La oposición acusa a Mascort de improvisación en la gestión de la sequía
El consejero de Acción Climática asegura que la Generalitat no paralizará las inversiones aunque llueva
La oposición en pleno ha criticado este martes la gestión de la sequía por parte del Govern, al que han acusado de actuar de forma improvisada durante la comisión sobre la sequía en la que ha dado explicación el consejero de Acción Climática, David Mascort. El ataque se ha producido un día después de que Mascort acordara con la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, la ampliación de la red de desalación de agua en Cataluña y asegurara, en caso de necesidad a partir del verano, el transporte de agua en barco a Barcelona desde Sagunto si la falta de lluvias mantiene los pantanos catalanes en mínimos.
Las críticas de los partidos han sido todo un prolegómeno al monográfico sobre la sequía que se celebrará en el Parlament en dos semanas. Se han centrado en la falta de ayudas a los agricultores, la ausencia de guía para los municipios, la carencia de infraestructuras y medidas para reducir el impacto en el consumo del agua por parte de los turistas. Pero también en la falta de soluciones para resolver las fugas de agua que padecen muchas redes de suministro en Cataluña.
“Una gestión de este tipo no se improvisa”, ha dicho Mascort en el inicio de su intervención en la comisión sobre la sequía, como si supiera por dónde iban a ir los tiros de la oposición en el turno de preguntas. No se equivocaba. “Creíamos que había margen de mejora en la previsión y planificación”, le ha lanzado a las primeras de cambio la portavoz socialista, Sílvia Paneque, quien ha manifestado la necesidad de anticiparse a “la sequía con los pantanos llenos, como se previenen los incendios en invierno”. Enric Bárcena, de Catalunya en Comú, ha denunciado que el Govern ha gestionado “una crisis a toda prisa”.
Desde Junts, Salvador Vergés, ha acusado al Govern de falta de diligencia en la inversión en infraestructuras, lo que ha comportado retrasos según las estimaciones iniciales. Ha criticado, por ejemplo, los trámites para ampliar la potabilizadora del Besòs -”la situación sería mucho mejor ahora”, ha dicho-, que tendría que haber estado lista a finales de 2023, y los seis meses de retraso para ampliar la desaladora de La Tordera, aunque esa infraestructura no estará en marcha hasta 2028. Ante esa recriminación, Mascort ha llamado a no hacer análisis basados escenarios ficticios y ha derivado las culpas del retraso de la infraestructura de Blanes al Estado, que finalmente será el que licitará los trabajos de construcción.
El diputado de la CUP, Dani Cornellà, ha hablado de “parches” y ha demandado un cambio de política integral en el que se priorice el cambio, basándose en una reducción de la demanda de agua a través de la concienciación. Su discurso se ha visto acompañado por el de los comunes. Ese planteamiento ha sido aceptado parcialmente por el consejero, quien ha defendido que entre 2007 y 2021 se ha conseguido reducir el consumo global de agua pese a que la población catalana ha crecido en 600.000 personas. “El consumo medio se ha reducido en seis litros por habitante y día”, ha dicho.
La diputada de Ciudadanos, Marina Bravo, ha lamentado que “Cataluña no estaba preparada”, mientras que el del PP Daniel Serrano ha emplazado al Govern “a pisar el acelerador y no perdernos en la burocracia”. El popular le ha pedido que ofreciera más detalles sobre los sectores a los que irá destinada el agua que llegue a Cataluña en barco, a lo que el consejero no ha respondido.
Mascort ha aguantado hierático las recriminaciones, semblante que ha cambiado cuando ha respondido, en ocasiones con contundencia. El consejero ha defendido que, sin la aplicación del Plan Especial de Sequía (PES), Cataluña habría entrado en emergencia hace 15 meses. “Nos ha permitido adelantarnos a todos los escenarios”, ha afirmado el consejero, quien también ha agradecido a los ayuntamientos por “el esfuerzo extra” en la gestión de la crisis hídrica. La comunidad, que ha producido 250 hectómetros cúbicos con las infraestructuras de regeneración, depuración y desalinización, tiene agua para la actividad de dos meses de toda Cataluña, según el consejero. El objetivo del Govern es que la comunidad no dependa en 2030 del agua de lluvia. “Lo que hemos empezado no se parará aunque llueva”, ha afirmado Mascort. Actualmente, el 55% de los recursos provienen de algunas de estas vías.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
