cuatro provincias, llegaron a Barcelona y se manifestaron ante la Delegación del Gobierno, la Oficina del Parlamento Europea y la Generalitat. Lejos de contener las protestas, como ocurrió en otras partes de España, Aragonès optó por la estrategia de recibir a los representantes de los payeses mostrando empatía con sus reivindicaciones al sostener que en parte competen a las instituciones europeas y no son culpa de la Generalitat. Con su decisión, el president procuró sortear la tormenta perfecta por acumulación de crisis tras decretar el martes la emergencia por sequía y haber recibido el varapalo de los pésimos resultados en educación del Informe Pisa.

El clima de la movilización fue muy diferente en función de la comunidad: la policía desalojó, por ejemplo, a unos 250 manifestantes concentrados en el puerto de Castellón y cinco agricultores fueron detenidos en Granada. Los Mossos d’Esquadra no intervinieron en Barcelona y permitieron que los tractores, que colapsaron grandes arterias viarias de la la ciudad y circularon entre aplausos de la ciudadanía, llegaran a la la sede del departamento de Acció Climàtica, en pleno centro de Barcelona. Con pancartas como “Nos queréis muertos y os moriréis de hambre”, la protesta se desplegó sin incidentes y culminó con la reunión en el Palau entre los portavoces agrarios, Aragonès y el consejero David Mascort. En un gesto elocuente de la rivalidad que se vive en el seno de ERC, Oriol Junqueras acudió con antelación a la zona del Bruc para saludar la caravana y apoyar a los payeses fotografiándose con ellos en una imágenes que publicó en la red.

La reunión, prevista inicialmente para las cuatro de la tarde, pero que al final se celebró a partir de las seis, se prolongó una hora y media. Tras el encuentro compareció el consejero de Acción Climática y Agenda Rural, David Mascort, que explicó que les recibió junto al president Aragonès “para decirles que sus reivindicaciones son las nuestras”. “Son reivindicaciones justas de un sector que pasa momentos muy complicados, el sentimiento que tienen de que se pueden hacer las cosas mejor, que los precios no son justos, que la burocracia les ahoga, que cuestiones que decidimos los políticos y luego son obstáculos… Se pueden hacer las cosas mejor, nos hemos emplazado a que decidan cómo quieren hacer para encontrarnos en una semana o diez días con un análisis concreto”. En la reunión, participaron, según el Govern representantes de la plataforma 6-F (8 personas, dos por columna territorial) y miembros de Unió de Pagesos (dos), JARC (2), la Feeración de Cooperativas Agrarias (2) y Asaja (2). Mascort ha hablado de “un clamor” y de que no se ha entrado a analizar punto por punto porque muchos “están muy cansados” tras dos días de protestas.

Mascort también admitió que algunos de los concentrados se quedarían a dormir en la ciudad y vino a decir que dormirían en los tractores. “Si algunos se quieren quedar, que se queden, y si quieren marchar escoltados por los Mossos se pueden marchar, es muy duro estar sobre el tractor habitualmente y más después de dos días de protestas, si están cansados y quieren, que tengan la posibilidad de quedarse”. A la pregunta concreta de dónde dormirían los manifestantes, Mascort ha respondido: “¿Sabéis donde han pasado la última noche? [dando a entender que han dormido en sus tractores]. Son gente valiente y fuerte, si necesitan algo, se lo ofreceremos”.

Sesión de control

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Pese a la dimensión de la protesta, la sesión de control al Govern en el Parlament estuvo monopolizada —la amnistía ni se abordó— por la sequía. Aragonès recibió críticas en bloque de todos los grupos que le acusaron de falta de previsión. La coincidencia fue total hasta el punto de que los comunes y Ciudadanos, siempre opuestos, coincidieron en su diagnóstico de que ahora se habla de las mismas inversiones que en 2008 y que han quedado 15 años en aire. La sesión, con cierto aroma preelectoral, dio otra muestra de la cruda relación entre Junts y ERC mientras el PSC volvió a tender la mano. Junts reprochó a ERC que lleva ocho años al frente del Departamento de Agricultura. “Cero autocrítica y con incompetencia no llegaremos a ninguna parte”, dijo Albert Batet (Junts) que recriminó a Aragonès que solo se limite a esperar que llueva y que las decisiones vengan de fuera para no tomar decisiones “porque vienen elecciones”.

Aragonès se defendió afirmando que no se trata de que el sector perciba la comprensión del Govern y darles a los payeses “golpecitos a la espalda” sino de aplicar medidas como las ayudas al regadío, el aumento de las destinadas para los seguros agrarios por los efectos de las heladas o el banco de tierras. Pero su principal argumento fue que la Generalitat no es responsable de las severas medidas medioambientales aplicadas desde Europa. “Somos coherentes y hemos votado sistemáticamente en contra de los tratados de libre comercio con terceros países”, dijo en alusión a que se permite introducir alimentos sin exigirles, dijo, los mismos requisitos que los del conjunto de Europa. “No todo el mundo puede decirlo con la misma rotundidad y firmeza”, afirmó en alusión a Junts.

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